Usted está aquí: jueves 28 de junio de 2007 Espectáculos En Pachuca, una Ciudad Grafiti para la expresión callejera libre

El proyecto, en la colonia López Mateos, cinturón de miseria del Centro Histórico

En Pachuca, una Ciudad Grafiti para la expresión callejera libre

Casas, comercios y un templo, transformados en lienzos para dibujos en aerosol

Producirán mochilas, pulseras y playeras con una marca registrada que identificará su origen

CARLOS CAMACHO

Ampliar la imagen Muros transformados en Pachuca, Hidalgo Muros transformados en Pachuca, Hidalgo

Pachuca, Hgo., 27 de junio. Ciudad Grafiti no es sólo un concepto, busca ser la marca registrada de diversos artículos de uso personal, como pulseras, collares, playeras y mochilas, que permitan a los vecinos de la colonia Adolfo López Mateos tener un medio de vida y a los jóvenes grafiteros, convertir bardas y paredes en lienzos, para dar rienda suelta a su imaginación con pinturas en aerosol.

En julio del año pasado, el gobierno municipal, que encabeza el priísta Omar Fayad Meneses, anunció el proyecto de construir aquí la primera Ciudad Grafiti del país, un sitio donde los jóvenes no corrieran el riesgo de ser detenidos por pintar, de manera clandestina, las paredes de casas particulares, puentes o bardas, para expresar sus ideas, sobre todo por las noches.

Para llevar a cabo el proyecto se escogió la popular colonia Adolfo López Mateos -estigmatizada por ser "refugio de jóvenes drogadictos y mal vivientes". La López Mateos, está asentada en el cinturón de miseria de la capital, esa franja donde llegan campesinos, indígenas y gente de clase humilde que huye de sus comunidades en busca de mejor suerte, sobre todo, de la sierra y la Huasteca del estado.

De acuerdo con Fayad Meneses, se buscaba crear un sitio, donde los jóvenes que se dedican al grafiti, lo hagan con libertad, con autorización de los dueños de los inmuebles y que ese espacio fuera digno para el turismo y la venta de diversos productos de uso personal, algo así como el tianguis de El Chopo defeño, pero en Pachuca.

Casi un año después, las paredes de un centenar de casas, comercios y hasta de un templo, lucen ya los trabajos en aerosol. En la entrada de la López Mateos hay un letrero que anuncia: Ciudad Grafiti. Los vecinos se han mostrado contentos con este nuevo concepto, que al principio, "la verdá no sabíamos de qué se trataba", reconoce el juez de la tercera sección de esa colonia, Francisco Silva Soto.

Ahora falta dar el siguiente paso: organizar un tianguis, dominical o "permanente, si se puede", donde los vecinos se beneficien con la venta de productos que lleven la marca Ciudad Grafiti, pues no sólo se busca abrir espacios para la expresión en aerosoles, en los muros, además se pretende dar una opción de ingresos a la comunidad de este lugar, que aspira a ser único en el mundo.

-¿Qué pintas?- se le pregunta a un joven que pide el anonimato y para quien "la esencia del grafiti es la ilegalidad".

-Pues fíjate que empecé pintado grafos en las calles; como todos, puras pendejadas: nombres, leyendas, consignas y esas cosas, pero ahora que he visto los grafitis que han hecho en la López Mateos, me dieron ganas de aprender a hacer este tipo de dibujos, no sólo pintarrajear. Ahora sé que no se debe pintar lo que uno quiere, sino buscar la forma de expresar lo que se quiere decir, sin violentar a nadie.

Eliminar estigmas

Para el funcionario Francisco Soto, el grafiti es la manera de promover a su colonia, quitarle el estigma de "barrio de mal vivientes", y una posible forma de que "los turistas que visiten Pachuca lleguen hasta ese lugar, en la parte alta de uno de los tantos cerros que rodean esta cazuela llamada Centro Histórico".

No le interesa que la palabra grafiti provenga del griego graphein -que significa escribir-, cuya historia moderna se remonta a la década de los años 60 en las calles de Nueva York, y que su precursor haya sido un joven de nombre Demetrius, quien firmaba sus trabajos bajo el sello TAKY 183.

Para Silva Soto, esta es una novedosa forma de promover su barrio y, en un futuro no lejano, la posibilidad de generarle un provecho económico, convirtiéndolo en un sitio turístico.

Por lo pronto, 200 grafiteros pachuqueños podrán salir de la clandestinidad para convertir paredes en lienzos para sus trazos, no obstante que desde hace dos trienios el gobierno municipal organiza concursos de grafiti en la unidad deportiva municipal, para evitar la clandestinidad y daños a casas particulares.

 
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