En riesgo, recursos para educación superior
El sistema educativo público, sobre todo el superior, está en riesgo con la nueva propuesta fiscal del gobierno federal, pues con el argumento de cumplir las expectativas para obtener recursos federales se comienza con la privatización" de ese sector, advirtió Arturo Huerta González, de la Facultad de Economía de la UNAM.
El investigador realizó un análisis de la propuesta fiscal presentada el miércoles pasado ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la que encontró que además del riesgo para la educación pública, dicho proyecto no combatirá las desigualdades, ya que continúa sin tocar al sector financiero y a los banqueros.
Tras su estudio, el académico insistió en que se deben establecer criterios sobre la forma en que se aportará el gasto a la educación pública, sobre todo la superior, pues "con el pretexto de los resultados, se puede dar pie a la privatización de ese nivel, al restringir los fondos que se le destinan, con el argumento de que no cumplió con las expectativas".
Asimismo, dijo que la propuesta del presidente Felipe Calderón no combatirá las desigualdades en el país, porque continúa sin tocar a los banqueros ni al sector financiero. Indicó que no es un proyecto integral, además de que no resolverá los problemas de las finanzas públicas, debido a que no se atiende el incremento de la deuda.
"Una reforma hacendaria debería recuperar el manejo soberano de la política fiscal en favor del crecimiento económico y trabajar en el gasto deficitario para generar condiciones de crecimiento, pero eso no se contempla en esta propuesta", alertó el académico.
Sobre el anuncio de que se combatirá la evasión fiscal con los 300 mil millones de pesos que se prevé recaudar, el investigador de la UNAM dijo que este rubro "está muy por encima", debido a que diversos estudios señalan que la evasión rebasa los 400 mil millones.
Asimismo, expresó que la propuesta contempla una tasa única del impuesto sobre la renta para las grandes empresas, con una tasa piso de 16 por ciento; sin embargo, resaltó que "es una medida buena pero tenue".
Sobre el impuesto de 20 por ciento a los juegos y sorteos, señaló que está por debajo, pues "todo mundo sabe quién está detrás de estos rubros. Este impuesto es seguir tratando con buenos ojos a los dueños del dinero y a los especuladores de este país, pues en otras naciones el impuesto para juegos y sorteos es de al 50 por ciento".