Usted está aquí: jueves 21 de junio de 2007 Mundo EU, sin pretextos para mantener el cerco económico a Cuba: Pérez Roque

Celebra la decisión del CDH de eliminar la observación especial sobre la isla

EU, sin pretextos para mantener el cerco económico a Cuba: Pérez Roque

La UE debe ser "coherente" y terminar con las sanciones diplomáticas adoptadas en 2003, dice

GERARDO ARREOLA

Ampliar la imagen El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, ayer en La Habana durante una rueda de prensa en la que celebró "el cierre de un ciclo histórico" en la agenda internacional, tras la decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de eliminar la vigilancia especial a la isla El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, ayer en La Habana durante una rueda de prensa en la que celebró "el cierre de un ciclo histórico" en la agenda internacional, tras la decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de eliminar la vigilancia especial a la isla Foto: Reuters

La Habana, 20 de junio. Cuba consideró hoy que al suprimirse la observación especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos humanos en la isla, quedó eliminado "el último pretexto" de Washington para mantener su política de cerco económico contra La Habana.

"Se han quedado colgados de la brocha y nosotros nos hemos llevado la escalera", dijo en una conferencia de prensa el canciller cubano Felipe Pérez Roque, al celebrar como una "rotunda victoria" la decisión adoptada el lunes por el Consejo de Derechos Humanos (CDH), que según el ministro cierra "un ciclo histórico de 20 años en uno de los temas más politizados, si no es el que más, de la agenda internacional".

El canciller recordó cómo Estados Unidos ha cambiado, sucesivamente, el centro de su explicación, para sostener durante más de cuatro décadas el bloqueo económico: el apoyo cubano a las guerrillas latinoamericanas; la presencia militar de la isla en Africa y la alianza con la Unión Soviética, todo lo cual desapareció. Desde la década anterior, el argumento de esa política es el caso de los derechos humanos, sostenido en resoluciones de la desaparecida comisión de la ONU en la materia.

En 1987 fue sometida a la entonces Comisión de Derechos Humanos una moción sobre Cuba, que no prosperó. Desde entonces, cada año volvió el tema, hasta que en 1990 el organismo acordó revisar la vigencia de las garantías básicas en la isla, con una fórmula que se refrendó anualmente.

En 1998, poco después de la visita del Papa Juan Pablo II a la isla, la vigilancia fue descartada, pero volvió a instaurarse al año siguiente. Aunque el mecanismo era sólo un mandato de observación, su efecto político era el de una condena implícita.

Cuba lo rechazó sistemáticamente, al concluir que estaba sesgado por el interés estadunidense de usarlo como respaldo para la política de hostilidad hacia la isla.

El choque se endureció y fue origen de reñidas batallas diplomáticas anuales. El voto en Ginebra se volvió una prueba del ácido para la relaciones de Cuba con algunos países. Estados Unidos se volcó en esfuerzos diplomáticos durante meses, cada vez que se aproximaba un periodo de sesiones de la comisión.

La crispación por el caso cubano fue una de las causas que llevaron al colapso a la comisión y su sistema, por lo cual en 2005 fue creado el CDH, que ahora intenta construir un nuevo modelo de promoción de los derechos humanos en el mundo.

Pérez Roque señaló que el gobierno cubano carece de una "plena satisfacción con la situación de los derechos humanos" en el país. Estimó que hay en Cuba "enormes pasos de avance" en la vigencia de derechos "económicos, sociales, culturales, civiles y políticos", pero "eso no quiere decir que no reconozcamos imperfecciones".

Agregó que, al haber respaldado el consenso con el que se adoptaron los acuerdos del lunes en el Consejo, esperaba que la Unión Europea (UE) fuera "coherente" con esa línea y eliminara definitivamente las sanciones diplomáticas adoptadas contra la isla en 2003 y la Posición Común, establecida hace 11 años.

Las sanciones fueron una reacción comunitaria a las condenas masivas de opositores y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha en Cuba. La Posición Común condiciona una mejoría de las relaciones entre Bruselas y La Habana a cambios en el régimen político de la isla.

"No puede haber una relación normal entre los gobiernos de la UE y Cuba, mientras exista la Posición Común", dijo Pérez Roque.

El ministro declinó reaccionar ante la oferta difundida esta semana de la UE para reabrir el diálogo con Cuba, y anticipó que habrá una respuesta por escrito, pero señaló que la propuesta europea implica "una rectificación" de la política de Bruselas hacia La Habana, al descartar "posiciones de fuerza".

 
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