Usted está aquí: domingo 17 de junio de 2007 Opinión Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Inversiones petroleras: los Clinton, Greenspan y vivoleum

Ampliar la imagen La senadora Hillary Clinton La senadora Hillary Clinton Foto: Reuters

Ampliar la imagen El ex presidente Bill Clinton El ex presidente Bill Clinton Foto: Ap

Debka (15-06-07) -portavoz de los servicios israelíes de espionaje del Mossad- aduce que "Irán es sólo el pretexto para el pleito entre Estados Unidos y Rusia" sobre el despliegue misilístico, que versa sobre la "supremacía estadunidense en el espacio" y la preponderancia tecnomilitar que le confiere: "Rusia carece de recursos para desafiar el dominio estadunidense en el espacio, pero el presidente Putin está determinado a sacar astillas (sic), mientras impulsa el segundo atributo esencial (¡súper sic!) de un poder mundial contemporáneo, su control de los mercados (sic) petrolero y gasero, la estrategia de Washington consiste en respetar el mando del mercado energético por Moscú, pero contenido a Europa, mientras preserva la prominencia de Estados Unidos en el espacio".

Aunque sea muy discutible, suena atractivo el trueque en el cosmos que pregona Debka y su división entre Estados Unidos, quien dominaría la tecnología en el espacio, y Rusia, quien se confinaría al control energético terrestre, lo cual levantará muchas cejas de los marginados galácticos: Unión Europea, China, India y Brasil.

Nuestro enfoque resalta la importancia del control energético, "segundo atributo esencial de un poder mundial contemporáneo", cuyos alcances entienden perfectamente desde los consagrados geoestrategas, pasando por los Clinton, hasta un vulgar centralbanquista monetarista como Alan Greenspan.

Los Clinton -la senadora Hillary, puntera en la carrera presidencial, y su esposo Bill- obtuvieron suculentas ganancias con la compra de acciones petroleras que los sacó de sus deudas previas para resarcirse como decente familia rica estadunidense con un patrimonio respetable de 50 millones de dólares. Quedan atrás sus tribulaciones del "escándalo Whitewater" (que acabó en un aquelarre sanguinario) y las descargas nocturnas en el aeropuerto de Mena cuando "Bill" (hipocorístico de William; a no confundir con la traducción castiza de "factura") fungía como gobernador de Arkansas.

Breitbart.com (15-06-07) ilustra que los Clinton se desprendieron en mayo de acciones bursátiles muy comprometedoras en los sectores petrolero, farmacéutico, militar y hasta de Wal-Mart y Fox News: el summum del complejo-militar industrial.

No ha de existir coordinación entre los Clinton y su corredor bursátil, pues Hillary ha fustigado las políticas de Wal-Mart, mientras el Partido Demócrata boicotea los noticiarios tóxicos de Fox News. A menos que hayan sido producto del puro azar, sus inversiones resultan didácticas sobre la meteorología geopolítica de trasnacionales farmacéuticas como Biogen Idec, Johnson&Johnson, Amgen, Pfizer y GlaxoSmithKline, ya no se diga las empresas militares General Electric y Raytheon.

Como ocupante de la Casa Blanca durante ocho años, Bill entiende como pocos la maquinaria del complejo militar-industrial estadunidense y su engranaje bélico, por lo que suena muy lógica la adquisición de un paquete accionario de las petroleras anglosajonas Exxon Mobil, BP y Amoco. A quien le tocó como presidente, a finales de su segunda gestión, la cotización más baja del petróleo desde 1971, ahora como ex presidente y avezado inversionista, apostó su patrimonio familiar en el alza del oro negro.

En Londres llamó la atención la "inversión intrigante" de los Clinton que conservaron las acciones de la joyería Garrard, vinculada a la casa real británica y adquirida por Ron Burkle, multimillonario californiano y amigo de la pareja (The Financial Times, 15-06-07).

En fechas recientes fueron difundidas las inversiones del vicepresidente Dick Cheney, quien había desechado al dólar estadunidense (contra la postura teórica del American Enterprise Institute, que controla su esposa Lynne) para acaparar Bonos del Tesoro. ¿En qué empresas, además del Grupo Carlyle, habrá colocado la familia petrolera texana de los Bush su nada despreciable patrimonio? ¿Habrá sido en acciones petroleras, en coincidencia cosmogónica con los Clinton?

Hace casi dos años, Bajo la Lupa (23-10-05) había alertado sobre las incursiones metabancarias de Greenspan, quien había adoptado la tesis del "pico del petróleo", mientras favorecía la apuesta estadunidense por el gas. Inquiríamos: "No es sencillo comprender la razón por la cual el "gobernador" (sic) casi octogenario de la Reserva Federal, el mago malhadado Alan Greenspan, próximo a jubilarse, se interese tanto desde hace tres años en temas energéticos del mayor alcance geoestratégico que no le incumben. A menos que en la fase de la desregulada globalización financiera feudal los precios de petróleo y gas tengan correlación con las políticas monetaristas que generan deliberadas burbujas especulativas".

Dos años más tarde, Greenspan exige obscenamente la privatización (léase: su enajenación, en el doble sentido, catastral y siquiátrico) del petróleo de México por las trasnacionales texanas y españolas con la aprobación tácita del eje Tuxpan-Monterrey.

La historiografía del parasitario Grupo Monterrey es ampliamente conocida, no así la del Grupo Tuxpan: la tropical alianza de los zedillistas hermanos Reyes-Heroles, Roberto Hernández Ramírez (ex director subsidiado de Banamex) que, en la etapa aciaga de Felipe El Breve, controlan Pemex, CFE, IFE, Cisen, PGR y SCT, además de otros "medios", cargas y descargas espirituales y materiales avalados por la filial de Transparencia Internacional (con "donativos" de la gasera mafiosa texana Enron).

En la Vía Láctea existe una notable excepción a la comprensión geoestratégica del zeitgeist ("el espíritu de los tiempos") petrolero y gasero: la fauna de neoliberales "mexicanos" que debido a su consustancial limitación cerebral no captan los alcances estratégicos de las pletóricas reservas del Golfo de México.

Los desenfrenados excesos bursátiles del petróleo ocasionaron una reciente sátira del genial grupo ambientalista y antiglobalizador The Yes Men, que consiguió engañar a los organizadores de Go Expo-Energy, magna conferencia en Calgary (Canadá), donde aportaron su solución tecnológica vivoleum al calentamiento global en nombre de National Petroleum Council (NPC): la transformación de los cadáveres humanos en veladoras -algunos empleados de ExxonMobil solicitaron su donación corporal en videos previos a su muerte (Le Monde, 15-06-07).

NPC es la consultora del Departamento de Energía estadunidense que preside Lee R. Raymond, anterior mandamás de la depredadora ambiental Exxon-Mobil, la trasnacional texana favorita de los Clinton y los Bush, y ahora segundo de a bordo del patronato del centro de poseídos neoliberales American Enterprise Institute.

La prensa canadiense (16-06-07) le ha dado vuelo al vivoleum: "En caso de una calamidad climática Exxon incinerará a la gente". El prestigiado portal científico Wired (14-06-07) pone en relieve la "travesura" satírica: la industria petrolera de Estados Unidos y Canadá debe "mantener el flujo de combustible" transformando en veladoras a los 4 mil millones (¡súper sic!) de cadáveres que perecieron por falta de petróleo. Los sobrevivientes podrán vivir gracias a la solución neoliberal del vivoleum. Así sea.

 
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