Usted está aquí: domingo 17 de junio de 2007 Economía Impulsará el BM que México se integre energéticamente con CA

Externa Robert Zoellick interés en que mejore la infraestructura de la región

Impulsará el BM que México se integre energéticamente con CA

El próximo presidente del organismo criticó la intención de Venezuela de cortar con la institución

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen Robert Zoellick, ayer en conferencia de prensa después de reunirse en privado con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens Robert Zoellick, ayer en conferencia de prensa después de reunirse en privado con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens Foto: José Antonio López

El estadunidense Robert Zoellick, quien el primero de julio asumirá la presidencia del Banco Mundial (BM), declaró este sábado el interés del organismo por trabajar con el gobierno mexicano en fortalecer la integración con Centroamérica en temas como el mejoramiento de la infraestructura y la energía.

En una conferencia de prensa en la ciudad de México, el candidato de la Casa Blanca a dirigir la mayor agencia de financiamiento del desarrollo destacó la necesidad de una mayor participación de los países no industrializados en la gestión del banco, pero al mismo tiempo aprovechó para deslizar críticas al gobierno de Venezuela, el cual desde principios de abril pasado manifestó su intención de abandonar el organismo multilateral.

No hay duda que Zoellick sustituirá en la presidencia del Banco Mundial a Paul Wolfowitz, artífice de la guerra de invasión de Estados Unidos a Irak. El plazo para el registro de candidatos venció el viernes por la tarde y nadie se presentó a competir con el personaje nominado por el presidente George W. Bush.

Wolfowitz, ex subsecretario de Defensa estadounidense, dirigió dos años al Banco Mundial enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción. Aceptó hace un mes dejar el puesto el 30 de junio próximo en medio de un escándalo por haber beneficiado con un alto salario a su novia, antigua empleada del organismo.

Como candidato único a dirigir el Banco Mundial, Robert Zoellick, ex subsecretario del Departamento de Estado y ex representante comercial de la Casa Blanca, es el continuador de una tradición, cuestionada por países en desarrollo, como Brasil, India o China. Se trata de la costumbre, que prevalece desde la creación de la institución al término de la segunda guerra mundial, de que sea dirigida invariablemente por un ciudadano estadounidense.

Zoellick llegó el viernes a la ciudad de México y se reunión este sábado con el secretario mexicano de Hacienda, Agustín Carstens -quien dio el apoyo a la nominación desde el 30 de mayo pasado- y ministros de finanzas de Guatemala, República Dominicana, Honduras y Costa Rica.

Después de la reunión, sobre la que no informó la Secretaría de Hacienda, Zoellick ofreció una conferencia de prensa en la que dijo que en el encuentro con los funcionarios de México y Centroamérica "hubo una atención inmediata al papel de la integración de la región y cómo esta integración es importante para el desarrollo del proceso de crecimiento".

Zoellick recordó sus anteriores participaciones como negociador por la parte estadunidense de los tratados de libre comercio de América del Norte y del que tiene su país con Centroamérica y República Dominicana para manifestar que por su experiencia en esos temas quiere, como presidente del banco, "poner especial atención en el papel de la integración regional".

Manifestó que durante la reunión con los funcionarios de México y Centroamérica este sábado se discutieron temas relacionados con la educación, la infraestructura, energía, agricultura y la migración, aunque no ofreció más detalles.

Habló de que países como México, que de acuerdo con las clasificaciones a partir de la renta por habitante, son considerados por el Banco Mundial como "de ingreso medio" ya no requieren los mecanismos de financiamiento que ofrece el organismo, porque pueden obtener mejores condiciones de crédito en los mercados internacionales de capital.

Sin embargo, añadió, esas naciones de ingreso medio como México sí pueden beneficiarse de la "experiencia" y los conocimientos del banco en el diseño de políticas públicas y estrategias de crecimiento.

"A nivel nacional, el ministro (secretario) Carstens y yo discutimos esta mañana el tema de la posición de México en el banco. México tiene mucha oportunidad de obtener financiamiento en los mercados de capital. Quizá lo que México pueda necesitar no es tanto capital, sino la experiencia del banco en temas de desarrollo", comentó.

Mencionó que otro aspecto en el que el Banco Mundial bajo su presidencia espera trabajar con el gobierno mexicano es en el diseño de algún mecanismo de asistencia técnica y financiera para hacer frente a desastres naturales, cada vez más frecuentes por el cambio climático. Pero sobre este punto también los detalles quedaron para más adelante.

Caracas y sus problemas, según Zoellick

El próximo presidente del Banco Mundial ofreció, durante la conferencia de prensa, estrechar la colaboración de la dirección del organismo con los países en desarrollo, que a menudo se sienten ignorados en la toma de decisiones. Ofreció, como parte de las acciones para restaurar las heridas del paso de Wolfowitz por la institución, incorporar a más expertos de países en desarrollo a las tareas del banco. "Existe necesidad de dedicar mucho tiempo a hablar con la gente", comentó.

Fue interrogado sobre la posibilidad de que la influencia del Banco Mundial vaya a la baja por la decisión de varios países, entre otros los latinoamericanos Argentina, Ecuador y Venezuela, de reducir su cartera de préstamos con el organismo e incluso abandonarlo, como ha planteado Caracas.

En referencia a la decisión de Venezuela, anunciada a principios de abril y no concretada hasta ahora, de dejar de ser socio del Banco Mundial, Zoellick respondió:

"Si un país siente que no necesita o no quiere los servicios de una institución financiera internacional, esa es su elección". Añadió: "Es su decisión (de Venezuela) salirse. Ahora tienen mucho dinero del petróleo, pero también problemas económicos que están creciendo y, como lo estamos viendo, también del lado político y de la prensa no se está moviendo en una dirección saludable".

 
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