La iniciativa "no tiene sentido": diplomático iraní
El Baradei propone a Irán declarar una moratoria de enriquecimiento de uranio
Viena, 14 de junio. "Una moratoria autoimpuesta en el enriquecimiento de uranio" por parte de Irán sería "una buena medida de construcción de confianza" ante la comunidad internacional, afirmó hoy el jefe de la Agencia Internacional para la Energía Atómica de las Naciones Unidas (AIEA), Mohammed El Baradei.
Al mismo tiempo, como ha hecho repetidas veces este año, el diplomático pidió que el conflicto entre Irán y las potencias occidentales sobre el programa nuclear de la república islámica se dirima por cauces pacíficos. "Incluso la idea de usar la fuerza sería catastrófico, sería un acto de locura", insistió El Baradei.
El embajador iraní ante la AIEA, Alí Asghar Soltanieh, rechazó de plano la propuesta de El Baradei. "El mensaje es claro: Irán es pionero en tecnología nuclear de enriquecimiento, de modo que una suspensión sin motivos técnicos o legales carece de credibilidad política y no tiene sentido", declaró.
Soltanieh advirtió también que "a toda acción corresponde una reacción", por lo que, si el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprueba nuevas sanciones contra la república islámica, ésta reduciría aún más su cooperación con el organismo internacional.
En tanto, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, pidió a Estados Unidos que "deje de interferir en los asuntos de otras naciones". Gang protestó también contra la inauguración en Washington, el martes pasado, de un Monumento a las Víctimas del Terrorismo, en la que participó el presidente George W. Bush. Después del acto, el vocero de la diplomacia china pidió al gobierno estadunidense que abandone "el pensamiento de la guerra fría".
En una medida que parece darle la razón a Qin en el sentido de que este pensamiento está regresando a la política internacional, los ministros de Defensa de los países que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte aceptaron estudiar las implicaciones del escudo antimisiles que Estados Unidos pretende instalar en Polonia y la República Checa, dando con ello su aprobación tácita al proyecto.
Rusia se opone radicalmente a la instalación de este sistema de defensa.