Usted está aquí: martes 12 de junio de 2007 Economist Intelligence Unit India prepara sus tropas

CAPACITACION Y FUTURO

CAPACITACION Y FUTURO

India prepara sus tropas

Economist Intelligence Unit

Ampliar la imagen El educador estadunidense y cofundador de Niños Inventan, Ed Sobey (centro), habla a escolares indios durante un acto para anunciar los Centros de Innovación para escuelas, el mes pasado en Bangalore, India. Los centros de innovación apuntan a despertar la curiosidad científica entre niños y animarlos a pensar, innovar y ser creativos El educador estadunidense y cofundador de Niños Inventan, Ed Sobey (centro), habla a escolares indios durante un acto para anunciar los Centros de Innovación para escuelas, el mes pasado en Bangalore, India. Los centros de innovación apuntan a despertar la curiosidad científica entre niños y animarlos a pensar, innovar y ser creativos Foto: Ap

Salvo en tiempos de guerra, pocas organizaciones han reclutado tanta gente con la rapidez con que lo han hecho las principales compañías indias de informática.

Las cinco empresas más grandes del sector esperan contratar, entre todas, alrededor de 125 mil jóvenes ingenieros este año. Esto da una idea del ritmo al que bancos, aseguradoras, cadenas de tiendas, medios de comunicación y compañías de telecomunicaciones están delegando sus tareas administrativas en proveedores subcontratados en India.

A juzgar por la retórica proteccionista del Partido Demócrata de Estados Unidos, la migración de empleos administrativos a países que ofrecen este tipo de servicios subcontratados a bajo costo podría ser un tema político candente en las campañas presidenciales de 2008.

Si bien el fenómeno de la subcontratación de servicios de informática impone retos a algunos países occidentales, India tiene sus propios problemas, entre ellos una feroz competencia por mano de obra calificada, escasez de graduados y una creciente movilidad de personal.

En el año fiscal anterior, las contrataciones en Infosys Technologies y Tata Consultancy Services, las dos empresas de informática más grandes de India, en términos de valor de mercado, tuvieron un repunte asombroso. Al cierre del ejercicio, el 31 de marzo, y luego de que sus ventas se incrementaron 44 por ciento, a 3 mil 10 millones de dólares, Infosys, cuyas oficinas centrales se encuentran en Bangalore, contrató a no menos de 31 mil empleados, lo que incrementó su plantilla laboral a 72 mil personas.

Tata Consultancy Services, con sede en Mumbai y cuyos ingresos se incrementaron 41 por ciento, a 4 mil 300 millones de dólares, contrató a 32 mil empleados, con lo que alcanzó un total de más de 89 mil. En contraste, de las cinco compañías estadunidenses que encabezan la más reciente lista de 500 que publicó la revista Fortune, sólo Wal-Mart creó más plazas que cualquiera de los dos gigantes indios de la informática.

El reto de conseguir semejante cantidad de trabajadores en medio de una escasez de mano de obra calificada ha convertido la administración de recursos humanos en el centro de la estrategia de estas corporaciones. Infosys, cuyo valor de mercado es de 27 mil 500 millones de dólares, contratará 24 mil 500 personas este año con el objetivo de incrementar sus utilidades entre 28 y 30 por ciento; para ello, encargó la supervisión del área de recursos humanos a su director de finanzas, Mohandas Pai.

Un movimiento así habría sido visto como un retroceso entre las 500 empresas veteranas de Fortune, pero no en un sector donde la mano de obra está escaseando mucho más rápido de lo que muchos esperaban. "No creo que en ningún otro lugar del mundo el director de finanzas de una compañía que crezca tan rápido como Infosys busque un puesto en recursos humanos", dijo Pai.

En gran medida, el proceso de reclutamiento en Infosys ha sido automatizado y subcontratado. Un programa de cómputo filtró a la gran mayoría de los aproximadamente un millón de egresados que presentaron solicitudes en línea en año pasado y seleccionó a 160 mil para que presentaran una solicitud de ingreso.

"Estamos buscando capacidad de aprendizaje -explica Bikramjit Maitra, jefe de desarrollo de recursos humanos-; si alguien ha obtenido buenas calificaciones a lo largo de 15 o 16 años, por lo menos puede aprender de memoria, y nosotros le aplicaremos una prueba para medir su capacidad analítica y su habilidad para resolver problemas."

Una empresa externa se entrevista con unos 80 mil solicitantes. Uno de cada cinco de ellos recibirá por correo electrónico una oferta de trabajo generada en forma automatizada.

"Cuando recibí el correo me quedé mudo", relata Himanshu Nahare, un solicitante de Mumbai. Al igual que otros miles, que percibirán un sueldo base de entre 230 mil y 270 mil rupias (entre 5 mil 660 y 6 mil 650 dólares), este joven de 23 años permanecerá 18 semanas en el campo de entrenamiento de la compañía en Mysore, al suroeste de Bangalore.

Allí los reclutas reciben algo más que una beca de clase mundial. En esas exuberantes instalaciones, semejantes a un Club Med donde florecen los idilios, los seleccionados tienen a su disposición albercas, mesas de billar, pistas de boliche, salas de cine y gimnasios con equipo de alta tecnología, por no mencionar los 14 tipos de cocina que se ofrecen en varios comedores. "La gente de esta edad tiene dos cosas en la mente, y una es la comida", señala Pai.

Infosys, el nombre más conocido en el sector de la informática en India, recibe un constante caudal de solicitudes. También es uno de los blancos favoritos de los cazadores de talentos de otras compañías y no está a salvo de la constante movilidad de personal que aflige a la industria. Su tasa de deserción de personal se ha duplicado en cinco años, y en 2006-2007 llegó a 13.7 por ciento.

Sin contar a quienes no cumplen las expectativas de la empresa, quienes son despedidos con base en un rígido sistema de evaluación de desempeño, similar al de General Electric, la tasa de deserción es de 12.2 por ciento, un nivel que dejaría atónitos a los departamentos de recursos humanos de la mayoría de las empresas.

"El mercado laboral en India es sumamente competitivo y nuestra capacidad de atraer y retener gente es un elemento central de nuestra estrategia", afirma el presidente ejecutivo de Infosys, Nandan Nilekani.

Las cifras de estudiantes graduados en India son un indicador poco confiable para medir la disponibilidad de trabajadores calificados. Por ejemplo, la cantidad de talentos en ingeniería es relativamente baja.

De las escuelas de ingeniería de India egresan cada año alrededor de 400 mil estudiantes. Las cinco principales empresas de informática del país (Infosys, Tata Consultancy Services, Wipro, Satyam y Cognizant) se quedarán con los mejores 125 mil, y firmas más pequeñas dedicadas al desarrollo de programas reclutarán a otros 100 mil, lo que deja muy poco personal capacitado para la industria manufacturera y para otros sectores de la economía.

La escasez de ingenieros es parte de un problema más amplio, propiciado por un sistema educativo que produce graduados que para la mayoría de las empresas no están calificados y ni siquiera son "adiestrables".

Cada año 3 millones de estudiantes se gradúan de las universidades de India, pero sólo una parte son considerados aptos para obtener empleo en la subcontratación de procesos administrativos y en la informática. De acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Empresas de Software y Servicios de India, sólo 25 por ciento de los egresados de ingeniería y entre 10 y 15 por ciento de los graduados de otras carreras universitarias son elegibles.

El citado grupo de cabildeo ha advertido que el sector de la informática en India enfrentará una escasez de 500 mil profesionales para 2010, lo que pone en riesgo el predominio de ese país en la subcontratación de servicios para empresas extranjeras. Pai considera que el gobierno debe tomar medidas urgentes para incrementar la matrícula de educación superior, de 10 ciento de la población en edad escolar a 25 por ciento.

Pai calcula que Infosys destina a capacitación alrededor de 4 por ciento de sus ventas, el doble de lo que desembolsan sus competidores estadunidenses. La inversión de la empresa en el campus de Mysore asciende a 500 millones de dólares. Y una vez terminado, el Centro de Educación Global 2, de estilo grecorromano, tendrá capacidad para capacitar a 40 mil jóvenes al año.

El directivo se siente frustrado por el fracaso del sistema de educación pública y por los costos que ello implica para las empresas; sin embargo, lo que más le preocupa es que ello está profundizando la brecha entre ricos y pobres en la sociedad india.

"Esa es la tragedia de India -afirma-. El gobierno simplemente no se ha dado cuenta de que el mayor reto para hoy y para los próximos 20 años es capacitar a nuestros jóvenes. La falta de crecimiento afecta a toda la pirámide y llega hasta la base, donde está la gente no capacitada o semicapacitada, lo que provocará un estallido social, y eso será malo para todos."

Empleo en línea: subcontratistas indios contra proteccionistas de Estados Unidos

Numerosos empleados de empresas indias de informática viajan a Estados Unidos al amparo de la polémica visa para trabajadores calificados.

La visa H1-B permite a las empresas capacitar a sus trabajadores en los procedimientos de negocios usuales en Estados Unidos y apoyar desde ese país la realización de procesos subcontratados que se han trasladado a India. La demanda de estas visas por compañías indias fue tan grande este año que la oferta anual de 65 mil solicitudes se agotó en un solo día. Tres compañías (Infosys, Wipro y TCS) concentraron casi 20 por ciento de las formas H1-B emitidas en todo el mundo en 2006. India desea que el número de solicitudes se incremente a 115 mil.

Por ser factor clave de la subcontratación en el extranjero, el programa de visas estará en la mira del furor proteccionista en Estados Unidos a medida que se acerquen las elecciones de 2008. Hace un par de semanas dos senadores aseguraron que ha habido fraudes y abusos en el otorgamiento de visas, que los trabajadores de India están desplazando a los profesionistas de Estados Unidos y que han provocado una reducción de los salarios.

La ley estipula que los trabajadores que reciben visas H1-B deben percibir los salarios "vigentes" en la industria. Los senadores citaron una investigación del Programmers Guild, una asociación gremial que asegura que las empresas que solicitan visas H1-B han propuesto pagar salarios 13 mil dólares más bajos, en promedio.

Las autoridades estadunidenses reconocen que son comunes los abusos cometidos con base en la norma del salario vigente. "Las compañías declaran que le pagan a alguien 100 mil dólares, pero al revisar las declaraciones de impuestos descubrimos que sólo pagaron 50 mil", dijo un funcionario.

Traducción de texto: David Zúñiga

 
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