Usted está aquí: martes 12 de junio de 2007 Capital Santa María la Ribera, de moderno fraccionamiento a escondite de hampones

Es una de las 10 zonas con mayor índice de delincuencia en la ciudad

Santa María la Ribera, de moderno fraccionamiento a escondite de hampones

En la colonia existen tanto edificios históricos como predios invadidos y sin servicios

MIRNA SERVIN VEGA

Ampliar la imagen Policías de la SSP-DF resguardan los predios expropiados por el gobierno capitalino en la colonia Santa María la Ribera. En la imagen, los inmuebles ubicados en los números 243 y 245 de la calle Eligio Ancona son custodiados luego de llegar la maquinaria que procederá a su demolición Policías de la SSP-DF resguardan los predios expropiados por el gobierno capitalino en la colonia Santa María la Ribera. En la imagen, los inmuebles ubicados en los números 243 y 245 de la calle Eligio Ancona son custodiados luego de llegar la maquinaria que procederá a su demolición Foto: Alfredo Domínguez

La colonia Santa María la Ribera es considerada una de las 10 zonas con mayor índice de delincuencia en la ciudad. Sin embargo, esto no siempre fue así, ya que también es conocida como "el primer fraccionamiento moderno de la ciudad de México, planeado y diseñado principalmente para responder a la demanda de vivienda surgida a partir del crecimiento demográfico experimentado desde mediados del siglo XIX", de acuerdo al estudio del lugar, plasmado en el decreto de expropiación de tres predios ubicados en esta colonia, publicado el 7 de junio pasado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.

Con el correr del tiempo, las viejas casonas que abarcan extensiones de por lo menos media manzana se convirtieron en predios abandonados que dieron paso a las invasiones para la obtención de vivienda y, en algunos casos, a refugios de delincuentes utilizados para evitar la acción de la policía o para la comercialización de droga y autopartes robadas.

En un recorrido por la zona se constató la existencia de predios invadidos en la zona sur de la colonia, delimitado por las avenidas Ribera de San Cosme e Insurgentes, y el predominio de antiguas vecindades y callejones, así como la deficiencia de servicios urbanos en la parte norte, que colinda con una zona industrial, delimitada por la avenida Flores Magón.

Los habitantes también conviven con edificios y espacios de alto valor histórico y arquitectónico, como la Alameda, el Kiosco Morisco, la Casa de los Mascarones, el Templo de los Josefinos, la Parroquia del Espíritu Santo y los museos del Chopo y de Geología, entre otras construcciones.

Sin embargo, ante los crecientes conflictos en la zona, la descendencia de la mayoría de los primeros habitantes de la Santa María la Ribera prefirió emigrar hacia otras colonias del sur de la ciudad, en cuanto estas se empezaron a construir.

Recuerdos de una época

Esa es la historia del arquitecto Juan Fernando Vargas Betancourt, cuyos abuelos, provenientes de Granada, España, construyeron en 1900 una casa de casi media manzana en la calle de Eucalipto 8.

La casona de dos plantas y patio central pasó por dos generaciones mas de esta familia, desde el nacimiento de este arquitecto en 1930, la muerte de su abuelo en 1971, y el nacimiento de los hijos de una nueva generación en 1977.

En esta casa, cuenta Vargas Betancourt, vivieron rodeados de vecinos de renombre como Mariano Azuela, hasta gente del "arrabal" que visitaba las pulquerías de la zona norte de esta colonia, ya que, de acuerdo con el testimonio de este arquitecto, siempre existió "una zona residencial de casas monumentales y otra de enormes vecindades".

En 1987, los integrantes de la familia decidieron vender la propiedad y fue entonces cuando ésta fue invadida por varias familias, sin que ningún recurso legal pudiera impedirlo.

Actualmente, esta colonia, que pertenece al sector Buenavista de la delegación Cuauhutémoc, tiene uno de los índices más altos de robos en el Distrito Federal

Tan sólo del primero de enero al 26 de mayo de este año se levantaron mil 334 denuncias, de las cuales, 54.5 por ciento de ellas fueron por robo, principalmente, a transeúnte, a negocio y de autopartes, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública del DF.

Estos delitos se cometen sobre todo en la zona bancaria ubicada en Ribera de San Cosme, en su esquina con Circuito Interior, y en su cruce con la calle del mismo nombre de la colonia.

Cabe recordar que apenas el 27 de marzo pasado, el jefe policiaco de este sector, Ernesto Rivera Reyes, fue muerto de un impacto de bala cuando trató de detener un asalto contra un cuentahabiente en la calle de Amado Nervo y Doctor Enrique González Martínez.

Pero esta problemática no es nueva, ya que inclusive sucursales bancarias ubicadas en la zona, han cerrado debido a la inseguridad, tal como sucedió con un banco situado en la calle de Eligio Ancona y Fresno.

Hoy, a Vargas Betancourt sólo le queda pasar por las calles de esta colonia y recordar lo que en alguna época fue su hogar.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.