Usted está aquí: sábado 9 de junio de 2007 Espectáculos Jueves de Corpus, fiesta de dulces y mulitas en San Cristóbal

Jueves de Corpus, fiesta de dulces y mulitas en San Cristóbal

Javier Molina

Ampliar la imagen Fiesta de color en los puestos de mulitas * Moysés Zúñiga Santiago Fiesta de color en los puestos de mulitas Foto: Moysés Zúñiga Santiago

San Cristóbal de las Casas, Chis., 8 de junio. El jueves de Corpus es un día de fiesta, la fiesta de los dulces. Una de las más antiguas tradiciones que se mantiene intacta gracias al trabajo, buen gusto, carácter y sabiduría de las mujeres de este lugar. Son más de cien puestos instalados en el portal del palacio municipal que ofrecen como cincuenta variedades de dulces. Los productos representativos, desde luego, son las mulitas de corpus, hechas de hojas de doblador (la envoltura de la mazorca), cáñamo y papel celofán de diversos colores, cargadas de dulces, con el adorno de algún trastecillo de barro y algún sombrerito.

En uno de los puestos vemos instaladas mulitas de diversos tamaños (algunas en miniatura) que forman, al mismo tiempo, un ejército de mulitas y una juguetería de dulces. Los puestos son una fiesta del color, los ingredientes una legión: piña, durazno, limón, coco, higos, naranjas, cupapé, nuez, chilacayote, leche, yema de huevo, zapote, semillas de calabaza, clavo, cacahuate, harinas, miel virgen... y, como cantaría Celia Cruz: azúcar.

La tártara (elaborada con harina, huevo y vino), el chimbo de yema y el mazapán de pepita de calabaza son legendarios en esta región. Hay dulces con figuras de palomas, calabacitas, manzanas, fresas, piñas...

-¿Y cuál es el trabajo?

-El trabajo es hacerlo, responde directamente doña Florinda Villegas Mendoza, hacer la figura.

-¿Y siempre va a salir bien?

-Ah, claro, es que ya tenemos experiencia.

Doña Florinda, irónicamente, es del barrio Las Delicias. Con ella está su hija, Claudia Elizabeth Trejo, licenciada en Educación Primaria, y en un puesto cercano su madre, la señora Margarita Mendoza.

Los dulces de fábrica no le hacen mella a la tradición, "porque es mejor lo que hacemos nosotros".

Desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche del jueves está la fiesta de los dulces, en la que participan dulceras de prácticamente todos los barrios de esta antigua ciudad real. La música es de marimba (como las abejas zumban alrededor de los puestos inevitablemente pensamos en la clásica El vuelo del abejorro). Y se impone la memoria de Marcel Proust, cuando afirma que "en una gotita de sabor puede levantarse el enorme edificio del recuerdo".

 
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