Usted está aquí: sábado 9 de junio de 2007 Cultura Refutan investigadores al INAH: Cacaxtla sí presenta daños de consideración por la granizada

El basamento del sitio arqueológico podría derrumbarse, alerta líder sindical

Refutan investigadores al INAH: Cacaxtla sí presenta daños de consideración por la granizada

FERNANDO CAMACHO SERVIN

En contraposición a lo manifestado por las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los daños en la zona arqueológica de Cacaxtla, tras la fuerte granizada del pasado 21 de mayo, son considerables y ponen en riesgo la estabilidad del llamado gran basamento, por lo que es necesario poner en marcha cuanto antes un plan integral de rescate de ese sitio.

Lo anterior fue advertido por Cuauhtémoc Velasco Avila, secretario general de la delegación sindical de investigadores y docentes del INAH, adscrita a dicha área en Tlaxcala.

El instituto dijo inicialmente ''que no había daño alguno; luego admitió que habían caído unos muretes y por último afirmó que todo estaba perfectamente bien. Espero que se refieran a las pinturas murales, que en efecto no salieron perjudicadas, pero Cacaxtla es más que eso. No minimizamos su importancia, pero el contexto para entenderlas se encuentra en los demás elementos del lugar", afirmó Velasco en entrevista.

Luego de hacer un recorrido por la zona arqueológica, los profesores agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) observaron que la estructura metálica de protección, colocada en 1987 en medio de críticas por su supuesta falta de sentido estético y utilidad real, se había derrumbado sobre dos muros de casi dos metros, y fragmentos de piso correspondientes al periodo epiclásico.

Las paredes, como el suelo, ''quedaron prácticamente destruidos, y eran únicos ya que aportaban información valiosa sobre los métodos arquitectónicos utilizados durante esa época", explicó el profesor.

Perjuicios en las condiciones naturales

De acuerdo con Velasco, el techo de metal ha provocado cambios nocivos en las condiciones naturales del gran basamento, una plataforma en torno a la cual se desarrolló Cacaxtla. Al estar hecho de adobe, el calor lo resecó y si ahora se retira la estructura de protección, el basamento podría derrumbarse, ''como si fuera un polvorón.

''Esperábamos que el INAH hiciera pública una evaluación de los daños, pero como no es así, nosotros como investigadores haremos un dictamen y formularemos algunas propuestas al instituto, el cual sería el encargado de aplicarlas. Debe entenderse que no sólo los murales son importantes; este es un sitio arqueológico que requiere un estudio más amplio e integral para su interpretación", señaló.

 
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