Comandos de 30 hombres se dividen en bandas y atacan
Revelan modus operandi de sicarios en 9 estados
Los grupos de sicarios que han desestabilizado zonas de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz y Baja California operan en comandos de 30 personas, que a su vez se dividen en células operativas de siete integrantes, revelaron altos funcionarios de Gabinete de Seguridad del presidente Felipe Calderón.
Lo anterior se sostiene en reportes de inteligencia de instancias del gobierno federal, entre ellas el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, así como la Agencia Federal de Investigación y la Policía Federal Preventiva, dependientes de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Durante los meses recientes y a raíz de la puesta en marcha de la segunda fase de los llamados operativos conjuntos -en los que participan más de 20 mil efectivos del Ejército y 2 mil 500 agentes federales-, el gobierno ha desplazado a las llamadas zonas en conflicto (como Tierra Caliente de Guerrero, Michoacán y el estado de México), a células de inteligencia que recaban datos sobre la presencia de grupos de sicarios de los cárteles del Golfo y Sinaloa.
Según los funcionarios consultados, la información recopilada señala que grupos de hombres con camionetas arregladas, en cuyo interior trasladan granadas y rifles de asalto, se movilizan de estados como Tamaulipas o Sinaloa hasta Guerrero, Tabasco y Campeche, para "tratar de controlar la zona" en favor de su respectiva organización.
Los informes federales refieren que estas células llegan a los centros de operación -por ejemplo Apatzingán, en Michoacán- y luego se dividen en grupos de siete a los municipios cercanos, y tras ubicar a sus rivales, atacan de manera simultánea y luego se trasladan a otros puntos del estado, a fin de aparentar que son muchos más.
Aunque no existe un número cierto en cuanto a las personas que integran a Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo, el gobierno federal considera que el grupo central lo conforman unos 300 hombres, pero que al estar dividido en células operativas, estas divisiones se alían con grupos locales de cada entidad, para fortalecer sus operaciones.
Muestra de lo anterior, indicaron los entrevistados, es la detención en abril pasado de Nabor Vargas García, El Débora, quien fue enviado de Tamaulipas a Ciudad del Carmen, Campeche, junto con varios sicarios, para controlar el tráfico de drogas e indocumentados en la zona.
Según la información recabada, El Débora se alió con delincuentes de la zona para evitar que otras organizaciones utilizaran sus rutas. Para que su grupo tuviera recursos perpetraron secuestros, entre ellos el de los dirigentes petroleros de la sección 42, Luis Gerardo Pérez Sánchez, Juan Viveros Castillo y Leopoldo Garza Maya, quienes fueron liberados tras 27 días de plagio y que sus familiares pagaran 21.5 millones de pesos de rescate.