Rechaza el Partido Popular llamado a la unidad; pide "derrotar" a etarras

Condena Rodríguez Zapatero el anuncio de ETA del rompimiento de la tregua

ARMANDO G. TEJEDA

Madrid, 5 de junio. El presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, condenó la ruptura de la tregua por parte de la organización armada vasca ETA, a la que le advirtió que frente a su "nueva equivocación" el Estado responderá con la aplicación de la ley y la utilización de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

El mandatario hizo un llamado de unidad a todas las formaciones políticas del país, ante una decisión de ETA que causó conmoción más allá de sus fronteras con expresiones de preocupación y calificativos de "mala noticia" por parte de Naciones Unidas, la Unión Europea, Francia y el partido Sinn Fein, de Irlanda del Norte, que llamó a las partes a redoblar los esfuerzos para lograr la paz.

Tras una tregua de 14 meses y un largo periodo de negociaciones secretas, con mediadores como enlaces entre representantes del Ejecutivo y la dirección etarra, el proceso quedó sepultado con el atentado del 30 de diciembre en el aeropuerto de Madrid-Barajas, en que murieron dos inmigrantes ecuatorianos.

La cúpula de ETA emitió durante la madrugada pasada un comunicado con que cerró toda esperanza al anunciar que el grupo volvería a las armas a partir de las cero horas de este miércoles.

Sostiene que la única solución al proceso es el reconocimiento de un "Estado independiente" integrado por las siete provincias que integran Euskal Herria: Guipúzcoa, Vizcaya, Alava, Navarra, Lapurdi, Nafarroa Behera y Zuberoa, éstas tres últimas integradas en territorio francés.

En el comunicado, remitido a los diarios vascos Berria y Gara, ETA responsabiliza de la ruptura de la tregua al mandatario español y a los líderes del gobernante Partido Nacionalista Vasco (PNV), al afirmar que "el talante de Zapatero se ha convertido en un fascismo que deja a los partidos y a los ciudadanos sin derechos".

El grupo armado sostiene que la sociedad vasca vive en una situación de "excepción", que se evidenció en las últimas elecciones municipales y autonómicas, en las que no pudieron concurrir las marcas electorales vinculadas con la coalición Batasuna, salvo las 133 candidaturas de Acción Nacionalista Vasca.

El presidente del gobierno español compareció en la residencia oficial de La Moncloa, donde subrayó que "la respuesta a esta nueva equivocación será la que siempre han dado los gobiernos de España, las fuerzas democráticas y la sociedad en su conjunto, una respuesta anclada en la defensa común de los valores e instituciones democráticas" y la aplicación del estado de derecho, y llamó a la unidad nacional de todos los partidos y la sociedad.

El gobierno regional del País Vasco, en el norte de España, dirigido por los nacionalistas moderados del PNV, calificó de "broma macabra" el anuncio de ETA de poner fin a la tregua, que de hecho consideró estaba rota desde el atentado que costó la vida a dos inmigrantes ecuatorianos. Además, pidió a la ilegalizada Batasuna que "hable claro" sobre esta ruptura.

Batasuna, señalado como brazo político del grupo independentista, atribuyó la responsabilidad de la ruptura de la tregua "única y exclusivamente" a ETA, pero subrayó que "el fracaso y colapso del llamado proceso de paz tiene responsables nítidos que son el gobierno español y el PNV", según el vocero Arnaldo Otegi.

El líder del opositor y derechista Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, lejos de sumarse a la unidad reclamada por el gobierno para hacer frente a la amenaza etarra volvió a cuestionar la política adoptada por Rodríguez Zapatero, al que acuso de "ambiguo" y le exigió "hechos y pruebas" para conseguir el apoyo de su partido, e insistió en que ETA debe ser "derrotada".

El gobernante Partido Socialista Obrero Español dijo que "el instrumento más valioso para hacer frente al terrorismo es la unidad de los demócratas", en tanto que el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, responsabilizó de la ruptura de la tregua "en exclusivo a ETA" y volvió a invitar al PP a que recupere la unidad de los partidos democráticos y que respete la política del gobierno en esta materia.

Mientras, la organización pacifista Gesto por la Paz consideró que la decisión de ETA "no es más que un aviso explícito de una amenaza de muerte y la sociedad vasca no puede permitir bajo ningún concepto vivir en este continuo corredor de la muerte".

Asimismo, las organizaciones de víctimas del terrorismo afines al PP, como Basta Ya y la AVT, exigieron la dimisión de Rodríguez Zapatero, al considerar que no tiene la legitimidad moral para encabezar la lucha contra ETA.