Usted está aquí: martes 29 de mayo de 2007 Mundo Histórica reunión EU-Irán tras 27 años de enfriamiento diplomático

Concluye sin acuerdos primer diálogo sobre la guerra en Irak; prevén más encuentros

Histórica reunión EU-Irán tras 27 años de enfriamiento diplomático

Washington sostiene que Teherán financia y entrena a milicias iraquíes sunitas y chiítas

Representante de la república islámica guarda silencio ante las acusaciones estadunidenses

REUTERS, AFP, DPA

Ampliar la imagen Estados Unidos desplegó el pasado 22 de mayo una flotilla de nueve portaviones en el golfo Pérsico en apoyo a sus operaciones regionales Estados Unidos desplegó el pasado 22 de mayo una flotilla de nueve portaviones en el golfo Pérsico en apoyo a sus operaciones regionales Foto: Reuters

Bagdad, 28 de mayo. Estados Unidos e Irán rompieron este lunes un enfriamiento diplomático de 27 años con una reunión histórica de cuatro horas en la que sus respectivos embajadores en Bagdad hablaron únicamente sobre la guerra en Irak, y la necesidad de que Teherán deje de apoyar a las milicias iraquíes.

Los embajadores de Estados Unidos, Ryan Crocker, y de Irán, Hassan Kazemi Qomi, que se reunieron en la residencia del primer ministro iraquí, Nuri Maliki, dentro de la zona verde de Bagdad, discutieron una estrategia para frenar el caos y la inseguridad en Irak, aunque la reunión no aportó avances importantes.

Washington acusa a Irán de armar, financiar y entrenar a las milicias chiítas que generan la espiral de violencia en Irak, alegato que Teherán niega.

Tras la reunión Crocker señaló, en una conferencia de prensa, que no hubo resultados positivos inmediatos, aunque consideró esperanzador que su país e Irán tengan visiones muy similares sobre el futuro de Irak. Los iraníes, dijo, "pudieron haber llegado a la conferencia con una actitud negativa, pero en vez de ello llegaron con una positiva declaración de políticas" sobre la importancia de la estabilidad iraquí.

El embajador estadunidense se declaró animado por el hecho de que los iraníes usaran la oportunidad para presentar su política en términos positivos y que coincidiera en mucho con la de su gobierno.

En el encuentro, en el que participó también el consejero iraquí de seguridad, Muwaffak Rubaie, "hubo puntos de vista conformes, concretamente sobre el apoyo a un Irak democrático, seguro, estable y federal, que controle su propia seguridad y que esté en paz con los países vecinos", según explicó Crocker, quien apuntó que Washington "quiere ver acciones y no principios".

De esta manera, lamentó que los iraníes no hayan respondido directamente a las inquietudes de Washington. Concretamente, dijo, en cuanto al apoyo a las milicias sunitas y chiítas en Irak consistente en dinero, armas e instrucción, o el hecho de que los explosivos usados por esos grupos provengan de Irán".

Crocker aseguró que Washington tiene "evidencias sólidas" que vinculan a Irán con el apoyo a grupos extremistas que atacan a los soldados estadunidense, a las fuerzas de seguridad iraquíes y a civiles inocentes. "Sabemos que la Fuerza Quds (de Irán) es el principal instrumento" que abastece tanto a insurgentes sunitas como a grupos radicales chiítas en Irak, subrayó.

Los crecientes conflictos entre las milicias sunitas y chiítas, así como los ataques de grupos externos que dejan a diario decenas de víctimas mortales, no han disminuido, a pesar del incremento de tropas estadunidenses en Irak.

A principios de abril, el vocero de las fuerzas estadunidenses de ocupación en Irak, William Caldwell, acusó por primera vez al gobierno de Irán de apoyar a organizaciones de la resistencia sunita de Irak y ya no sólo a los chiítas.

De acuerdo con Crocker, los iraníes tuvieron "muy pocos comentarios" sobre las acusaciones, y aunque no esperaba "resultados positivos instantáneos", consideró que hubiera sido provechoso tener más respuestas.

Crocker, por otro lado, reaccionó con reservas a la propuesta iraní de que Teherán coordine, junto a las tropas estadunidenses y el gobierno iraquí, las medidas de seguridad en Irak, al criticar como insuficiente la instrucción de las fuerzas iraquíes. Sin embargo, no exigió un cronograma para el retiro de los 146 mil soldados de Estados Unidos.

Irán considera que la salida de las tropas estadunidenses de Irak es la primera condición para el restablecimiento de la seguridad en suelo iraquí.

A su vez, Kazemi consideró que esta primera reunión, de forma general, dio resultados positivos, pero destacó que la presencia de las tropas multinacionales depende de la velocidad con que las fuerzas iraquíes puedan asumir sus tareas.

La seguridad en Irak fue el único tema tratado en la reunión, tal como estaba previsto, y no se planteó ningún otro asunto espinoso, como el programa nuclear iraní.

El representante diplomático de Teherán dijo que las negociaciones de hoy representan un primer paso entre ambas partes, y podrá efectuarse otro en las próximas semanas, pero Crocker aclaró que esto sucederá sólo si el gobierno de Bagdad hace una nueva invitación para más discusiones.

Tras el encuentro, Maliki destacó que la presencia de las tropas multinacionales depende de la velocidad con que las fuerzas iraquíes puedan asumir sus tareas de seguridad, e indicó que su país no tolerará que los soldados extranjeros se conviertan en "la amenaza para cualquiera de sus vecinos".

Aclaró, asimismo, que el objetivo de su gobierno es un Irak estable, sin tropas internacionales o intervención regional. "No queremos que Irak se convierta en una base de organizaciones terroristas que hagan daño al país y a sus vecinos. Queremos una postura similar de otros países, especialmente de vecinos y aliados regionales", subrayó.

Asimismo, afirmó que "Irak no será un trampolín para las amenazas contra los países vecinos", en una advertencia dirigida a Estados Unidos en caso de que tengan tentación de lanzar un ataque contra Teherán.

Funcionarios iraníes reaccionaron en Teherán a la posición estadunidense, al señalar que su país está preocupado por la creciente presión de Washington y acusaciones de que su país sea responsable de la violencia sectaria en Irak. Antes de la reunión, autoridades de Teherán dijeron que Irán cree que las fuerzas estadunidenses son responsables de generar violencia.

La entrevista en Bagdad ocurre después de un breve encuentro, el pasado 3 de mayo, en la localidad costera egipcia de Charm El Cheik entre la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, y su par iraní, Manuchehr Mottaki.

Presencia militar en el Pérsico

En este contexto, Washington ha fortalecido su presencia militar en el golfo Pérsico. En enero pasado envió un portaaviones equipado con misiles y sistemas antimisiles Patriot, los cuales fueron utilizados en la primera invasión a Irak, en 1991.

Además, el 23 de mayo, el mismo día en que la Agencia internacional de Energía Atómica (AIEA) presentó su informe en el que aseguró que Irán mantiene su desafío a la Organización de Naciones Unidas con su programa de enriquecimiento de uranio y obstaculiza la actividad de sus inspectores, otro portaaviones, acompañados por varios navíos, entraron en aguas del golfo Pérsico, si bien la marina de Estados Unidos señaló que sólo realizarían misiones de respaldo a la operación Libertad de Irak y efectuarían ejercicios "no vinculados a la situación en el área".

La reunión entre Crocker y Kazemi fue la primera oficial a nivel de embajadores desde que Estados Unidos e Irán rompieron relaciones tras la Revolución Islámica que derrocó al sha, apoyado por Washington, y la crisis surgida por la toma de rehenes en la embajada estadunidense. No obstante, mantuvieron contactos informales durante la guerra entre Irak e Irán, en los años 80.

 
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