Usted está aquí: domingo 27 de mayo de 2007 Cultura Hockney presenta su macropaisaje

La obra de 12 metros es exhibida en la Real Academia de las Artes, de Londres

Hockney presenta su macropaisaje

"Me guío por mis instintos", asegura el artista, padre del movimiento pop británico

ARIFA AKBAR THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen El artista británico posa frente a la mayor empresa de su vida El artista británico posa frente a la mayor empresa de su vida Foto: Reuters

Hace cerca de un mes, David Hockney cargó en una camioneta 50 lienzos que conforman su obra más grande y los llevó a un enorme granero, cerca de su estudio en Bridlington.

Ahí, contra las paredes del almacén, montó su más reciente y ambiciosa composición de 12 metros de ancho y 4.5 metros de alto, que es un homenaje a la belleza del paisaje del este de Yorkshire. Pintado al aire libre, era demasiado grande para ensamblarlo en el interior de su modesto estudio.

Sin embargo, hay instalaciones más espaciosas que la Real Academia de las Artes, y Hockney estaba parado frente a su composición, esta vez en Londres.

Arboles más grandes cerca del agua o Peinture en Plein Air pour láge Post Photographique es el título de la pintura montada en la Real Academia de las Artes, la obra de mayor tamaño jamás expuesta en este recinto.

"Cuando la llevamos al granero y la pusimos contra la pared fue emocionante, embriagador", dijo Hockney en la develación. "Lo más que había yo visto eran 10 piezas al mismo tiempo. En el momento en que todo quedó colocado sentí un enorme placer. De inmediato me di cuenta de lo que puedo hacer en el futuro", dijo.

La carrera de Hockney, quien a menudo es considerado el padre del movimiento del arte pop británico y uno de los artistas de mayor influencia en el siglo XX, se ha desarrollado a lo largo de cinco décadas y ha generado trabajos que se exhiben en galerías de todo el mundo.

En entrevista con The Independent, aseguró que su obra más reciente, que será el corazón de la exhibición de verano de la Real Academia, es "su empresa más ambiciosa" en pintura.

Hockney señaló que desde hace tiempo quería crear una obra de grandes dimensiones, pero aseguró que en el momento en que finalmente conceptualizó el método técnico que emplearía, tuvo que darle vida, pues la idea lo absorbió por completo.

"Estuve dándole vueltas a la escena durante más de un año. Llamé a la Real Academia y les pregunté: '¿Ustedes podrían darme una pared muy grande si yo hago una pintura que la abarque toda?' Esto fue a finales de febrero. Me di cuenta de que yo podía hacer algo de esas dimensiones si juntaba lienzos. No necesitaba una escalera, ni a otras 10 personas para lograrlo.

"Una vez que tuve la idea, no pude parar hasta que terminé. Estábamos trabajando casi sin detenernos durante unas cinco semanas. Estábamos como drogados con adrenalina. Es tan emocionante cuando sabes que estás creando algo nuevo y sientes su energía. Me sentía como si estuviera subiendo escaleras y fumando cigarrillos al mismo tiempo."

Proceso creativo

Un total de 70 lienzos fueron encargados por su estudio, lo mismo que numerosas charolas que servirían de paletas. Desde hacía tiempo había elegido el bosque como sujeto de la pintura, después de encontrar por casualidad un árbol particularmente barroco en una excursión por la campiña de Yorkshire, donde pintó una gran parte de la obra.

"Llegábamos ahí en auto y disponíamos de todo en el exterior. Afortunadamente, sólo un día llovió. Se trata de una pintura muy grande, de la que sólo puede verse una quinta parte a la vez."

Cada noche, el artista veía en computadora cómo la pintura se iba completando. Si bien el proceso fue muy demandante, la urgencia provino de una necesidad de capturar la escena antes de que un cambio de estación la alterara. Dijo que esto lo ha inspirado para producir en el futuro obras de la misma dimensión.

El largo proceso de pintar fue documentado con una filmación, que será lanzada como película para ofrecer una visión sobre el proceso de trabajo. Según amigos de Hockney, el pintor ha escogido otros motivos del paisaje de Yorkshire, que ha sido su principal fijación artística en los cuatro años recientes.

Nacido en Bradford, el artista estudió en la Escuela de Artes local, antes de ingresar al Real Colegio de Artes de Londres, donde conoció a RB Kitaj.

Cuando aún estudiaba en esta universidad, Hockney mostró su trabajo junto con el de Peter Blake en una exposición titulada Jóvenes contemporáneos, que fue el nacimiento del arte pop británico. En 1963 visitó Nueva York y mantuvo contacto con Andy Warhol antes de mudarse a California, donde logró reputación mundial con sus "pinturas de piscina", en los años 60.

"Me guío por mis instintos. Mi hermana y mi madre estuvieron en Bridlington y es una parte del mundo que conozco muy bien. Resultó ser el lugar perfecto para estar en ese momento. Está aislado y no se puede venir aquí desde Londres en un día. A mi edad, quiero dedicar mucho tiempo a pintar y tengo que librarme de las estupideces de todos los días para hacerlo. Londres es agradable y tiene muchas diversiones, aun más que Los Angeles.

"En Bridlington se puede vivir en privado. A veces pasa una semana y yo no he salido de la casa."

Una creciente pérdida de su capacidad auditiva puede ser un factor para que Hockney desee más la soledad. Ahora utiliza dos aparatos para la sordera, por lo que sus antiguos pasatiempos, como ir a la ópera, han tenido que ser sustituidos.

"Ahora leo mucho y sopeso las cosas. Es interesante que la sordera te dé tanto poder y serguridad. Ahora estoy tan sordo que ni siquiera me importa si nunca me vuelven a invitar a algún lado."

La obra de Hockney forma parte de la Exhibición Verano 239, que se abrirá a los visitantes el próximo 11 de junio.

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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