Intentos de regresión, alertó el auditor; ofensivo, el enorme gasto electoral, dijo
Persisten opacidad y riesgo en áreas vitales del gobierno: González de Aragón
"Nos hemos convertido en una instancia incómoda que no es complaciente con el poder"
El titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Arturo González de Aragón, advirtió que "no se transmite un buen mensaje cuando a la acción fiscalizadora se le oponen todo tipo de obstáculos, entorpeciendo el cumplimiento de su mandato".
Al recibir la presea Rafael Mancera Ortiz, máximo galardón que otorga el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, González de Aragón apuntó que los amparos, controversias constitucionales y negaciones de información, "sólo propician suspicacia y sospecha sobre la transparencia de las acciones" de gobierno, y afirmó: "nos hemos convertido en la Auditoría incómoda que no es complaciente con el poder público."
Alertó que existen intentos de regresión en los avances alcanzados en materia de transparencia sobre el uso de los recursos públicos. "Si usted busca busca nombre y apellido no es sencillo, pero yo creo que los vemos a cada rato", dijo.
Y puntualizó: "La increíble cantidad de recursos que se destinan a procesos electorales son una ofensa para la sociedad mexicana, de manera que eso tiene que ser regularizado."
Continuó: "Estamos viendo las noticias. No hay transparencia debida, pero hay otras necesidades que son mucho más urgentes. Estamos viendo la cantidad de recursos federales que se transfieren a estados y municipios, donde no hay la transparencia debida. Estamos viendo la increíble pérdida de bienes (públicos) que acontece todos los días por carecer de una contabilidad que nos permita preservar el patrimonio de todos los mexicanos."
Como resultado de su actuación, agregó, la ASF ha detectado importantes áreas de opacidad y riesgo, sobre las es indispensable la instrumentación de acciones puntuales por parte de la administración pública, "para avanzar en los procesos de transparencia y rendición de cuentas."
González de Aragón enumeró una larga lista de esas áreas de riesgo, entre las que mencionó la eficiencia recaudatoria del Estado; fideicomisos, fondos, mandatos y contratos análogos; pensiones y jubilaciones; transferencia de recursos federales a estados y municipios; los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo, conocidos como Pidiregas; recursos destinados a procesos electorales; sistema contable gubernamental; educación pública en sus componentes de calidad y cobertura, y las remuneraciones de los servidores públicos.
-¿Entonces, todo México es opaco? -se le preguntó.
-No -respondió de inmediato. "Para nada. No podemos hablar de absolutos, pero sí le puedo decir que hay avances buenos". Y mencionó la Ley de Transparencia y el servicio público de carrera, "sobre todo para ir eliminando la visión patrimonialista de los cargos públicos, que no los tomen los servidores públicos para resolver el problema de tres generaciones. Pero también hay intenciones regresivas y entonces hay que evitar, en cualquier sentido, que estos malos servidores públicos vayan o intenten una regresión que afecte a los intereses de toda la sociedad."