Usted está aquí: viernes 25 de mayo de 2007 Deportes Abrimos brecha para las nuevas generaciones: Espinoza

De talento juvenil a campeona mundial en el taekwondo

Abrimos brecha para las nuevas generaciones: Espinoza

El apoyo de la familia es fundamental, dijo la atleta sinaloense

ROSALIA A. VILLANUEVA

Ampliar la imagen Rodolfo Osornio, ganador de bronce (izquierda), y Guillermo Pérez, medallista de plata, flanquean a María del Rosario Espinoza, a su llegada esta madrugada de Pekín Rodolfo Osornio, ganador de bronce (izquierda), y Guillermo Pérez, medallista de plata, flanquean a María del Rosario Espinoza, a su llegada esta madrugada de Pekín Foto: Conade

Los frutos de un verdadero talento juvenil se dieron en María del Rosario Espinoza Espinoza, quien en tan sólo siete años en el alto rendimiento vio coronar su entrega y dedicación al taekwondo, para convertirse en la tercera campeona mundial de este deporte en toda la historia.

"Se abrió la brecha al ser parte de una nueva generación'', señaló la oriunda de Guasave, de 19 años de edad, tras el logro alcanzado en peso medio (72 kilogramos), en Pekín, en el mismo escenario donde se realizarán los Juegos Olímpicos de 2008.

La sinaloense dijo sentirse orgullosa de haber conseguido el metal dorado para el país, pero eso no le garantiza tener el lugar asegurado a los Panamericanos de Río de Janeiro y al Preolímpico de Manchester, porque deberá pelear su boleto en el selectivo el 9 de junio, que podría realizarse en en el Distrito Federal o Querétaro.

Atrás quedaron los cinco combates que ganó en China, en los que superó a medallistas olímpicas y mundiales de mayor edad y de largo historial, así como los golpes que son tan comunes en este deporte marcial.

El cetro, subraya la taekwondoísta, se une al título panamericano juvenil de 2003, el cual dedica a las personas que confiaron en ella desde que debutó en el tatami, a la edad de 12, para enrolarse en el alto rendimiento.

El camino no fue nada fácil y menos para una niña pueblerina de La Brecha que debió dejar familia e irse a entrenar a San Luis Potosí, en el club La Loma y Villas Tlalpan de la Conade, base de concentración de las selecciones nacionales.

Hija de un pescador de barco camaronero y madre dedicada al hogar, a María del Rosario siempre le ha gustado el deporte y comenzó a dar sus primeras patadas a los cinco años, primero de manera formativa, luego en competencias oficiales en la secundaria.

En su mente siempre tiene presente el consejo de su padre Marcelino, acompañado de la bendición de Felicitas, su progenitora. "El apoyo de la familia es fundamental; ganes o pierdas siempre están contigo. Por eso tengo las palabras de mi papi: la vida del pescador tiene sus altas y bajas.

"Así ha sucedido. Conoces el sabor de la victoria y también la amargura de la derrota, pero jamás debes perder la humildad.

"No quiero apresurarme por lo que he hecho. Vamos paso a pasito. Ser campeona mundial no me da derecho a ser más ni menos, sé que debo mantenerme, trabajar y exigirme para seguir dando resultados'', subraya la atleta.

Al margen de la beca que seguramente se incrementará a 25 mil pesos por parte del programa Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA) y de formar parte de la terna para el Premio Nacional del Deporte 2007, la campeona del orbe sólo pide dar seguimiento a los miles de niños y jóvenes que practican esta disciplina, ya que son parte de ese semillero que tendrán su recompensa en Londres 2012 y el siguiente ciclo olímpico de 2016.

Tampoco deja a un lado la labor de los entrenadores que también contribuyeron a la obtención de la medalla de oro, y menciona al español Ireno Fargas, quien ya no está con la selección, así como a los mexicanos Verónica Márquez y José Luis Onofre.

 
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