Usted está aquí: viernes 25 de mayo de 2007 Ciencias Se intensifican huracanes en mares templados

Se intensifican huracanes en mares templados

Reuters

Nueva York, 23 de mayo. Los huracanes en los pasados 5 mil años parecen haber sido más influenciados por El Niño y el monzón africano que por el calentamiento global, dijeron el miércoles investigadores.

El estudio, publicado en la revista Nature, se suma al debate sobre si los mares que aumentaron de temperatura por las emisiones de gases de efecto invernadero generan más huracanes, como los que golpearon al Golfo de México en 2005.

Algunos investigadores dicen que los mares más cálidos parecen haber contribuido a la generación de huracanes más intensos, aunque otros están en desacuerdo. El Panel Internacional sobre el Cambio Climático de la ONU afirmó que este año era probable que los humanos alimenten una tendencia a huracanes más intensos.

Varios fuertes huracanes impactaron contra el Atlántico occidental en momentos en que la corriente de El Niño era débil o cuando había fuertes monzones en el oeste africano, incluso cuando los mares locales eran más templados que ahora, dijo el estudio.

"Las temperaturas de la superficie del mar tropical, con su nivel actual de calidez, no son aparentemente una condicion para el aumento de la actividad de huracanes intensos", dijo Jeffrey Donnelly, autor líder e investigador de la Woods Hole Oceanographic Institution.

Huracanes intensos tocaron tierra durante la última mitad de la Pequeña Edad del Hielo, un período de enfriamiento que ocurrió aproximadamente desde el siglo XIV hasta mediados del XIX, dijo.

Donnelly extrajo muestras de sedimentos del núcleo de lagos costeros de Puerto Rico para determinar la frecuencia y fuerza de los huracanes que golpearon la isla caribeña durante miles de años. Las tormentas levantaron arena y otros granos ásperos que estaban depositados en los lagos.

Comparó los depósitos con registros paleoclimatológicos históricos para determinar que las tormentas surgían en períodos en los que El Niño era débil y los monzones del oeste africano eran fuertes.

 
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