Usted está aquí: jueves 24 de mayo de 2007 Deportes América da mucho de qué hablar, pero callamos algunas bocas: Castro

El exceso de confianza, el único posible riesgo, advirtió Mendoza

América da mucho de qué hablar, pero callamos algunas bocas: Castro

ABRIL DEL RIO

Entusiasmado por la situación que hoy vive el América, en preparación hacia la final del torneo Clausura 2007, José Antonio el Gringo Castro aseguró que el cuadro de Coapa ha "callado muchas bocas" que cuestionaron su desempeño, y sostuvo que se tiene la capacidad de imponerse al Pachuca.

"Logramos lo que queríamos, que era ir por una revancha a lo que había pasado cuando llegamos a la semifinal ante Chivas y nos eliminaron. Cobramos esa afrenta y ahora ya estamos bien en la final y en la Libertadores.

"Estamos callando algunas bocas que nos han dicho muchas cosas, pero siempre las Aguilas dan mucho de qué hablar y aquí estamos", dijo orgulloso el defensa al término del entrenamiento a puerta cerrada en Coapa.

Castro, quien destacó la confianza en la labor que habrían de realizar los encomendados a jugar con el Santos de Brasil, se refirió a la preferencia que existe por los Tuzos.

"Sí, lo hacen favorito, es lo que ha pasado en todo el torneo. Creo que desde la jornada tres o no sé cuál nos están matando; que si vamos mal en la liga, que si somos un equipo que no trae nada, y el resultado es que no es así, nada más hay que mostrarlo en la cancha y listo".

El defensa, que el lunes se incorporará a la selección nacional, y aseguró que el juego ante el conjunto hidalguense será parejo, pues "en las finales no hay favoritos. Desde la liguilla se juega totalmente diferente de lo que fue toda la campaña regular".

Señaló que al margen del escenario, esperan un partido intenso. "También hay mucha afición por allá (Pachuca) y en todas partes es lo mismo. Es una cancha, de las mismas dimensiones y todo es igual. Lo que debemos hacer es buen futbol", anotó.

Alrededor de 50 aficionados se apostaron afuera de las instalaciones del club de Coapa con la esperanza de obtener autógrafos, pero ajenos a esta expectativa, a las casi tres horas de claxonazos -en su mayoría mentadas- de autos a su paso, los jugadores fueron abandonando el lugar.

Algunos lo hicieron por la puerta de atrás, ayudados por choferes que trasladaban hasta allá sus lujosos autos, y otros en el anonimato que permiten los vidrios polarizados.

Pocos se detuvieron, pero otros mostraron su destreza para acelerar en medio de la multitud. Tal fue el caso de Cuauhtémoc Blanco, quien con el gesto se ganó la rechifla de los fanáticos.

Un niño rompió la foto del delantero y la escupió encima tras sentir el escape. Otro señor dijo que ya ni insistiría en volver al estadio a "hacerle el juego a la reventa", luego de sus intentos fallidos de tres días por comprar boletos "legales", lo que se sumó a la decepción generalizada.

Ismael Rodríguez, anotador del gol del domingo a Chivas, se detuvo un momento y comentó que "todo está bien. Ya estamos listos para enfrentar al Pachuca; la concentración, el ánimo que debe tener el equipo y estamos trabajando para ganar".

Por su parte, Alvin Mendoza sólo comentó un riesgo: "El exceso de confianza es lo único que podría darse, pero no, el equipo está consciente, con la responsabilidad y el respeto que le tiene a los Tuzos".

Mendoza destacó sobre todo "el sueño con el campeonato. Me veo festejando, pero hay que tener conciencia y mucho cuidado con lo que hacemos", puntualizó.

 
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