Debe activarse alerta por lo de Carmona, dijo
Guevara, ante las mejores en el Prefontaine Classic
La subcampeona olímpica Ana Guevara confirmó su participación en el Prefontaine Classic de Eugene, Oregon, en la que se enfrentará a varias de las más destacadas competidoras en 400 metros, patrocinadas por la misma firma deportiva, y otras, entre las que destacan la estadunidense Sanya Richards y la bahanesa Tonique Williams.
Al término de su entrenamiento, la velocista sonorense consideró que la prueba estadunidense, a iniciarse el 10 de junio, no será necesariamente un parámetro del momento deportivo de sus rivales, por estar prácticamente al inicio de la temporada, pero sí arrojará datos que indiquen las condiciones en las que se preparan para los Juegos Panamericanos de Río 2007.
Aunque no se sabe aún si sus principales oponentes asistirán a la justa regional en julio o se reservarán para el Mundial de la especialidad de Osaka, Japón, a partir del 25 de agosto, anticipó que en ambos certámenes deberán dar su máximo, porque es "prácticamente inevitable no hacerlo, no dar todo.
"Te gana la adrenalina y entonces buscas hacer tu mejor esfuerzo, porque para eso es que te estás preparando".
Ubicada en el sitio 11 de la clasificación de la Asociación de Federaciones Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), Guevara, quien no ha logrado bajar esta temporada su tiempo de 50 segundos, luego de participar en el Encuentro Atlético del IPN (51.01) y en Toluca (50.68), confía en obtenerlo para la justa continental, adonde espera correr debajo de los 49 e inclusive igualar los 48.89 con los que consiguió el título mundial en 2003.
La competidora analiza la posibilidad de participar en una gira por Europa para redondear su entrenamiento, sobre todo por la escasez de pruebas de 400 metros en el circuito mundial, y con la finalidad de probarse a sí misma que la lesión de la planta del pie izquierdo ya quedó atrás.
Estimó, en otro asunto, que con la suspensión de por vida impuesta al futbolista Salvador Carmona deben prenderse los focos rojos en el deporte amateur y activarse la alerta en el balompié profesional, por si hay más casos que ameriten ese tipo de castigos.