Usted está aquí: martes 22 de mayo de 2007 Política Necesarias, reformas profundas; el tiempo se acabó, dice Calderón

El mandatario presenta un catálogo de metas a cumplirse dentro de 23 años

Necesarias, reformas profundas; el tiempo se acabó, dice Calderón

Plantea abatir la pobreza, reducción de asesinatos, PIB per cápita de 29 mil dólares y mayor escolaridad

CALUDIA HERRERA BELTRAN

Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón, al término de la presentación del proyecto Visión 2030 El presidente Felipe Calderón, al término de la presentación del proyecto Visión 2030 Foto: Cristina Rodríguez

Al presentar su proyecto de país para 2030, el presidente Felipe Calderón convocó a los políticos y a la sociedad a establecer diálogo y acuerdos para impulsar reformas ''profundas'' en la estructura de México, dado que el tiempo ''se acabó''.

El llamado proyecto Visión 2030: el México que queremos, propone una serie de metas a cumplirse dentro de 23 años, entre las que destacan que no haya mexicanos en pobreza alimentaria, la reducción del número de asesinatos (cinco por cada cien mil habitantes), que el producto interno bruto (PIB) per cápita pase de 8 mil a 29 mil dólares y que la población tenga un promedio de escolaridad de 15 años, y no el actual, que es de 8.8 años.

En el alcázar de Chapultepec fueron reunidos integrantes de su gabinete legal y ampliado, así como líderes empresariales y políticos, con excepción de los que integran el Frente Amplio Progresista (integrado por PRD, PT y Convergencia).

Frente a ellos, Calderón advirtió que estos cambios deberán procesarse en un debate respetuoso y sólo en el contexto de las instituciones democráticas.

Yucatán puede esperar

La presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes, dio un trato deferente al jefe del Ejecutivo, al asistir a la ceremonia, no obstante que su partido y Acción Nacional (PAN) estaban concentrados en las elecciones de Yucatán, ganadas horas antes por el tricolor. Inclusive, el dirigente del blanquiazul, Manuel Espino, envió en su representación a Carlos Abascal, secretario general adjunto.

En este auditorio variopinto se podía encontrar tanto al premio Nobel de Química Mario Molina como a la actriz Ana Luisa Peluffo o a Armando Paredes, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Antes del discurso del Presidente de la República se exhibió un video con imágenes de Martin Luther King, de Mahatma Gandhi y otras que ilustraban los sueños de Felipe Calderón. Además, la niña Fernanda Morales pronunció unas palabras con frases similares a las del mandatario, planteando que no quiere ser espectadora de este ''sueño'', sino contribuir a su cumplimiento.

Para justificar este plan para 2030, no obstante que su gobierno concluye en 2012, Calderón señaló que no hay cabida para la improvisación, pero tampoco pretende ignorar la historia del país ni reinventar la nación.

En su listado de deseos hizo velada referencia a las polémicas elecciones de 2006, y planteó que le gustaría que en 2030 hubiera una democracia donde la diferencia en las ideas se resuelva en las urnas y donde el veredicto de los ciudadanos, emitido mediante el voto, se respete por todos y por el gobierno.

Y advirtió: ''Hoy no tenemos margen para eludir nuestra responsabilidad, hay asuntos que exigen una respuesta firme y contundente y el tiempo se acabó; no podemos ni debemos agachar la cabeza frente a los retos que se presentan''.

Se refirió a problemas como la miseria, la desigualdad, el analfabetismo, la falta de oportunidades de empleo, la competitividad, el calentamiento global y el crimen organizado.

Para convencer sobre la urgencia de las reformas, dijo que si México sigue con el mismo ritmo no alcanzará sus metas. No basta el impulso inercial, se requieren cambios profundos en la estructura del país, afirmó. No se trata, dijo, de alcanzar un México para unos que excluyen a los demás, sino uno para todos.

De acuerdo con el jefe del Ejecutivo, este documento representa un consenso elemental que plantea los qués, pero falta establecer los cómos. El objetivo del gobierno, según explicó, es que el Plan Nacional de Desarrollo que presentará en mayo, así como los programas sectoriales, tomen como punto de partida este texto que representará el ''primer paso'' para que haya otro México.

El documento está dividido en cinco rubros, los mismos del Plan Nacional de Desarrollo: Estado de derecho y seguridad; Economía competitiva y generadora de empleos; Igualdad de oportunidades; Sustentabilidad ambiental, así como Democracia efectiva y política exterior responsable.

En cuanto a estado de derecho, plantea convertir a México en uno de los cinco países con mejor índice institucional, porque actualmente ocupa el sitio 69 de 125 enlistados. También, que 70 por ciento de las resoluciones sean favorables a la víctima y que el número de robos con violencia pase de 187 a 40 por cada cien mil habitantes.

Destaca la promesa de acabar con la desigualdad entre regiones, hacer que 100 por ciento de la población tenga agua potable, que los estudiantes obtengan 500 puntos y no 392 en el examen internacional PISA. Otra meta es que los mexicanos tengan una esperanza de vida de 80 años y no de 74.8; que 80 por ciento de las mujeres obtengan la misma remuneración que los hombres, y que el país se ubique en los primeros lugares en los índices de gobernabilidad.

 
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