Ojarasca 121  mayo 2007


umbral


En tiempos de aguda escalada represiva y corruptora del Estado, cuando la ley se degrada en "reformas" a cual más de vergonzosas y los derechos de hombres y mujeres libres se van por el caño, no es posible soslayar el horizonte de desigualdad que define la vida humana en nuestro país.

La lucha de clases no ha desaparecido, contra lo que quisieran muchos exizquierdistas y todos los derechistas que mandan y acomodan el México nuestro a favor del bísnes suyo y de sus amos, que son todavía peores.

Una variable histórica no prevista por los clásicos han resultado en América los pueblos indios, y por extensión el vasto campesinado aún existente, y son la médula de la migración al norte (esa otra variable nueva). Borrador de una carta no enviada a Bertolt Brecht, y a décadas de distancia, la cuarta "tesis sobre la historia" de Walter Benjamin parece escrita hace un par de horas y aquí a la vuelta:

"La lucha de clases que tiene siempre ante los ojos el materialista histórico educado en Marx, es la lucha por las cosas toscas y materiales, sin las cuales no hay cosas finas y espirituales. Estas últimas, sin embargo, están presentes en la lucha de clases de una manera diferente de la que tienen en la representación que hay de ellas como un botín que cae en manos del vencedor. Están vivas en esta lucha en forma de confianza en sí mismo, de valentía, de humor, de astucia, de incondicionalidad, y su eficacia se remonta en la lejanía del tiempo. Van a poner en cuestión, siempre de nuevo, todos los triunfos que alguna vez favorecieron a los dominadores. Como las flores vuelven su corola hacia el sol, así también todo lo que ha sido, en virtud de un heliotropismo de estirpe secreta, tiende a dirigirse hacia ese sol que está por salir en el cielo de la historia. Con ésta, la más inaparente de todas las transformaciones, debe saber entenderse el materialista histórico". (En Tesis sobre la historia y otros fragmentos, Editorial Contrahistorias, México, 2005. Edición y traducción --excelentes-- de Bolívar Echeverría).
 


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