Usted está aquí: viernes 18 de mayo de 2007 Cultura Poniatowska persevera en su lucha ''por dar voz a los que no la tienen''

La escritora y colaboradora de La Jornada cumple 75 años este sábado

Poniatowska persevera en su lucha ''por dar voz a los que no la tienen''

La también periodista publicará en breve un libro sobre el fraude electoral de 2006

DPA

Ampliar la imagen La prolífica escritora Elena Poniatowska, en imagen de archivo, celebra tener ''una familia completa'' y que mediante la literatura posea la amistad y el cariño de muchas personas, en particular de los jóvenes La prolífica escritora Elena Poniatowska, en imagen de archivo, celebra tener ''una familia completa'' y que mediante la literatura posea la amistad y el cariño de muchas personas, en particular de los jóvenes Foto: Carlos Cisneros

A punto de cumplir 75 años, este sábado, la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska mantiene su compromiso con las mejores causas sociales mediante la literatura y el activismo político.

Considerada una de las grandes intelectuales mexicanas contemporáneas, Poniatowska, descendiente de la realeza polaca, dijo en entrevista con motivo de su cumpleaños que seguirá trabajando hasta que pueda, para dar voz ''a todos aquellos que no tienen la oportunidad de expresarse.

''Precisamente, porque conozco bien mi medio social, no me ofrece ninguna sorpresa o novedad. Por eso me interesa analizar la conducta de otro medio, no del que provengo", dijo en su casa del sur de la capital mexicana.

Su obra abarca casi medio centenar de publicaciones de contenido social, como el sindicalismo corrupto, las mujeres, los desaparecidos políticos, los indígenas, el sismo de 1985 o ''lo que viene de la vida real, de mis inclinaciones, de lo que me interesa".

Poniatowska está a punto de publicar un libro sobre el polémico proceso electoral mexicano del año pasado, en el que participó activamente apoyando al candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, con quien mantiene contacto.

''Es una crónica de lo que sucedió en la Plaza de la Constitución (de la ciudad de México), del fraude electoral, que se llama Amanecer en el Zócalo, 50 días de resistencia, que saldrá el 25 de junio", explicó.

Del convento al periodismo

Nacida en Francia el 19 de mayo de 1932 de la unión entre la mexicana Paula Amor y Jan E. Poniatowski, familiar directo del último rey de Polonia, Hélene Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska y su familia llegaron a México hace medio siglo, escapando de la Europa en guerra.

Elena y su hermana Sofía no sabían hablar español. Su nana, Magdalena Castillo, les enseñó el idioma, además de las tradiciones mexicanas.

En 1949, Poniatowska recibió tres años de formación religiosa en un internado en Estados Unidos, pero al volver a México una inquieta Elena se rebeló contra el esquema impuesto a las mujeres de su época: un matrimonio arreglado, y se inició en el periodismo.

''Yo quería ser médica, pero era muy difícil revalidar mis estudios de convento de monjas. Entonces pensé que tal vez podía ser periodista", contó. ''No conocía el oficio y ni siquiera tenía pasión por la escritura, pero quería hacer algo, otra cosa", dijo.

Confiesa que su ignorancia de principiante quedó expuesta durante su primer encuentro con el muralista Diego Rivera.

''Cuando lo entrevisté, yo ni sabía qué había pintado ni qué cosas había hecho. Le preguntaba puras tonterías. En mi familia lo odiaban porque él había pintado desnuda a mi tía, Pita Amor", recordó.

En 54 años de labor periodística, Poniatowska, gran entrevistadora, ha arrancado sus secretos, temores y anhelos a una lista interminable de personajes de la cultura, la política y el espectáculo.

Pero se niega a hablar de sí misma, porque ''los demás son quienes deben reflejar lo que uno es", y rechaza elogios propios o sentimientos de superioridad, que ni siquiera han podido despertar reconocimientos internacionales o su título de princesa de Polonia, al que resta importancia.

Para la autora de Fuerte es el silencio, el escritor siempre crea a partir de sí mismo, de sus recuerdos o de las cosas que a lo marcan. Y 1968 fue un año que la marcó profundamente.

Se casó con Guillermo Haro, ''fundador de la astronomía moderna en México", y presenció la matanza en la Plaza de las Tres Culturas, de la que surgió su libro La noche de Tlatelolco. Dos meses después, su hermano menor, Jean (1947), falleció en un accidente automovilístico.

Entre sus obras más relevantes figuran Hasta no verte Jesús mío, Tinísima, Nada, nadie: las voces del temblor y La piel del cielo, ganadora del Premio Alfaguara 2001.

Sin embargo, para la activista, madre y escritora, el mayor reconocimiento son las muestras de cariño: ''Tengo tres hijos, 10 nietos, una familia completa y muchos amigos. Mediante la literatura he conseguido el cariño y la amistad de mucha gente, sobre todo de los jóvenes".

 
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