Usted está aquí: jueves 17 de mayo de 2007 Cultura Vacío contenido, instalación en el museo Carrillo Gil

Vacío contenido, instalación en el museo Carrillo Gil

MERRY MACMASTERS

El ventanal de la sala tal vez más olvidada del Museo de Arte Carrillo Gil es el eje de Vacío contenido, instalación del escultor Martín Soto Climent (DF, 1977), que concluirá exhibición el 5 de agosto.

Realizada con piedras de río y todo tipo de botellas de vidrio vacías, la pieza hecha in situ para el recinto se materializó tras contemplar las cualidades de la sala, que se encuentra en el nivel más bajo del museo, que da a un pequeño jardín al lado de la calle Camino al Desierto, y ''es el área de la librería y cafetería, aunque lleva un tiempo desocupada", señala Graciela Kasep, curadora de Vacío contenido.

A partir de los elementos principales de la sala, que son el piso de loseta de mármol y el ventanal/pared que lo divide del jardín, Soto concibió su instalación. El artista echó mano de las piedras de río usadas de manera ornamental en el jardín y las colocó encima de las botellas.

''No concibo la vida, ni la personalidad, como algo estático. Toda está en movimiento constante", asegura el entrevistado. A partir de elementos estáticos, como las piedras, quiso generar un movimiento que ''va desde afuera del museo hacia adentro y rompe la membrana de la institución", en este caso el ventanal que ''consume la pieza en los reflejos que se dan sobre su superficie".

Para Soto es de interés observar ''la transición del tiempo que de alguna manera se relaciona con el movimiento. Hay como una noche exterior y un día interior; después, durante todo el día cambia y la noche aparece dentro del museo por los reflejos.

''Lo he ido sintiendo cada vez más conforme ha crecido la instalación. Este cambio que se da durante el día, de luz y sombras, y cómo se reproduce: conforme va atardeciendo, todos los objetos que están adentro se reproducen afuera y viceversa. Se entremezclan.

''Cobra mucho más sentido que esté de los dos lados, porque algunos vacíos que dejan las botellas se llenan en el vidrio y se complementan con los que están afuera. Entonces, la instalación en realidad está en este ventanal, es la característica principal de la sala."

Contextualización de objetos cotidianos

Graciela Kasep anota que Soto lleva tiempo de trabajar con frascos de vidrio y otro tipo de objetos cotidianos: ''Para Martín es muy importante un análisis visual de dónde coloca los objetos cotidianos y de qué manera los contextualiza. En el caso de Vacío contenido buscó resaltar ciertas cualidades del espacio arquitectónico del museo".

Respecto del título de la instalación, la curadora explica que Soto ve al museo como un gran contenedor donde hay un acervo, salas de exhibición y personas que trabajan en ello. Entonces, al colocar la instalación, mitad adentro, mitad afuera, brinca la parte contenida dentro del espacio arquitectónico y lo que está afuera. A la vez, cada escultura es un contenedor que tiene vacío, pero está tapado. Es decir, es un vacío contenido.

Los sábados 9 y 23 de junio, de 11 a 13:30 horas, Martín Soto impartirá un taller dirigido a niños de cuatro a 12 años de edad, cuyo propósito es acercar a los pequeños al proceso de producción de la pieza.

 
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