Paul McNulty es el funcionario de más alto nivel afectado por el affaire Gonzales
Renuncia por "motivos personales" el subsecretario de Justicia estadunidense
El despido de 8 fiscales federales fue pactado con la Casa Blanca, declaró ante el Congreso
Washington, 14 de mayo. El subsecretario de Justicia estadunidense, Paul McNulty, presentó hoy su renuncia en una carta a su superior, Alberto Gonzales, en la que alegó motivos personales, aunque expertos consideran seguro que ésta se vincula con el reciente escándalo por el despido de ocho fiscales federales.
Hasta ahora McNulty, de 49 años, especializado en procesos de terrorismo, es el político de mayor rango que renuncia en el contexto del affaire. Previamente lo hicieron el jefe de gabinete del Departamento de Justicia, D. Kyle Sampson, y una funcionaria que ofició de enlace con la Casa Blanca.
En su carta de renuncia a Gonzales, McNulty, quien ocupa el puesto desde noviembre de 2005, señala que su fecha de partida será fijada "a finales de verano", y también citó razones financieras, informaron medios locales.
Por su parte y pese a las críticas masivas, incluso de su propio partido, y pedidos de que dimita, Gonzales sigue en su cargo. La Casa Blanca ha defendido a Gonzales contra peticiones para que renuncie.
A finales del año pasado, el Departamento de Justicia despidió a ocho fiscales federales argumentando que no desempeñaban bien sus tareas. Gonzales está acusado de permitir la interferencia política de los republicanos en el hecho.
La administración del presidente George W. Bush justificó los despidos pues los mandatarios estadunidenses tienen la facultad de remover a los fiscales federales.
En tanto, los afectados y los demócratas están convencidos de que la medida se debió a que no eran proclives a Bush.
Al declarar ante el Congreso, inicialmente McNulty reiteró que los fiscales fueron despedidos por mal desempeño, pero luego cambió su testimonio y admitió que Gonzales estuvo trabajando en los despidos durante dos años en colaboración con la Casa Blanca.
El amigo incómodo
Asimismo, dijo que uno de los fiscales fue despedido para hacerle lugar a un amigo del asesor en jefe de Bush, Karl Rove, algo que provocó un gran enojo de Gonzales, según reportes de prensa.
Recientemente miembros del oficialista Partido Republicano se unieron a la oposición demócrata en el cuestionamiento de Gonzales ante el Congreso. Algunos fiscales han dicho que fueron despedidos porque se negaron a ceder ante la presión política para investigar ciertos casos.
En el país hay más de 90 fiscales federales que también encabezan oficinas regionales que realizan investigaciones criminales. Sin embargo, usualmente son remplazados al inicio de un mandato presidencial, no en medio.