Usted está aquí: lunes 14 de mayo de 2007 Economía Desatienden empresarios el turismo social doméstico: Sectur

Tiendas departamentales y de autoservicio lanzan planes para ese mercado

Desatienden empresarios el turismo social doméstico: Sectur

Impulsa la dependencia un programa para reactivar destinos accesibles para toda la población

Destinos de playa son económicamente inaccesibles y carecen de infraestructura adecuada

MIRIAM POSADA GARCIA

Ampliar la imagen Ambiente en playas de Acapulco. Al menos una quinta parte de los 58 mil millones de pesos que el turismo social aporta al sector provienen de personas de la tercera edad, discapacitados, jóvenes y familias Ambiente en playas de Acapulco. Al menos una quinta parte de los 58 mil millones de pesos que el turismo social aporta al sector provienen de personas de la tercera edad, discapacitados, jóvenes y familias Foto: Javier Verdín

Los mexicanos que hacen turismo en el país aportan cada año cerca de 58 mil millones de pesos a los empresarios del sector, quienes a pesar de ello tienen en el abandono segmentos de alto potencial, como el de adultos mayores, discapacitados, familias y jóvenes, mientras tiendas departamentales y de autoservicio avanzan en ese mercado, aseguró el director de Desarrollo de Productos Turísticos de la Secretaría de Turismo (Sectur), René Rivera Lozano.

El funcionario precisó que con el impulso del proyecto Turismo para Todos, Sectur busca reactivar destinos accesibles para toda la población, pero sin subsidiar a los empresarios, como ocurrió en los años 70.

Detalló que en México el turismo social o Turismo para Todos es incipiente, por factores tan comerciales como que los destinos más vendidos y rentables son los de sol y playa, por los que se pagan miles de pesos, mientras para buena parte de los mexicanos son inaccesibles en términos económicos, pero también por falta de infraestructura para personas discapacitadas o de la tercera edad.

Rivera Lozano puntualizó que entre los empresarios que se dedican al turismo en México, nacionales o extranjeros, hay gran insensibilidad respecto a las necesidades de las personas de la tercera edad, discapacitados, familias y jóvenes, que son segmentos abandonados o subexplotados, aunque podrían representarles ingresos importantes y ser fuente de empleos.

Los que sí han previsto que el turismo social es un gran nicho de mercado, son empresas como Famsa, que ofrece paquetes a precios accesibles y con facilidades de pago, así como Banco Azteca. Además, dentro de muy poco se estrenará en este mercado Wal-Mart.

René Rivera detalló que de acuerdo con estudios de Sectur, apenas están en posibilidad de viajar entre 30 y 34 por ciento de la población mexicana, contra el 70 por ciento de europeos que tienen recursos económicos y tiempo para vacacionar.

Sin embargo dijo, ese 30 o 34 por ciento de los mexicanos que hacen turismo doméstico les representa a los hoteleros y prestadores de servicios una derrama económica anual de 58 mil millones de pesos en promedio. De ellos, al menos una quinta parte proviene de personas de la tercera edad, discapacitados, familias y jóvenes, que logran encontrar en el mercado productos adecuados a su economía pero, sobre todo, a sus intereses y capacidades.

El funcionario señaló que en México son muy pocos los hoteles que cuentan con rampas con la inclinación adecuada para las personas que usan sillas de ruedas, con médicos especializados para atender a personas entre los 65 y 70 años de edad que por razones físicas y de salud aún pueden y quieren viajar, o con programas de animación y entretenimiento para ellos y para las familias que quieren descansar y convivir en el mismo espacio.

Señaló que en México hay por lo menos 8 millones de jubilados que con pensión o sin ella desean viajar en condiciones adecuadas de transporte, hospedaje, alimentación y atención médica. Por lo anterior, es indispensable educar a los prestadores de servicios turísticos para que los atiendan, y a los propios viajeros para que hagan una buena planeación de su salida.

''Si se logra una buena planeación y que durante las temporadas bajas los prestadores de servicios ofrezcan buenas tarifas de transporte, hospedaje y alimentación, tendrían sus lugares llenos todo el año, se borraría esa época de desocupación y más mexicanos podrían viajar'', sostuvo.

René Rivera señaló que el Turismo para Todos comenzó en Europa y Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial; más adelante tomó fuerza cuando los sindicatos reclamaron para sus agremiados el derecho a periodos vacacionales.

Explicó que en México el turismo social se impulsó en la década de los 70, pero bajo subsidios del gobierno a empresarios o a los sindicatos, ''sin embargo, el concepto se degradó en los años 80, cuando cambió el modelo económico, llegó el neoliberalismo, el turismo social ya no cabía porque se entendía como turismo para pobres, se eliminaron subsidios y se acabó esta actividad''.

El intento ahora, dijo, es que no se vea como turismo para pobres y no gire en torno a subsidios, sino que los empresarios se abran a nuevos segmentos del mercado, que evolucionen y atiendan a esa gran parte de la población que demanda servicios de esparcimiento.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) tiene en cartera proyectos en zonas próximas a las principales ciudades del país, y en lugares como Tequesquitengo, el corredor Acolman-Pirámides de Teotihuacán o Palenque-Cascada de Aguazul. Mientras, el Consejo de Promoción Turística de México analiza la estrategia para impulsar una campaña de promoción dirigida a apoyar la venta a clientes específicos.

 
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