Usted está aquí: viernes 11 de mayo de 2007 Mundo Lula y Ratzinger hablan de programas sociales y Africa, pero no del aborto

El Congreso de Brasil discute proyecto para legalizar la interrupción del embarazo

Lula y Ratzinger hablan de programas sociales y Africa, pero no del aborto

Homosexuales y mujeres católicas reclaman en carta abierta un "Estado laico de hecho"

AFP, DPA, REUTERS

Ampliar la imagen Católicos esperan la llegada del papa Benedicto XVI al estadio de futbol de Pacaembú. La pancarta dice: "No al aborto" Católicos esperan la llegada del papa Benedicto XVI al estadio de futbol de Pacaembú. La pancarta dice: "No al aborto" Foto: Ap

Sao Paulo, 10 de mayo. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y el papa Benedicto XVI hablaron este jueves de los valores de la familia, de programas sociales e incluso de Africa, pero no del polémico tema del aborto, en una reunión realizada en Sao Paulo, informó la embajadora de Brasil en el Vaticano, Vera Machado.

En el segundo día de la visita papal a Brasil, "no hubo ninguna palabra sobre aborto o preservativo", aseguró Machado a la prensa tras el encuentro, de aproximadamente una hora. "El clima de la reunión fue de mucha armonía y de mucha coincidencia de puntos de vista".

En los días previos a la visita, el debate sobre la validez del aborto cobró nuevo impulso en Brasil, cuyo Congreso discute un proyecto para su legalización, que rechaza la Iglesia católica.

El mandatario reiteró a Joseph Ratzinger su decisión de mantener inalterable la división entre Iglesia y Estado en el país.

Es decir, preservar y consolidar a Brasil como un Estado laico y tener el apoyo de la Iglesia para tratar cuestiones espirituales y sociales.

De acuerdo con la embajadora, el Papa alemán espera que durante su pontificado y aun durante la presidencia de Lula -que concluye a finales de 2010- se firme un acuerdo entre el Vaticano y Brasil que reglamente las actividades de la Iglesia católica en el país sudamericano.

Según medios de prensa, el Vaticano quiere que ese acuerdo garantice la ampliación de la enseñanza religiosa, lo que violaría el principio de separación entre Iglesia y Estado.

Lula habló con Ratzinger también sobre los programas brasileños de lucha contra el hambre y la pobreza, iniciativas que el Papa no "conocía en detalle y demostró un gran aprecio" por las mismas, afirmó la embajadora Machado.

El mandatario brasileño aprovechó para referirse a los biocombustibles, sector en el que Brasil es líder mundial en producción y exportación, y acerca de su interés en que beneficien al continente africano.

La reunión entre Lula y Benedicto XVI se desarrolló en el Palacio de los Bandeirantes, sede del gobierno de Sao Paulo, el estado más rico de Brasil.

Por la tarde, decenas de miles de jóvenes católicos de Brasil y otros países de América Latina se congregaron con ritmos de fiesta y fervor en el estadio municipal de Pacaembú, donde aclamaron al Papa y le pidieron su apoyo a favor de la educación de los niños y de los jóvenes marginados y delincuentes.

Benedicto XVI llamó a los más de 40 mil jóvenes latinoamericanos reunidos a convertirse en "apóstoles" del mensaje cristiano para combatir la desesperanza de las nuevas generaciones y a respetar la castidad y el matrimonio, contra el uso del condón y reiteró su mensaje en contra del aborto y la eutanasia.

En contraste, homosexuales y mujeres católicas favorables al aborto se convirtieron en la disidencia a la visita papal, con protestas simbólicas por todo Brasil y una carta abierta en que reclamaron un "Estado laico de hecho".

Criticaron "la agenda secreta" papal para la región contra el aborto, la intolerancia de la Iglesia sobre los homosexuales y su rechazo a la unión de personas del mismo sexo.

Indígenas denuncian proceso de genocidio

En una carta pública dirigida al Papa, indígenas de Brasil se quejaron de que el gobierno amenaza su subsistencia con grandes proyectos de infraestructura y ha ignorado las demandas para que les restituyan sus tierras ancestrales. Además denunciaron el proceso de "genocidio" que han sufrido, persecución y esterilización de mujeres nativas.

El Papa tuvo oportunidad de dialogar también brevemente con miembros de otras religiones y credos cristianos.

En La Paz, la Iglesia católica de Bolivia, por conducto de la Conferencia Episcopal, pidió a la Asamblea Constituyente que en la nueva Constitución sean penalizados el aborto y la eutanasia.

En Quito, la Iglesia católica planteó también que la nueva Constitución de Ecuador prohíba el aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual, tras el llamado del papa Benedicto XVI a "respetar la vida" durante su visita a Brasil.

 
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