Usted está aquí: jueves 10 de mayo de 2007 Mundo Rusia conmemora con homenajes y desfile la caída de la Alemania nazi

La amenaza de una guerra no disminuye, "sólo cambian las formas": Putin

Rusia conmemora con homenajes y desfile la caída de la Alemania nazi

JUAN PABLO DUCH

Ampliar la imagen Veteranos de la Segunda Guerra Mundial celebran en el parque Gorky, de Moscú, el Día de la Victoria Veteranos de la Segunda Guerra Mundial celebran en el parque Gorky, de Moscú, el Día de la Victoria Foto: Ap

Moscú, 9 de mayo. Con un desfile militar en esta capital, homenajes en todo el país a los caídos y a los veteranos, cuyas filas se reducen cada aniversario (ya no hay ex combatientes menores de 82 años) y que son testimonio vivo de la proeza del pueblo soviético, así como con un concierto nocturno en la Plaza Roja y fuegos artificiales, Rusia conmemoró este miércoles el 62 aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, como aquí se denomina a la Segunda Guerra Mundial.

La Unión Soviética tuvo que pagar un altísimo precio en vidas hasta que capituló la Alemania nazi, la noche del 8 de mayo de 1945, cuando en Moscú, por la diferencia de horas con el centro de Europa, ya era la madrugada del 9 de mayo.

Según las cifras oficiales más recientes, perecieron 26 millones 600 mil soviéticos, entre los caídos en combate contra las tropas hitlerianas, los muertos de la población civil y las víctimas de la represión estaliniana durante la conflagración.

Se trata de casi 7 millones de pérdidas humanas más de las reconocidas antes de que se abrieran los archivos del periodo soviético.

El Día de la Victoria es, por muchos motivos, la celebración más entrañable para cada familia rusa, pero este año se produjo en una coyuntura de marcado distanciamiento del Kremlin con los gobiernos de los países vecinos, sobre todo Estonia y Polonia, que empiezan a cuestionar el papel que desempeñó el ejército rojo en su historia.

Estonia reubicó en un cementerio militar el monumento a los soldados soviéticos, que estaba en el centro de Tallin, y Polonia anunció que ya casi está lista para aprobación del Parlamento la ley que permite desmantelar los monumentos levantados por el régimen anterior.

Esos dos países parecen los destinatarios de las duras palabras que, al destacar la vigencia de las enseñanzas de la Segunda Guerra Mundial, pronunció el presidente de Rusia, Vladimir Putin, desde la tribuna instalada en la Plaza Roja, antes de comenzar el desfile militar.

"Aquellos que profanan los monumentos a los héroes de esa guerra insultan a sus propios pueblos y siembran nueva desconfianza entre las personas y los Estados", afirmó Putin.

"Las causas de toda guerra hay que buscarlas principalmente en los errores cometidos en tiempos de paz, y sus raíces se hallan en la ideología de la confrontación y el extremismo", agregó.

Aunque la intervención del mandatario ruso fue muy breve, tampoco dejó sin mensaje a Estados Unidos: "En la actualidad ese tipo de amenazas no disminuyen, sólo cambian de forma, pero igual que en el Tercer Reich, se sustentan en el mismo desprecio por la vida humana y en las mismas pretensiones de imposición y liderazgo mundial".

Para Putin, "sólo la responsabilidad colectiva y la cooperación en pie de igualdad son capaces de frustrar cualquier intento de desencadenar un conflicto y de vulnerar la seguridad internacional".

 
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