Usted está aquí: miércoles 9 de mayo de 2007 Mundo Instalan en Irlanda del Norte el nuevo gobierno de unidad

Ian Paisley y Martin McGuinness toman juramento y dejan atrás décadas de odio

Instalan en Irlanda del Norte el nuevo gobierno de unidad

Tony Blair y Berthie Ahern asisten a la ceremonia histórica en Stormont y saludan la "nueva era"

AFP, REUTERS, DPA

Ampliar la imagen El reverendo protestante Ian Paisley, y el líder católico Martin McGuinness, luego de jurar ayer como primer ministro y viceprimer ministro, respectivamente, del nuevo gobierno de unidad para Irlanda del Norte El reverendo protestante Ian Paisley, y el líder católico Martin McGuinness, luego de jurar ayer como primer ministro y viceprimer ministro, respectivamente, del nuevo gobierno de unidad para Irlanda del Norte Foto: Ap

Belfast, 8 de mayo. El reverendo protestante Ian Paisley y el católico Martin McGuinness, enemigos acérrimos durante décadas, tomaron hoy posesión como primer ministro y viceprimer ministro del nuevo gobierno norirlandés, en lo que abre una nueva era de esperanza para la provincia británica en la que 40 años de conflicto armado dejaron unos 3 mil 600 muertos.

Tras años de odio ancestral y rivalidad, Paisley, de 81 años, conocido como el Doctor No de Irlanda del Norte, y McGuinness, ex comandante del Ejército Republicano Irlandés (ERI), prestaron juramento para dirigir juntos el nuevo gobierno, en una sesión histórica en la Asamblea de Stormont.

"Juro servir al pueblo de Irlanda del Norte de igual manera... y promover el interés de todas las comunidades para un futuro común", declararon Paisley, líder del Partido Democrático Unionista (PDU), y McGuinness, el número dos del Sinn Fein, brazo político del ERI, que dejó las armas en 2005.

Los primeros ministros de Gran Bretaña, Tony Blair, y de Irlanda, Bertie Ahern, considerados los padrinos del acuerdo que permitió instaurar el gobierno de unidad, asistieron a la ceremonia en la asamblea de Stormont, que fue creada luego de los Acuerdos del Viernes Santo de 1998.

"Creo que ha llegado una era de paz para Irlanda del Norte en la que el odio ya no dominará", declaró Paisley, líder de los protestantes conservadores que pretenden que Irlanda del Norte permanezca anexada a Gran Bretaña.

Al prometer "construir una Irlanda del Norte pacífica", el reverendo, que ha evitado siempre estrechar la mano de un republicano, afirmó que "será maravilloso participar en el proceso de saneamiento de la provincia".

"Vamos a crear un futuro mejor", aseguró por su parte McGuinness, de 56 años, que representa a los católicos que proponen la unificación de la isla de Irlanda.

El líder del Sinn Fein rindió también un tributo a todos los que contribuyeron a la paz en Irlanda del Norte, así como a los muertos de ambas partes.

Un radiante Blair saludó la nueva era que empezó para esta provincia, que tiene la oportunidad, dijo, de "romper las pesadas cadenas de su historia" marcada por largos años de conflicto y odio entre católicos y protestantes.

Tras la ceremonia, Paisley y McGuinness tomaron un té con Blair y Ahern en un ambiente amistoso que era impensable hace sólo unos meses.

La Casa Blanca saludó la formación de este gobierno compartido, que consideró como un "paso positivo", dijo el vocero Tony Snow.

Desde Madrid, el gobierno español encabezado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero atribuyó la integración del gobierno en el Ulster a la "férrea voluntad" de Blair y a la "buena voluntad" de las partes".

Rodríguez Zapatero, que comenzó el año pasado un proceso de diálogo con ETA, suspendido tras el atentado del grupo armado vasco contra el aeropuerto de Madrid-Barajas, con saldo de dos muertos, destacó que lo sucedido hoy en Belfast es para su gobierno "un ejemplo de que ofrece esperanzas a otra sociedades que sufren la violencia y la división".

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, saludó también la frmación del gobierno norirlandés.

Este proceso es uno de los mayores logros del gobierno de Tony Blair, que se empeñó a poner fin al largo conflicto que ensangrentó la provincia.

"Ambos partidos quieren que (este gobierno de unidad) funcione", declaró Tony Blair, quien anunciará el jueves la fecha de su retirada del poder, tras estar al mando de Gran Bretaña durante una década.

Sin embargo, la guerra de Irak, que ha empañado los últimos años del gobierno de Blair, no estuvo ausente de la ceremonia de paz en Irlanda del Norte: tres policías resultaron heridos en Belfast, donde varias decenas de manifestantes protestaron contra la presencia británica en Irak.

 
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