Usted está aquí: domingo 6 de mayo de 2007 Deportes La playera del América acompañó hasta el último momento a Roca

Fue de las personas que uno quisiera estuviera lleno el mundo, expresó Trelles

La playera del América acompañó hasta el último momento a Roca

Una casaca de las Aguilas cubrió el ataúd del ex seleccionador, cuyo cuerpo fue cremado ayer

Pudo haber dirigido muchos años más, pero la gente del futbol lo hizo a un lado: Maturano

ABRIL DEL RIO

Ampliar la imagen Panchito Hernández, José Luis Lamadrid, Jorge Morelos, José Moncebáez y Héctor Miguel Zelada, entre otros, asistieron al funeral de José Antonio Roca, en imagen del viernes pasado Panchito Hernández, José Luis Lamadrid, Jorge Morelos, José Moncebáez y Héctor Miguel Zelada, entre otros, asistieron al funeral de José Antonio Roca, en imagen del viernes pasado Foto: Notimex

Las muestras de cariño de futbolistas y técnicos hacia José Antonio Roca continuaron ayer durante las exequias del ex estratega, cuyos restos fueron cremados y conducidos al Panteón Español.

En el adiós al Mister hubo una misa de cuerpo presente en una funeraria de la colonia San Rafael. El legendario Ignacio Trelles, quien compartió con Roca diversas batallas en las canchas, comentó que "como futbolista cumplía a muy buen nivel, pero era excelente en todos los aspectos; fue de esas personas que uno quisiera que el mundo estuviera lleno de ellas".

Como aseguró la víspera el ex arquero americanista Néstor Verderi, el ex seleccionador fue "padre espiritual" de muchos jugadores.

A esa afirmación a la que se unió Carlos Reinoso -quien no se despegó de la familia-, se unió ayer Pedro Soto, el portero de todas las confianzas de Roca, pues lo dirigió en cuatro equipos, y desde luego en la selección nacional.

"Se puede decir que fue mi padre deportivo, porque con él me inicié en 1961, tuve la fortuna de jugar con América todo el tiempo que él dirigió, me llevó al Laguna, estuve en Atlante y en el Angeles.

"Realmente fue para mí un privilegio haber formado parte de ese grupo de jugadores que él más quiso", dijo Soto, quien como la mayoría de los presentes sólo tuvo palabras de agradecimiento hacia su mentor.

"Fue el que me hizo, me protegió muchísimo. Lógicamente que le respondíamos, nos tenía mucha confianza y nosotros siempre lo quisimos mucho", añadió Soto.

Al igual que el día anterior, a la despedida de Roca en la capilla asistieron ex compañeros y ex jugadores que hicieron lucir su labor, como el también ex arquero Héctor Miguel Zelada, José Luis Lamadrid, Joaquín Badillo, Jesús Pimienta Rico, Antonio Ordóñez, entre otros.

Rubén Maturano, quien fue auxiliar de Roca en la selección nacional que jugó la Copa Mundial de Argentina 78, destacó la honestidad del Mister, a quien consideró su maestro y el de muchos, y lamentó que en los últimos años lo marginaran.

"Es una tristeza, porque José Antonio Roca pudo seguir entrenando y lo hizo a un lado la misma gente del futbol. Yo trabajé con él, compartí cuarto durante cuatro o cinco años, ya sea con Atlético Español o con la selección; tuve muchas vivencias y la oportunidad de tenerlo como maestro, igual que a Nacho Trelles y Pepe Moncebáez", anotó.

José Antonio Roca, a quien le sobreviven su esposa, Gloria María Ruiz, y sus hijos Jesús, José Antonio y Luis Miguel, fue despedido con una gran ovación. El féretro estuvo cubierto por una playera del América, el equipo de su amores.

 
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