Nueva oleada xenofóbica en EU
La capital, Virginia y Maryland, escenarios de actos de violencia contra migrantes
Nueva York, 4 de mayo. A la sombra del Capitolio y de la Casa Blanca, donde continúa debatiéndose la "reforma migratoria", el clima de violencia hacia trabajadores extranjeros se agudiza con la presencia de hombres armados, actos de provocación y hasta ataques contra centros comunitarios latinos, denunciaron defensores de derechos humanos.
Anoche se trató de incendiar un centro de trabajo de jornaleros en Gaithersburg, Maryland. Esto se da en el contexto de una creciente oleada xenofóbica. Basta recordar que en la marcha de migrantes del pasado primero de mayo, en Washington, fue detenido un hombre armado vinculado con grupos antindocumentados, informó Ricardo Juárez, coordinador de Mexicanos Sin Fronteras, agrupación con presencia en la capital, Virginia y Maryland.
Las cercanías del edificio en el cual está ubicado el centro de trabajo de jornaleros fueron rociadas con gasolina, pero las llamas se extinguieron antes de extenderse al inmueble. "Sospechamos que los responsables están vinculados con grupos antimigrantes, que cada vez están operando más activamente en esta región", comentó el activista en entrevista con La Jornada.
El martes, durante una marcha de unos mil trabajadores por los barrios de Washington, convocada por Mexicanos Sin Fronteras como parte de las movilizaciones en defensa de los migrantes a nivel nacional, apareció un individuo sospechoso, que buscó provocar a los participantes.
Juárez le arrebató un panfleto que resultó ser propaganda de acciones contra migrantes en la frontera. La policía detuvo al individuo, que al parecer estaba armado. Más tarde, un arsenal fue descubierto en su casa. Algunos lo han identificado como miembro de la organización Minutemen, aunque las pesquisas sobre el caso aún no concluyen.
Estos hechos de violencia no son incidentes aislados, advirtió Juárez. En centros laborales de jornaleros en Woodbridge y Culpepper, Virginia, los trabajadores han sido objeto de constantes provocaciones. Desde automóviles en marcha, individuos les toman fotos y los insultan, mientras otros latinos han sufrido intentos de intimidación por hombres que fingen ser agentes de seguridad pública, se presentan sin identificación y emplean vehículos que no son oficiales.
Mientras tanto, las actividades de Minutemen y otras organizaciones afines se difunden públicamente. Por ejemplo: se organizó una campaña llamada Ayuda a Salvar a Manassas, en esa ciudad de Virginia, encabezada por un sujeto que ha hecho blanco de sus ataques a Mexicanos Sin Fronteras. "Están proliferando estos grupos", alertó Juárez.
Estos incidentes xenofóbicos "se dan en un contexto en el cual las políticas locales sobre migración y el efecto de los planes federales en ese rubro se combinan en un inquietante caldo de cultivo", comentó Juárez.
Estas acciones, añadió, se justifican con el argumento de la llamada "seguridad nacional". Señaló que las propuestas legislativas de reforma migratoria -ahora bajo análisis- incluyen más acciones de seguridad que, de cierta manera, "legalizan el uso de la violencia contra los latinos".
Juárez planteó que los incidentes de violencia, aunados al clima generado por el debate político sobre migración, son "sumamente preocupantes" para la comunidad latina en la capital estadunidense y en otras entidades.