Usted está aquí: sábado 5 de mayo de 2007 Cultura Delicia de danzones

Delicia de danzones

La onda expansiva que causó el revival de la música clásica cubana merced al trabajo que realizó Ry Cooder en la isla, en complicidad después con Wim Wenders, ese gran iluminador de caminos melómanos, y que produjo un filme ya clásico (Buenavista Social Club) sigue en estallido.

El éxito de un disco pletórico de pasión que protagonizó la pareja insólita Bebo Valdés y Diego El Cigala, puso después los reflectores sobre ese gran maestro cubano del piano (foto de arriba), de quien esplende en los anaqueles de novedades discográficas un prodigio también a dúo, titulado Bebo & Cachao (Rhino Records) y que contiene dinamita deliciosa, un track listing acidulado al alimón, acitronado en partes iguales, primero Bebo luego el gran maestro del contrabajo cubano. El resultado es delicia de danzones, un jolgorio de baile epidermis hacia adentro.

Una verdadera maravilla, el paraíso recuperado, es decir John Milton bailando danzón con Beatrice, sin Dante. Un auténtico tesoro a flor de piel.

 
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