Usted está aquí: sábado 5 de mayo de 2007 Cultura La historia es historieta

DISQUERO

DISQUERO

La historia es historieta

Pablo Espinosa

Como las casualidades no existen, he aquí un nuevo disco de Ry Cooder, que así se subtitula precisamente el álbum Me llamo buddy y también, hablando de rebotes históricos, es un retorno de Cooder a sus orígenes: la música del Estados Unidos profundo, las enseñanzas de su maestro Bob Seegher, quien aparece en este disco espléndido, sus andanzas gordas con El Flaco Jiménez, también inmerso en este álbum alucinógeno que se puede leer y escuchar al mismo tiempo, porque viene inserto en un libro de ilustraciones, de las cuales reproducimos tan sólo un par, realizadas por Vincent Valdez y con una historia que se va narrando en el libro y en las canciones de Ry Cooder, con toda la jiribilla de crítica social, de noción contestataria a esa nación tan enferma, a los abusos de poder, a la pobreza en el país más rico del orbe, a las ideologías ultra identificadas tras la capucha sureña del Ku klux klan en este libro y en este disco que es también un homenaje a la gran cultura estadunidense, la que realizan las mujeres y los hombres de trabajo. Una gran fanfarria al hombre común.

La historia es una historieta: Buddy es un gato a quien está dedicado el disco (¿-2005) y es el personaje central quien en el primer capítulo, y al mismo tiempo en el primer track, deja su casa y emprende la aventura por el sur hondo con una maleta en la mano, a la usanza del gran blues de Robert Johnson, recreado por Mick Jagger y Keith Richards en otro álbum, otras voces, otros ámbitos que no tienen que ver con este disco de Ry Cooder que, como el tiempo no existe, se ubica antes de Sus Satanísimas Majestades y hace hacer esquina la ruta 66 con la 69 y con la encrucijada de maese Robert Johnson.

En el siguiente capítulo aparece Lefty, un ratón de izquierda, luchador social, reivindicador de las mejores causas y luego aparece el cerdo J. Edgar y luego el reverendo Tom Toad y así va transcurriendo la historieta que hace historia mientras los ojos se posan en las ilustraciones y en el relato en prosa y los oídos en los altavoces, donde los dedos de Ry el maese Cooder se ponen de nuevo del lado moridor, del lado de los pobres, siente Simpatía por el Débil, que es una traducción apócrifa pero muy chida de otra rola de Susata (apócope de Sus Satanísimas): Symphaty for the devil. He aquí a Ry Cooder el más cool, en estado prembrionario, en sus alambiques de gran alquimia.

 
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