Usted está aquí: jueves 26 de abril de 2007 Mundo La Iglesia cubana, por una relación de respeto con el poder

La Iglesia cubana, por una relación de respeto con el poder

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 25 de abril. El nuncio apostólico en Cuba, Luigi Bonazzi, dijo aquí que la Iglesia católica en la isla busca que sus relaciones con el Estado se basen en los "principios de autonomía y de sana y respetuosa colaboración".

El representante de El Vaticano en La Habana ofreció una recepción en la víspera, para conmemorar el segundo aniversario de la coronación de Benedicto XVI.

En un mensaje a sus invitados, entre los que estaba el líder del Parlamento, Ricardo Alarcón, Bonazzi citó un discurso del Papa alemán, de enero pasado, en un tramo relacionado con este país: "Con el deseo de que cada uno de sus habitantes pueda realizar sus aspiraciones mas legítimas en favor del bien común, permitidme que tome el llamado de mi predecesor de que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba. La apertura recíproca con los demás países redundará en beneficio de todos".

Joseph Ratzinger aludía en esa forma a la más resonante declaración de Juan Pablo II, durante su visita a Cuba en enero de 1998, que desde entonces se convirtió en síntesis de la visión eclesiástica de la isla.

Tras leer la cita, el nuncio señaló que "la búsqueda del bien común debe ser una responsabilidad de todos los ciudadanos. La Iglesia católica en Cuba se siente en plena sintonía con el augurio de Benedicto XVI y desea hacer su contribución, sobre todo mediante los laicos, para realizarlo".

"Al mismo tiempo", apuntó Bonazzi, "la Iglesia cree que podrá colaborar con el bien común de la patria, cuanto más las relaciones Iglesia-Estado estén fundadas en principios de autonomía y de sana y respetuosa colaboración. En este camino hace tiempo orientamos nuestros pasos".

Bonazzi concluyó su discurso el martes por la noche y dijo que "rezamos por la recuperación del presidente Fidel".

Cuando quedaban unos cuantos invitados a la velada, Bonazzi invitó a Alarcón y a la jefa de la Oficina del Partido Comunista para la Atención de Asuntos Religiosos, Caridad Diego, a conversar junto con un grupo de obispos en la sala de la nunciatura.

La argumentación del nuncio está en sintonía con expresiones recientes de altos dignatarios católicos en la isla, que reflejan el tono adoptado por la jerarquía eclesiástica en el trance que vive el país, tras la enfermedad del presidente Fidel Castro.

"El camino es el diálogo", dijo en una entrevista el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, el primero de abril. "Con la presión no se llega a ningún lado".

"Estamos en un proceso de mayor entendimiento" con las autoridades, señaló el obispo auxiliar de la capital, Juan de Dios Hernández, el Viernes Santo, 13 de abril. Seis días más tarde, el obispo de Pinar del Río dijo a La Jornada que las relaciones de la Iglesia con el gobierno deben situarse "en el gran respeto y en el gran diálogo".

 
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