Usted está aquí: martes 24 de abril de 2007 Mundo Sarkozy y Royal tienden primeros puentes para conseguir alianzas

El aspirante conservador a la presidencia francesa dice que "no busca regateos"

Sarkozy y Royal tienden primeros puentes para conseguir alianzas

La candidata socialista invita a Francois Bayrou, tercer lugar de la elección, a un debate

IVONNE SANCHEZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

Ampliar la imagen Nicolas Sarkozy, el aspirante conservador a la presidencia de Francia, ayer en un acto de campaña en Dijon. Foto: Ap

Ampliar la imagen Segolene Royal, en busca del voto para la segunda ronda electoral en la ciudad de Valence Foto: Ap

París, 23 de abril. El conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Segolene Royal, los punteros en la primera vuelta de la elección presidencial del domingo pasado, tendieron hoy sus primeras redes para conseguir el apoyo del ex candidato centrista, Francois Bayrou, y sus 6 millones 600 mil simpatizantes, que podrían ser la clave para ganar la segunda vuelta el 6 de mayo.

Sin tardanza, Royal llamó por teléfono a Bayrou para comunicarle su interés en "un debate de ideas abierto y útil", con base en un "deseo de cambio sin segundas intenciones y precondiciones", mientras que Sarkozy se mostró más cauto, al asegurar que no buscará "negociaciones o regateos ni traicionará" a los 11 millones de franceses que votaron por él.

Para la siguiente fase del proceso electoral, los dos aspirantes a ocupar el Palacio del Eliseo, la sede de la presidencia francesa, defenderán cara a cara sus proyectos de gobierno en un debate que será televisado el 2 de mayo.

El candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy, comienza esta nueva etapa con una ventaja holgada, tras obtener 31.18 por ciento de los votos.

Personaje complejo que provoca a la vez admiración y rechazo, Sarkozy debe tratar de "suavizar" su imagen agresiva para intentar ganar la confianza del resto de los electores, sobre todo de aquellos que votaron por el centro.

Si se suman los votos de dos pequeños candidatos de derecha, Sarkozy podría contar en teoría con una base electoral de 34 por ciento de los sufragios.

Los electores del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), con 10.4 por ciento de las boletas, serán más difíciles de convencer, puesto que el voto al FN ha sido habitualmente un acto de protesta contra el sistema político y frecuentemente buena parte se abstiene en la segunda vuelta.

El ex candidato del FN, Jean Marie le Pen, resultó el gran perdedor de esta elección. Con respecto al 2002, su partido perdió un millón de electores.

Le Pen, de 78 años, y probablemente a punto de retirarse, revelerá públicamente el 1° de mayo si da su voto de confianza al candidato conservador, algo poco probable, ya que durante la campaña, Le Pen cuestionó la legitimidad de Sarkozy por haber evocado sus orígenes húngaros y griegos.

A Sarkozy le queda la alternativa de buscar en el centro los votos que puedan darle la victoria, aunque este coqueteo puede costarle la pérdida de electores en la parte más radical de la derecha.

Desde el domingo por la noche, luego del anuncio de los primeros resultados, el candidato conservador optó por la moderación e invitó a su contrincante socialista a un "debate de ideas, con respeto mutuo".

Pero en el terreno opositor a los conservadores, el nuevo lema de campaña es "Todo menos Sarko" (Tout sauf Sarko).

Este lunes, anunciaron públicamente su respaldo a Royal, los ex candidatos Marie George Buffet, del Partido Comunista, que cosechó 1.94 por ciento de sufragios; Dominique Voynet, del Partido Ecologista (1.7); Arlette Laguillier, de Lucha Obrera (1.35), y José Bové, con (1.32).

Olivier Besancenot, de la Liga Comunista Revolucionaria (4.13) no se pronunció abiertamente por Royal, pero pidió a sus electores ir a votar "contra la derecha".

Si se suma los votos de todos estos candidatos, en principio, Segolene Royal podría contar con una base electoral de 36.4 por ciento de votos.

La candidata, a quien se le recrimina falta de carisma y una cierta rigidez, ha demostrado contar con una perseverancia y una serenidad a toda prueba, y a su manera ha logrado resistir los embates, incluso al interior de su partido.

De cualquier manera, a los viejos militantes socialistas les preocupa la ventaja que Sarkozy tiene en las encuestas.

"Por su puesto que Segolene Royal todavía puede ganar, pero las cifras son las cifras", consideró hoy el ex primer ministro Michel Rocard.

Tras la primera vuelta quedaron en el aire los seis millones 600 mil votos que Bayrou recibió y con los cuales se convirtió en "el árbitro" de la nueva contienda.

Se trata de un arbitraje complicado si se toma en cuenta que la Unión por la Democracia Francesa (UDF) se ha aliado tradicionalmente con la derecha, aunque en esta ocasión, Bayrou ha tratado de distanciarse.

El 25 de abril, el presidente de la UDF hará pública su postura frente a la nueva contienda electoral. Todo indica que Bayrou no dará ninguna consigna de voto y, lo más importante, anunciará la creación de un nuevo partido, con mayor "apertura".

Según una encuesta publicada por el diario Le Monde, 47 por ciento de los votantes de Bayrou se inclinaría por Royal, mientras que Sarkozy se quedaría con 35 por ciento del pastel centrista.

En un mitin de campaña en la ciudad de Valence, Royal hizo pública la invitación a Bayrou a un "diálogo abierto" para encontrar los "puntos de convergencia" entre las dos formaciones políticas

La invitación, por el momento, quedó sin respuesta.

 
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