Usted está aquí: lunes 23 de abril de 2007 Opinión Las "interconexiones" del PPP

Carlos Fazio

Las "interconexiones" del PPP

El relanzamiento formal del Plan Puebla-Panamá (PPP) que hizo Felipe Calderón en Campeche coincidió con la apertura de una nueva línea de crédito a México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 2 mil 500 millones de dólares para infraestructura, así como la reactivación y/o ejecución de varios proyectos, en apariencia inconexos, en beneficio del gran capital.

El 26 de febrero pasado, al firmar el memorando de entendimiento con el BID, Calderón dijo que el país tiene condiciones "inéditas" para invertir en sectores claves, como energía, carreteras, aeropuertos, turismo e "infraestructura para el desarrollo"; aspectos, todos, vinculados con el PPP. A su vez, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, quien viene promoviendo las inversiones en energía renovable en América Latina, señaló que el convenio "alentará" la participación privada en los proyectos.

Junto con varias corporaciones vinculadas al sector de la energía, entre ellas, las estadunidenses AES Corp., Costal de El Paso, Constellation, Duke Energy, PP&L, Ormant; las españolas Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa y la canadiense HydroQuebec, otro de los beneficiarios de los proyectos será el multimillonario de Forbes y promotor del Pacto de Chapultepec, Carlos Slim, principal accionista del Grupo Carso, quien podría monopolizar el tendido de fibra óptica para telecomunicaciones del sursureste mexicano a Panamá. Asimismo, su empresa Swecomex, que se ha interesado en participar en asociaciones internacionales para elaborar infraestructura petrolera en el Golfo de México, podría financiar la refinería en Centroamérica revivida por Calderón. Otras dos de sus empresas, Promotora del Desarrollo Económico de América Latina y Promotora Inbursa, han venido incursionando en la construcción de carreteras, rubro reactivado en el contexto del PPP, lo que coincide, a su vez, con el anuncio de reprivatización carretera anunciado por el secretario del ramo, Luis Téllez.

La construcción de otro puerto en Salina Cruz, junto con la modernización del existente, paralelamente a los trabajos de mejoramiento de los puertos de Coatzacoalcos y Pajaritos, Veracruz; del ferrocarril y el aeropuerto regional del istmo de Tehuantepec y de la carretera Acayucan-La Ventosa, así como la inauguración este mes del parque eoloeléctrico de La Venta, en Oaxaca, edificado por Iberdrola sobre el despojo de 800 hectáreas ejidales, indican que el PPP sigue avanzando. Otro proyecto que se reactivará ahora que hay fondos del BID será la construcción de la hidroeléctrica La Parota, en Guerrero, suspendido ante las fuertes protestas de las comunidades.

De acuerdo con sus creadores, un objetivo prioritario en la nueva fase del PPP es consolidar el Mercado Eléctrico Regional (MER), mediante la apertura del sector a la inversión extranjera directa. Según los pronósticos del BID, principal patrocinador y coordinador de la "ingeniería de financiamiento" del PPP, el Mercado Eléctrico Regional entrará en operación este año al concluirse la red del Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (Siepac), una línea de transmisión de alta capacidad que unirá los sistemas eléctricos desde Panamá a México, y de México a Estados Unidos.

Documentos del organismo interamericano que responde a las políticas del Departamento del Tesoro estadunidense, definen al MER como "un espacio comercial de ámbito regional en el cual los agentes habilitados pueden realizar libremente transacciones de compraventa de electricidad dentro o fuera de su país, accediendo sin discriminación alguna a las redes de transmisión, con el pago de un peaje". Además, el sistema "facilitará la convergencia con el futuro desarrollo de la industria del gas natural en la región", al promover "la instalación de plantas de generación eléctrica con tecnologías avanzadas, creando los incentivos para la construcción de gasoductos y una integración energética más amplia con países vecinos, como México y Colombia, potenciales suministradores de gas natural a la región".

De acuerdo con datos de la Cepal e InterAction, una organización no gubernamental con sede en Washington, la concreción del MER ocurre cuando más de 50 por ciento de la generación eléctrica estatal en América Central ha sido transferida a compañías trasnacionales. No es un secreto que la apertura del sector de la energía a la iniciativa privada ha sido acompañada en todo el mundo de argumentos falsos y de generación de miedo y sicosis social, en el sentido de que se está al borde de un colapso en la materia. Es también conocido que los procesos de privatizaciones de las empresas estatales de energía eléctrica han ido acompañados de corrupción, de aumento en las tarifas desde Estados Unidos hasta Argentina, y de mala calidad y mal servicio.

Dado que la energía es el motor del actual sistema de producción capitalista, controlar toda la cadena productiva vinculada al sector significa un gran negocio, porque permite reducir costos y sacar más ganancia. Pero además, las corporaciones quieren apropiarse todo aquello que genera energía: ríos, agua, embalses, carbón, monocultivo de oleaginosas para la producción de etanol, gas, tecnología.

Una de las partes menos visibles del PPP es la creación de "figuras jurídicas" supranacionales, que pasan por la creación de mecanismos como el MER y la Siepac, e incluye la homologación de leyes, normas y reglamentos entre los países miembros, que responden a una matriz estadunidense.

Como antes Vicente Fox, hoy Calderón es el enganchador de los mandatarios centroamericanos a un proyecto geoestratégico diseñado en función de las necesidades energéticas y de "seguridad nacional" de Estados Unidos. La militarización de México es un complemento de los megaproyectos económicos en curso.

 
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