Usted está aquí: domingo 22 de abril de 2007 Cultura Nuevas excavaciones en Tula para buscar atlantes de ocho metros de alto

Los expertos creen que se trata de columnas que sostenían el techo de un templo

Nuevas excavaciones en Tula para buscar atlantes de ocho metros de alto

REUTERS

Tula, 21 de abril. Después de estudiar por décadas fragmentos de esculturas gigantescas en las ruinas mexicanas de Tula, los arqueólogos planean excavar la antigua ciudad tolteca para buscar lo que serían los mayores atlantes o monumentos de guerreros en la historia de esa civilización.

Los atlantes, esculturas de 4.6 metros de alto que vigilan desde una colina la mayor ciudad de los toltecas, ubicada al norte de la capital mexicana en el estado de Hidalgo, son el símbolo de la cultura predominantemente militarista de Tula.

Sólo cuatro de estas esculturas gigantes fueron halladas completas hace décadas, aunque desperdigadas en una fosa.

Fueron rearmadas sobre un templo de la capital tolteca, cultura que floreció durante cuatro siglos hasta el 1150 dC y que extendió su influencia desde el suroeste de Estados Unidos hasta Centroamérica, pasando por el centro de México.

Décadas atrás se descubrieron en las afueras de la ciudad prehispánica dos pares de piernas gigantes, más grandes que las de los atlantes conocidos, pero los arqueólogos identificaron recientemente que son de la misma cultura tolteca y no de otras que habitaron la ciudad tras la caída de esa civilización.

"Eso nos da una idea de que debieron de haber existido otros atlantes que probablemente se encontraban en el edificio C, que es el más grande", dijo el arqueólogo Luis Gamboa, responsable del rescate de los restos en Tula.

Los arqueólogos planean realizar nuevas excavaciones entre septiembre y noviembre en busca de los gigantes de piedra, que de encontrarse completos, doblarían en tamaño a los que se yerguen actualmente en Tula.

"Habría la probabilidad de que se descubrieran algunas otras", agregó Gamboa.

Se presume que estos atlantes más grandes sostenían el techo de un adoratorio en el edificio C, el templo más grande y menos explorado de Tula, probablemente dedicado al sol, adornados con pectorales en forma de mariposa, cascos de plumas, cuchillos, dardos y sandalias con serpientes emplumadas.

Tula fue la capital de la cultura tolteca y floreció con militares profesionales, artesanos y sacerdotes que sacrificaban desde hombres hasta niños, en algunos casos.

 
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