Usted está aquí: jueves 19 de abril de 2007 Economía Hay en América Latina 205 millones de habitantes pobres, reporta la Cepal

José Luis Machinea presentó en Madrid reporte sobre evolución económica en 2006

Hay en América Latina 205 millones de habitantes pobres, reporta la Cepal

Cifra similar a la población de Brasil y Argentina; la región, la más desigual del mundo

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 18 de abril. América Latina sigue siendo la región más inequitativa del planeta, con 205 millones de habitantes en pobreza -el equivalente a la población de Brasil y Argentina-, con más de la mitad de personas sin acceso a los mecanismos de protección social básicos -salud y pensiones- y con una lacerante discriminación por motivos de raza y de género. Según el informe Panorama social de América Latina 2006, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la única buena noticia del último cuatrienio en la región es una ligera reducción de la tasa de desempleo, que este año se situará "por debajo de 8 por ciento".

José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, con sede en Santiago de Chile, presentó en la Casa de América de Madrid un exhaustivo informe sobre la evolución de la economía en América Latina, la región del mundo con peor distribución de la riqueza y donde prevalece la marginación por cuestiones de etnia, como queda patente en el atraso histórico que sufren las comunidades indígenas, que en México representan unos 10 millones de personas.

El titular de la Cepal ofreció primero un panorama general del estado de la región, en la que destacó que "en los últimos cuatro años el continente ha crecido a un ritmo de 3.5 por ciento por año. Además reduce deuda externa, deuda pública y es, por tanto, una región menos vulnerable a cuestiones externas que hace tiempo. Es un crecimiento más sano al que tuvimos hasta principios de los noventa".

Otro dato alentador, según Machinea, es la rápida reducción de la tasa de desempleo, que en 2002 se situaba por encima del 11 por ciento, y que este año "creemos que va a estar por debajo del 8 por ciento". El matiz a este índice de desempleo, inferior a la mayoría de los países desarrollados, es que se incluye en el grupo de personas con trabajo a aquellos que subsisten gracias a la economía informal y que no cuentan con un salario fijo ni con prestaciones sociales. "Hay que recordar que la informalidad sigue siendo más del 45 por ciento del total del empleo, que es muy grande, casi la mitad. Pero en este contexto lo que estamos viendo es una tendencia a mejorar esa situación, pero para cambiar realmente necesitamos muchos años de crecimiento", dijo el secretario ejecutivo de Cepal.

Al ser cuestionado sobre la fiabilidad de esas cifras, sobre todo las que ofrece el gobierno de México, el único país con un método diferente al habitual, Machinea explicó que "México ha tenido cifras muy bajas de desempleo, lo que resulta un tanto extraño, pero en general las cifras en América Latina son muy fiables, que se miden igual que en cualquier parte del mundo, en base a encuestas laborales que son bastante razonables para marcar tendencia. Pero en México hay un problema, pues el desempleo siempre ha sido muy bajo aún en las crisis más profundas", señaló.

El informe de la Cepal advierte que a pesar del ligero aumento del empleo, más de 50 por ciento de la población "no tiene mecanismos de protección social", lo que significa que "algo más de 40 por ciento de la población mayor de 70 años no tiene acceso al sistema de pensiones".

En relación con los índices de la pobreza, poco ha cambiado en el último cuatrienio, si acaso una pequeña disminución del porcentaje global, que de 44 por ciento de 2002 se sitúa en 38.5 por ciento este año. Sin embargo, el número total de pobres ha aumentado considerablemente, en la misma proporción en que se ha incremento el número de habitantes, con lo que en estos momentos más de 205 millones de personas viven en condiciones de pobreza, de los cuales 79 millones se encuentran en la indigencia, la mayoría de ellas originarios de las comunidades indígenas.

"Cuando uno mide la inequidad con la distribución del ingreso, América Latina viene siendo el continente más inequitativo del mundo. Incluso el Caribe es más equitativo. Eso no ha cambiado. Cuando uno analiza los últimos siete años, se ve que hay algunos países donde algo mejoró, básicamente Brasil, pero la inequidad sigue siendo un rasgo característico de la región, que también se manifiesta porque hay distinto acceso a la educación, por cuestiones de etnia, lugar de residencia o a cuestiones de género. Es decir, es un Continente en el que hay mucha inequidad asociada a cuestiones de discriminación étnica y de género".

Machinea también criticó las "exageraciones" que se han vertido contra los países que han pugnado por modificar su relación con las multinacionales y el intercambio de comercio, como los casos de Venezuela y Bolivia, al señalar que "sí hay un lenguaje más duro en América Latina, pero primero hay que ver qué significa eso en hechos concretos. Por ejemplo en Bolivia, el tema de las nacionalizaciones fue más bien una renegociación de contratos con empresas que explotan petróleo y gas, sobre una base del precio del barril de 20 dólares. Por eso la renegociación de contratos tiene una lógica. En todo caso, yo creo que se ha exagerado y se ha distorsionado la realidad cuando se habla de que ha vuelto el populismo en América Latina. Eso es discutible en dos o tres casos y no es cierto en el conjunto de la región".

 
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