Ojarasca 120 abril 2007

Argentina y Chile

Mapuche: nación que vuelve

Los protagonistas verdaderos en Neuquén

El documental Mapuche: Nación que vuelve de Pablo García (producida por El Hombre Contrapicado, 2006) en 65 minutos profundiza en quiénes son los mapuches, sus dilemas, resis-tencias y creencias, cómo son sus prácticas y cómo se proyectan en la sociedad. García eligió los testimonios de varias comunidades de San Martín de los Andes y otras localidades de la provincia de Neuquén (Argentina), que relatan con precisión datos históricos entremezclados con enseñanzas espirituales, y también muestra la pelea contra el winka (invasor) que a veces es policía, otras empresario, y otras un propio hermano. Un momento revelador del documental muestra a un grupo de niños mapuches que pintan un mural en la sede neuquina de la petrolera Repsol. En medio de una manifestación pacífica de chicos de entre 6 y 15 años, llega la policía y los reprime. Hay llanto, forcejeos y todo termina con dos menores en el hospital y el sorprendente grito de una mujer mapuche al policía agresor: "¡Cómo le vas a pegar a un chico. Y lo peor es que sos mapu-che, mirá la cara que tenés!"

El día del estreno, Verónica Huilipán y Jorge Nahuel, representantes mapuches, agradecieron a García por el film, que muestra con "sensibilidad y profundidad" la esencia de la Nación que vuelve. Verónica contó además que desde febrero de 2006, gracias a la movilización y organización de los mapuches, el gobernador Jorge So-bisch no tuvo más remedio que reformar la Constitución Provincial y aceptar a Neuquén como un estado intercultural. Antes, en 1994, la Constitución Nacional ya denominaba a los indígenas como "pueblos preexistentes a la conformación de los estados". "El derecho está ahí, hay que ejercerlo", es el lema mapuche por estos tiempos. "No pedimos al Estado que nos dé nada. Vamos a defender lo que es nuestro y a ejercer el derecho reconocido", dijo Huilipán, una de las protagonistas del documental y representante de la Confederación Mapuche (com) de Neuquén, tras el estreno del film en Buenos Aires, en octubre pasado. "Durante la dictadura se mantuvieron la lengua, las costumbres y todo lo que tenía que ver con la identidad mapuche, de la ruca (casa) para adentro", cuenta Veró-nica. "Con la llegada de la democracia se empezó a pensar en sacar todo eso que habíamos guardado tanto tiempo". Resultados de esa idea son dos radios gestionadas por comunidades, se creó el Melli Follil Kupan (una suerte de registro civil propio) y abrieron en Paylá Menuco una escuela intercultural con ma-estros y alumnos tanto winkas como originarios. Además, desde 2000 comparten el manejo del Parque Nacional Lanín.

"Queremos administrar los recursos porque son nuestros", dice Roberto Ñankucheo, líder de la com y con rol estelar en el documental, donde aparece en conflicto con un tal Luigi, mano derecha del empresario Paco Cappozzollo, quién estaba al frente de la concesión del Cerro Chapelco en 2004. El italiano dijo ante la cámara que en realidad la empresa Nieves del Chapelco no daba ganancias y que con la deva-luación todo se les hacía muy complicado. Se ve que Roberto Ñanku-cheo hierve: "No me diga que estuvimos cinco años tomando agua con mierda y encima ni siquiera hicieron un buen negocio. Si no les genera ganancias por qué no se van y nos ahorran este sufrimiento".

El mapuche se refería a un serio problema de contaminación de los arroyos que rodean su comunidad, Paylá Menuco. En esa ocasión, un grupo de mapuches cortó el acceso al Cerro en plena temporada de ski (es una zona turística). Pedían un estudio ambiental de las aguas que bajan del Cerro. Tiempo después, cuando ya habían abandonado el bloqueo, el gobierno municipal y el provincial les dieron la razón, y Cappozzollo tuvo que instalar una planta potabilizadora al pie de Chapelco. La película (que también se exhibió durante el festival de cine y video indígena de Oaxaca en 2006) pudo verse en San Martín de los Andes, con fuerte repercusión. "Cambió la forma en que nos miran por la calle", diría otra protagonista, Mirta Colipán.

 

Con información de la revista electrónica lavaca.org (Argentina)


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