Usted está aquí: martes 10 de abril de 2007 Opinión Itacate

Itacate

Marco Buenrostro y Cristina Barros

Rioverde

EL DOMINGO LAS familias de Rioverde, población potosina, se disponen a almorzar menudo, gorditas o barbacoa. De esto y más hay en el mercado que se pone ese día.

EN LA REGION hay caña, por eso hay puestos colmados de chancaquillas, especie de palanquetas. Hay también pilones de piloncillo, solos o compuestos. Estos se elaboran vertiendo la miel de caña concentrada en los moldes de barro; se agrega cacahuate, ajonjolí o pepita. Los camotes amarillos, la calabaza de la grande, la chilacayota y los trozos de biznaga, que abunda en la zona, se hacen en miel de caña.

EN RIOVERDE, QUE es parte de la Pamería y se encuentra en un punto intermedio entre el clima seco estepario y el húmedo, pues es una de las entradas a la Huasteca, se produce gran cantidad de chiles de buena calidad. Hay cuaresmeños, anchos o color, serranos; los piquines, que son los más picosos, se venden no sólo frescos, sino preparados en vinagre. Entran al mercado cuando en otros centros no hay cosecha.

EN UN SOLO puesto aparecen los condimentos básicos muy bien organizados en compartimientos de madera: pimienta negra y chile piquín verde; el seco toma un llamativo color rojo. Hay además bonitas trenzas de ajo, hierbas de olor y rajas de ocote. Destacan los delgados camotes de azafrán, que en otros lugares llaman azafrancillo: dan sabor y un tenue color naranja al caldo de res y de pollo, al arroz, a las verduras.

EN OTRO PUESTO un hombre de barba, sonriente, tuesta cacahuates en un recipiente fabricado por él. Da vueltas a la manivela y el aroma llama a acercarse. Tiene ya preparadas algunas bolsas; atrás, un cerro de cacahuates espera para ser tostado. Son una buena botana.

COMO EMPEZAMOS el recorrido temprano, ya empieza a hacer hambre. Yadira Pérez, quien nos ha acompañado gentil y sonriente a hacer el recorrido, nos invita a comer al mercado. Ahí recomienda el menudo; lo prepara su tía que tiene una fonda. Es en verdad muy sabroso. El comino, condimento usado en la zona, perfuma el caldillo de jitomate bien sazonado con ajo.

PARA ACOMPAÑARLO trae unas sabrosas gorditas. Se trata de unas tortillas un poco más gruesas que las usuales, hechas con buen maíz blanco. Se les levanta la capa delgada o ampolla y se colocan diversos rellenos: el revoltillo es de huevos revueltos con salsa; hay verde, rojo y casero; este es el menos picante. Las gorditas de frijol con queso y las de nopalitos son muy sabrosas.

DE VUELTA DE Puente de Dios, una caída de agua que forma una hermosa poza de color azul intenso, nos detenemos a refrescarnos con un sabroso melado. Un caballo alto y fuerte mueve al dar vueltas el mecanismo del trapiche. Por una canaleta cae el jugo de la caña.

EL DUEÑO TIENE listo el recipiente con hielo y ahí se recoge la bebida. Se puede tomar sola o con limón. Sola conserva ese sabor inolvidable de la caña. Ahí mismo está la paila en la que el jugo se pone al fuego para que se concentre cuando se quiere obtener miel.

DE AHI A las cascadas de Tamasopo; el lunes a la Media Luna. Un paseo familiar inolvidable en el que Eduardo es nuestro grato guía.

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