Sus complicaciones ocasionan la muerte de más de 4 mil mexicanas cada año
Ssa posterga un año la campaña de vacunación contra el papiloma
Los programas en la materia impulsados por Vicente Fox resultaron un fiasco, reconoce la secretaría
La Secretaría de Salud (Ssa) postergó para el próximo año el inicio de la aplicación de la vacuna preventiva del virus del papiloma humano (VPH), causante de la casi totalidad de los casos de cáncer cérvico uterino, el que a su vez es considerado un grave problema de salud pública, vinculado con la pobreza. Al año, este tumor ocasiona la muerte de más de 4 mil mujeres, de las que 40 por ciento tiene menos de cinco años de escolaridad.
Con esta decisión, la Ssa también suspendió la negociación con el laboratorio fabricante del biológico, Merck Sharp and Dohme (MSD), que hasta el año pasado era el único que lo producía. Hace unas semanas Glaxo Smith Kline (GSK) informó de la solicitud de registro de su vacuna contra el VPH ante la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, las autoridades de la Unión Europea y la Ssa de México.
Hasta diciembre pasado, la Ssa mantenía contacto con los representantes de MSD, con quienes ya había concertado una propuesta inicial para abaratar el costo de la vacuna e iniciar en 2007 su aplicación, por lo menos en las zonas de mayor marginación del país.
Sin embargo, ante la posibilidad de que el lanzamiento del producto de GSK signifique un mayor descenso en el precio, la Ssa determinó suspender las pláticas con MSD.
La dependencia a cargo de José Angel Córdova Villalobos ha señalado que costo de la vacuna anti VPH equivale a tres veces la inversión que se realiza en todo el esquema universal de vacunación, integrado por 13 biológicos.
No obstante, reconoce que el cáncer cérvico uterino es un grave problema de salud pública, el cual, a pesar de la estrategia nacional de prevención, detección y control vigente desde 1999, sigue siendo la principal causa de muerte de las mujeres por tumores malignos.
A escala mundial, se reportan más de 500 mil nuevos casos por año y 275 mil muertes, principalmente en las naciones en desarrollo. Para los países industrializados este padecimiento es prácticamente inexistente. De hecho, en América Latina se registran las tasas de incidencia y mortalidad más altas del mundo.
Información de la Ssa señala que el cáncer del cuello de la matriz está vinculado al desarrollo social y económico de los países. En México, dos de cada cinco muertes por este padecimiento ocurren en mujeres con menos de cinco años de escolaridad, y las tasas de mortalidad son más altas en los estados y municipios con población mayormente indígena.
En 2005, la tasa nacional de cáncer del cerviz fue de 15.48 casos por cada 100 mil mujeres, y 14 estados presentaron tasas de mortalidad superiores a la media nacional; éstos son Campeche, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Entre los avances obtenidos en los pasados seis años, destaca el aumento en la cobertura de las pruebas de detección del cáncer cérvico uterino, que pasaron de 58 por ciento en 2000 a 80 por ciento en 2006. En el mismo periodo, el tiempo promedio de entrega del resultado de los estudios bajó de varios meses a 11.4 días.
Antes, resaltó la Ssa, la mayoría de los diagnósticos se obtenían en etapas tardías de la enfermedad y ahora, más de 60 por ciento de cáncer in situ, los cuales son totalmente curables.
Aun así, la tasa de mortalidad es elevada, con más de 4 mil decesos por año. Por eso, en 2006 la Ssa había anunciado la decisión de que una vez que estuviera disponible la vacuna preventiva, iniciaría su aplicación en las regiones del país con menor índice de desarrollo humano, en una estrategia similar a la seguida para la prevención de las infecciones por neumococo y rotavirus en los niños menores de dos años de edad.
La nueva administración federal, sin embargo, dio marcha atrás y determinó postergar la acción sanitaria para el próximo año. En principio, explicó Patricia Uribe, directora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, este tiempo servirá para resolver los problemas de logística y comunicación para llegar a dichas zonas de la República, y así evitar que se repita la experiencia de los tratamientos gratuitos para el cáncer cérvico uterino, que se puso en marcha durante la administración foxista, pero cuyos alcances han sido limitados debido a la dificultad de las mujeres para acceder a las unidades médicas de atención oncológica.