Usted está aquí: viernes 6 de abril de 2007 Economía Economia Moral

Economia Moral

Julio Boltvinik

Florecimiento humano: ¿teoría crítica o utopía?/ I

Desacatos, revista del CIESAS, dedica su número 23 al tema

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

Como resultado de la tesis de doctorado Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano, que presenté en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Occidente, en abril de 2005, recibí la invitación de Virginia García Acosta, directora del CIESAS, y de Jorge Alonso, editor de Desacatos. Revista de Antropología Social, que mucho agradezco, para preparar un número sobre los temas de mi tesis. Después de muchos meses de trabajo mío y de muchas otras personas (autores, traductores, corrector de estilo, formadora, asistente editorial y editor) han salido de imprenta los primeros ejemplares del número 23 de Desacatos titulado: De la pobreza al florecimiento humano: ¿teoría crítica o utopía? El número está bellamente ilustrado con fotografías de Rodrigo Moya, de su libro Foto insurrecta. Le agradezco la oportunidad de unir el arte con la reflexión.

El material temático incluido es largo y denso. Cubre un amplio espectro temático de reflexiones que comparten como preocupación central el futuro de la humanidad. Contiene trabajos de tres destacados autores y autoras de otros países: György Márkus (Hungría-Australia), Ruth Levitas (Gran Bretaña) y Des Gasper (India-Holanda), así como ensayos de autoras y autores mexicanos: Araceli Damián, Paulette Dieterlen, Luis Arizmendi y Julio Boltvinik. Hoy reseño, en términos muy generales, la presentación y los artículos de la sección Saberes y Razones.

Después de la presentación del número (a mi cargo), los ensayos temáticos dan inicio con mi artículo sobre la crítica de la economía política de la pobreza. Aunque está basado en mi tesis de doctorado, fui más allá al consolidar y sistematizar los elementos de crítica al paradigma dominante, crítica en la que he buscado fundar un nuevo paradigma para el estudio de la pobreza que la une al florecimiento humano. A continuación se incluye el artículo de Levitas "Florecimiento humano: ¿una agenda utopista?" en el cual sostiene que "el florecimiento humano es intrínsecamente una agenda utopista en tanto que se enfoca, más allá del presente, a un orden social transformado como condición necesaria de dicho florecimiento". De este artículo se ha derivado una polémica entre la autora y yo, una parte de la cual se incluye en la sección "Un debate con mirada utopista" de mi presentación, y otra parte la desarrollé en la serie de 9 entregas de Economía Moral tituladas: Límites de la satisfacción (de la primera de enero a la primera de marzo de este año) en las que debatí las ideas del libro del mismo nombre de William Leiss, en las que Levitas se basa para rechazar tres distinciones que considero centrales: distinguir necesidades de satisfactores, necesidades de apetencias, y necesidades bajas de superiores.

El número continúa con el ensayo de Luis Arizmendi (director de otra revista -espléndida como Desacatos-, Mundo Siglo XXI, del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del Instituto Politécnico Nacional) sobre la mundialización de la pobreza que concluye con una sección en la que ubica el enfoque de mi tesis doctoral (y sus antecedentes) como mirador iconoclasta de dicha mundialización. Caracteriza la fase actual del capitalismo, de mundialización de la pobreza, por tres dispositivos (que analiza en detalle) implementados para contrarrestar su tercera gran crisis: la derrota de los monopolios defensivos del tercero y segundo mundos; la configuración neoliberal del Estado, y la revolución tecnológica. Arizmendi sostiene lúcidamente que: a) el lugar estratégico que la pobreza ocupa desde 1990 en la agenda del Banco Mundial (BM) es un complemento de la configuración neoliberal del capitalismo y que el propósito de la agenda no es la superación de la pobreza, sino contener a los pobres para neutralizar riesgos de inestabilidad; y b) que las funciones reales del umbral de pobreza que define el BM (que reconoce como pobre sólo a quien ni siquiera puede adquirir los alimentos crudos mínimos) van más allá de minimizar la magnitud real de la pobreza mundial y consisten en revelar que la sociedad global de ningún modo puede ni debe ofrecer acceso al bienestar a las mayorías, sino que debe admitir como inevitable la polarización radical y garantizar a los excluidos exclusivamente el derecho a la sobrevivencia animal. Así Arizmendi conecta la definición de líneas de pobreza con un rasgo central de esta época que "el mirador del BM sintetiza": la mundialización capitalista cínica. Cínica porque admite sin vacilaciones sus efectos depredatorios contra el proceso de reproducción social y se formula su funcionalización opresiva.

El ensayo de Araceli Damián, "El tiempo necesario para el florecimiento humano. La gran utopía", con el que continúa Desacatos aborda críticamente este aspecto central de las condiciones necesarias para el florecimiento humano. Además, plantea la pregunta crucial de si es posible el florecimiento humano en el marco de las relaciones capitalistas de producción. Concluye que la eliminación de las clases sociales es condición indispensable del florecimiento humano, ya que en la sociedad de clases la alienación invade no sólo el trabajo sino también el tiempo libre. El análisis de la alienación en el tiempo libre de Damián, que se apoya en Gianni Toti, es complemento fundamental del análisis de la alienación del trabajo. El carácter elitista del florecimiento humano posible en el capitalismo le da mucho sentido a las preguntas que formula la autora: si esto es prueba de que no están dadas las condiciones para el florecimiento de la mayoría, si el tiempo libre puede conducir al florecimiento humano, y por qué éste no ha alcanzado a una proporción mayor de la población a pesar de la reducción de la jornada de trabajo. A partir de estas preguntas, define los propósitos de su artículo: abordar la determinación de la duración de la jornada laboral en el capitalismo, incluyendo las luchas obreras; la forma cómo el capitalismo transforma la vida del trabajador, produciendo una escisión entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre; cómo la fragmentación del proceso productivo conlleva un desencanto por el trabajo en el obrero (o sensación de vacío), que se traslada al tiempo libre. Su artículo termina con pesimismo al señalar que cada día parece más remota la posibilidad de que el trabajador trascienda la alienación y encuentre el camino al florecimiento humano. Siguiendo a Marx y Markus plantea dos condiciones necesarias: la transformación de las relaciones sociales de producción, para que las fuerzas productivas dejen de ser fuerzas del capital independizadas frente al trabajador y en contraposición a su propio desarrollo, y la abundancia que permita al ser humano la indiferencia hacia los problemas de la propiedad de los medios de producción.

En mi opinión sería necesario añadir la transformación del trabajo en trabajo creativo. Es éste el aspecto, derivado de la revolución científico-técnica, que más destacan Radovan Richta et al. en La civilización en la encrucijada.1 Porque complementa los trabajos temáticos del número de Desacatos, en el cual no se trata de manera sistemática la dimensión tecnológica2, a pesar de su papel central en los temas discutidos, y por su mensaje esperanzador, en la presentación del número expuse las ideas centrales de esta obra. Richta sostiene que el proceso de automatización "elimina completamente la actividad del hombre en la producción directa y la traslada a las etapas preproductivas: a la preparación tecnológica, a la investigación, a la ciencia, a la preparación del hombre". Esta obra contiene una respuesta, sumamente elaborada y muy consistente, al dilema arriba planteado sobre las posibilidades de la des-alienación y el florecimiento humano. Establecido un muy duro diagnóstico sobre el carácter del trabajo en el sistema industrial, Richta afirma que sólo la superación de las condiciones de trabajo, la reducción y la modificación sensible del trabajo industrial, es la llave de los cambios sociales y técnicos, sin los cuales el círculo de la civilización contemporánea queda cerrado. Richta y coautores afirman y presentan evidencias de que algunos aspectos de la alienación seguían presentes en el socialismo de los años sesenta De ahí derivan la fuerte tesis de que el socialismo es incompatible con el sistema industrial. Pero la revolución científico técnica abre la gran esperanza, puesto que mientras el "tipo predominante de obrero en la producción industrial mecanizada es el del obrero-operario manejando máquinas o atrapado en el engranaje de la cadena, la automatización compleja libera al hombre de su participación directa en el proceso de producción... de su papel de simple 'engranaje' y le ofrece, como contrapartida, el de promotor, creador y dirigente del sistema técnico de producción..." (p. 135). Es decir, la gran esperanza es descrita como realización en el trabajo: "una vez que el hombre cesa de producir las cosas que las mismas cosas pueden producir en su lugar, se abre ante él la posibilidad de consagrarse a una actividad creadora que movilice todas sus fuerzas,...que tienda a la investigación de vías nuevas, a la expansión de sus capacidades".

Saberes y razones concluye con la discusión de Paulette Dieterlen ("Cuatro enfoques sobre la idea del florecimiento humano") de los contenidos temáticos del número, que organiza en cuatro secciones: el liberalismo igualitario, las teorías comunitaristas, el "enfoque de florecimiento propiamente dicho", y el enfoque de Martha Nussbaum (MN). En la primera aborda las ideas de John Rawls y la crítica que le hace Sen por no tomar en cuenta la diversidad humana. En mi opinión, habría que unir a MN con Rawls para que el enfoque liberal igualitario se refiera al florecimiento humano. En la segunda analiza la crítica de los comunitaristas que han dicho, entre otras cosas, que el sujeto que maneja el pensamiento liberal ignora el contexto social en que éste se encuentra y las ideas de estos autores. En la tercera agrupa a los autores del número de Desacatos como defensores del paradigma del florecimiento humano basado en un cambio radical en las instituciones políticas y económicas. En la última sección aborda el enfoque de MN, cuya postura, basada en el liberalismo y el comunitarismo, contrasta con la mayor parte de los autores del número de Desacatos que ubica "dentro de una tradición fiel al pensamiento de Marx", frase que suscribiría excepto por la palabra fiel. Por último, pone en duda la afirmación de mi artículo que Sen está atrapado en una visión economicista de la pobreza. Recuerda el compromiso de Sen con la libertad positiva, cita la definición de Isaiah Berlin y se pregunta si no es ésta una idea muy similar a la de florecimiento humano. La definición de Berlin se acerca, en mi opinión, más a la idea de autonomía que a la de florecimiento humano. La crítica al enfoque de capabilities de Sen es la materia de la sección 5 de mi artículo sobre la crítica de la economía política de la pobreza que abordaré en otra ocasión. Dieterlen termina resaltando la importancia del número 23 de Desacatos. Cuando se pregunta si encontraremos un sistema político en el que todos podamos ampliar la mirada para concebir la pobreza desde un ángulo diferente, subraya la intención de la primera parte del título del número: De la pobreza al florecimiento humano. Al final pone de relieve un elemento de la segunda parte del título (¿Teoría crítica o utopía?): "Lo que este número de Desacatos nos muestra es que no podemos abandonar la utopía si queremos vivir en un mundo mejor".

1 La civilización en la encrucijada, Artiach Editorial, Madrid, 1972, pp. 35-38. Edición original en checo, 1968. Hay otra edición en español (con otra traducción) de Siglo XXI Editores.

2 Arizmendi aborda la teleinformática y la biotecnología como armas de dominación del capital, pero no analiza los efectos de la automatización.

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