Usted está aquí: jueves 5 de abril de 2007 Cultura Revaloran a Elena Garro entre los mejores escritores del siglo XX

Lucía Melgar escribió la introducción del primer tomo de sus Obras reunidas

Revaloran a Elena Garro entre los mejores escritores del siglo XX

La autora de Los recuerdos del porvenir vivió una ''culpa indefinida'' por su papel en el 68, dice la investigadora

La complejidad es una de sus aportaciones más relevantes a la literatura

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen La vida de Elena Garro estuvo envuelta en la polémica. De la autora de Andamos huyendo Lola, aún falta mucho por explorar Foto: Archivo La Jornada

En México es necesario hacer una revalorización de la obra de Elena Garro, considera la investigadora Lucía Melgar, autora de la introducción a las Obras reunidas de la escritora y dramaturga que publica el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Garro (Puebla, 1916-ciudad de México, 1998) ''es una de los escritores -así en masculino- más importantes del siglo XX y de la literatura en español no sólo en México, sino en América Latina y España. Su obra es muy importante por toda la innovación que hace, por todos los géneros que explora y la calidad con la que hace esa exploración".

Sin embargo, aun cuando en los años recientes ha habido mayor interés por su trabajo y sus textos se conocen un poco más, ''es necesaria su revalorización porque todavía el año pasado, cuando fue el escándalo de los documentos de la Dirección Federal de Seguridad, muchos hablaron de que era espía (del gobierno) pero no sabían ni quién era. Sólo se le identificaba como esposa de Octavio Paz".

Más allá del escándalo

Ese escándalo podría haber afectado la imagen que se tiene de Elena Garro y la posibilidad de un mayor acercamiento a su labor en las letras.

''Me sorprendió mucho que antes de que se pudiera acceder a los papeles, se hicieron juicios de que era espía y punto; pocos se molestaron en leer el informe completo, integrado sólo por dos reportes, el primero es de agosto y que al parecer es indirecto, como de conversaciones, y el segundo de octubre en el que sí denuncia a los intelectuales; dice que va a ayudar a encontrar a Heberto Castillo, pero con pistas tan absurdas que creo que ni ella misma las creía. Siento que había mucha desesperación", continúa Melgar, quien prepara una biografía crítica sobre la autora de Andamos huyendo Lola y Los recuerdos del porvenir.

''Es importante considerar los informes de la Dirección Federal de Seguridad en el contexto de lo que son las actitudes de los escritores e intelectuales en un momento político determinado. Acusarla de ser espía fue negativo para su figura pública", añade la investigadora del Programa de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Lo que nos toca ''es analizar por qué actuó como lo hizo en 1968 y de qué forma lo llevó a su obra, por ejemplo en una de sus obras de teatro menos logradas, Sócrates y los gatos, recrea ese periodo justo después del 2 de octubre; en algunos de sus cuentos siempre es la perseguida, la exiliada, la que tiene a todo el mundo en contra. Tenía una especie de culpa indefinida que permeó su obra.

''Decir simplemente que fue espía y traicionó a sus amigos o que espiaba a Octavio Paz son cosas que no ayudan a entender al personaje, ni a su obra ni al medio intelectual mexicano", señala Lucía Melgar, quien desde hace años se dedica a estudiar la obra de Garro, tanto en sus libros como en su correspondencia, gran parte de la cual está en la Universidad de Princeton.

Mujer compleja

Mucho queda por decir sobre la escritora y su obra, su complejidad, la forma en la que se construía a ella misma dependiendo de su interlocutor, y se mantienen varios enigmas: ''por qué su actuación en 68, podría decir que fue el miedo el que la empujó, que tenía muchos resentimientos y por eso atacó a los intelectuales, pero hay cosas que no quedan claras.

''Otra es la relación extraña que mantuvo con Paz hasta el final, o por qué en sus últimos años quería dar una imagen muy particular de lo que había sido su vida y, quizá lo más interesante, es por qué le fue tan difícil escribir cosas nuevas después del 68. Algo de lo novedoso que publicó fue Andamos huyendo Lola, que por eso es un libro tan importante, pero en general retomó cosas.

''Creo que había un gran deseo de escribir y no lo logra en gran parte por sus circunstancias, pero es difícil entender por qué una mujer que había sido tan fuerte, valiente, arrojada y heterodoxa, se volvió una mujer temerosa y muy compleja"; complejidad que por otra parte es una de las principales aportaciones a la literatura.

 
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