Usted está aquí: miércoles 4 de abril de 2007 Cultura Se detectó manejo irregular de donativos del CNCA en 2005

El fideicomiso de la megabiblioteca fue el principal beneficiario, determina la ASF

Se detectó manejo irregular de donativos del CNCA en 2005

En Festival Internacional Cervantino ocupa el segundo sitio en la lista y recibió $169.7 millones

El registro y la finalidad de los recursos no son transparentes, señala el órgano fiscalizador

ALMA E. MUÑOZ, ENRIQUE MENDEZ

Ampliar la imagen Vista de la megabiblioteca Vasconcelos construida en terrenos de Buenavista, que Vicente Fox inauguró ''a marchas forzadas'', en mayo de 2006, días antes de las elecciones federales del 2 de julio de ese año Foto: Cristina Rodríguez

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) manejó de manera irregular los donativos que otorgó durante 2005.

Entre las anomalías, reportó que el organismo no mostró datos específicos sobre los montos otorgados ni control sobre los beneficiarios de los mismos.

Por ejemplo, presentó una primera lista con 181 beneficiarios por 221 millones 243 mil 900 pesos, y posteriormente sustituyó dicho listado con 171 favorecidos, pero sin modificar la cantidad ejercida, aunque con ''diferencias en el monto y número", tanto de las unidades administrativas que los otorgaron, como de los apoyados.

Frente a estas anomalías, que fueron abordadas en un encuentro de aclaración entre las partes, la ASF evidenció en su reporte que la Dirección de Planeación, Programación y Presupuesto, como parte de la Dirección General de Administración del consejo, les entregó un listado más, pero con ''los mismos datos" del inicial.

El órgano fiscalizador también cuestionó al CNCA de que en lugar de informar sobre los donativos que recibió hace dos años, notificara sobre los que otorgó, los cuales representaron 31.5 por ciento del total de los brindados por el sector público durante ese ejercicio, y ascendieron a 702 millones 854 mil 300 pesos.

Control interno deficiente

La ASF detalló que de acuerdo con los resultados de las auditorías realizadas, el principal beneficiario de la instancia que manejó Sari Bermúdez fue el Fideicomiso Biblioteca de México José Vasconcelos, con 281 millones de pesos, seguido por el Festival Internacional Cervantino, con 169.7 millones de pesos; el Museo Biblioteca del Centro Cultural de León, Guanajuato, con 166.1 millones pesos, y los destinados por conducto del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes al Centro Cultural Polifórum en Guanajuato (149.4 millones de pesos), Artescénica (50.05 millones de pesos), Programa Ciudades Mexicanas Patronato Mundial (40 millones de pesos) y el Programa 20 Proyecto, Fomento y Coinversiones Culturales (21.9 millones de pesos).

Resaltó que determinó solicitar al CNCA información del manejo que realizó de sus donativos, después de que la Cuenta Pública de 2005 no presentara datos específicos al respecto.

Sin embargo, los documentos entregados por el consejo evidenciaron ante la ASF, como se asienta en su más reciente informe, que ''el control interno de donativos es deficiente (en el CNCA), debido a las diferencias en los listados de beneficiarios proporcionados por la Dirección General de Administración, y dado que a la fecha de presentación de los resultados preliminares no tenía precisión sobre los registros definitivos del ejercicio 2005".

Ante ello, afirmó, ''no existe certeza en el monto de los donativos otorgados a cada uno de los beneficiarios, ni de las unidades administrativas que los proporcionaron en ese año".

Difícil seguimiento administrativo

La ASF demostró que a partir de los listados que le fueron proporcionados, en 26 casos coincidieron los beneficiarios, pero ''no los montos reportados"; sólo ocho estuvieron anotados en la segunda lista y 11 aparecieron en la número tres, pero no en la previa.

También, ''que el nombre de los beneficiarios se utiliza de forma indistinta, ya que en las dos primeras relaciones un mismo beneficiario tiene diferentes denominaciones e inclusive, en un caso, se registró como tal a la persona que tramitó el donativo".

Además, al verificar con las unidades administrativas la información proporcionada en la última lista, la ASF detectó que sólo en tres casos de 10 coincidieron el número de beneficiarios, pero no el monto de lo otorgado a cada uno, y en los otros ''no hubo coincidencia alguna".

La Auditoría Superior de la Federación dejó en claro que en la revisión de los documentos denominados ''saldos por comprobar al 31 de diciembre de 2005" no se encontró el concepto de donativos, ''por tal motivo no es posible identificar los montos que se ministraron a las unidades administrativas para ese concepto".

Advirtió, asimismo, que ''al carecer de un control a nivel de presupuesto original, modificado, ministrado y comprobado, se dificulta dar seguimiento a los recursos por unidad administrativa y por partida, y al gasto específico que dichas instancias deben comprobar".

De tal suerte, determinó que en consecuencia, ''el registro por donativo y la finalidad de estos recursos no son transparentes. Es decir, existe un elevado grado de opacidad en su administración".

 
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