Usted está aquí: lunes 2 de abril de 2007 Política Crece la tensión entre Irán y Estados Unidos

Gonzalo Martínez Corbalá

Crece la tensión entre Irán y Estados Unidos

Las dificultades entre Irán y Estados Unidos no son recientes. Desde hace más de 20 meses este último envió a Irán una nota diplomática de protesta acusándolo de que estaba abasteciendo de armas letales a los chiítas extremistas en Irak. La queja mencionaba una supuesta liga entre los militantes que plantaron un artefacto sumamente peligroso, el EFP (explosively formed penetrators), cuya detonación mató a un soldado británico. Supuestamente el EFP habría sido proporcionado a los chiítas militantes por los Guardianes de la Revolución Islámica, que es un poderoso grupo que ha juramentado su compromiso con el ayatola Jomeini, al que la prensa internacional de estos días (El País, 1/4/07) le atribuye haberse constituido en un verdadero ejército: "el poder detrás del poder" en Irán, así como la captura de los 15 marinos británicos, lo que ha dado pie a un problema de dimensiones y consecuencias imprevisibles en el que se ha involucrado Estados Unidos.

Por otra parte, la preocupación de los estadunidenses se ha intensificado progresivamente, sobre todo a raíz del uso de los EFP en contra de sus soldados, pues se dice que Irán e Irak lo proporcionan a los militantes chiítas. Es cierto que ciertos demócratas en el Congreso de Estados Unidos, aunque han sido muy críticos en algunos aspectos acerca de la política del presidente Bush hacia Irán e Irak, en lo que respecta a los EFP no están tan seguros de si los líderes chiítas los han adquirido directamente de Irán, o más bien aquellos los han copiado de los que se han usado en Irak, y aquí entra al debate también la política de Bush hacia Irak. (New York Times, Gordon y Hazme, 26/3/07)

Los EFP son un arma verdaderamente letal y devastadora en los campos de batalla; están hechos de un compuesto de cobre semifundido que corta cualquier blindaje y luego penetra en el interior del vehículo con consecuencias muy mortíferas, que aun en el caso de que no mate a los ocupantes, los deja gravemente heridos, y es por esto que se ha hecho el debate tan confuso, acerca de si los está fabricando y abasteciendo Irak o Irán, y si este último lo hiciera valiéndose de los Guardianes de la Revolución Islámica. Todo ello agravado en estos momentos por lo que se debate en el Congreso estadunidense: la salida programada de las fuerzas que ha enviado el presidente Bush a Irak como condición para aprobar su solicitud de presupuesto verdaderamente astronómica.

Se ve muy incierta, por otra parte, cuál va a ser la actitud de la Unión Europea (UE), presidida por Angela Merkel, pues si bien la UE está respaldando en estos días recientes la posición del Reino Unido en el asunto de la devolución de los marinos británicos, en lo que hace al conflicto Irán-Estados Unidos, no se ve muy claro cuál será la posición de la UE, que tiene a varios países miembros muy destacados demasiado involucrados desde los puntos de vista financiero y comercial, como para que se sumen a Estados Unidos en su exigencia para que Irán deje de producir uranio enriquecido mediante un programa que Mahmoud Ahmadinejad ha asegurado que se trata de programas para el uso pacífico de la energía nuclear y que no está dispuesto a pararlo, así se lo exijan las Naciones Unidas, como ya lo hizo muy recientemente y sin ningún resultado, pues Teherán continúa su programa a pesar de todo.

Para complicar un poco más la situación, ya de suyo tan compleja, el presidente Vladimir Putin acusó al presidente de Estados Unidos de fomentar la proliferación nuclear y calificó a la política estadunidense de "muy peligrosa". Lo hizo en la Conferencia sobre Política Nuclear, celebrada en Munich, acusando a ese gobierno de "fomentar una carrera al armamento nuclear" y a otras armas de destrucción masiva. El tono severo de Putin sugiere ecos de la guerra fría de otros tiempos, aunque bien sabemos que no podrían ser hoy día los dos grandes antagonistas que fueron ayer.

La situación tan complicada que se está generando en torno a los armamentos nucleares, y al conflicto Irán-Estados Unidos, especialmente agravado por el caso de los 15 marinos británicos apresados por Irán, acusados de haber incursionado en aguas territoriales, ha venido a agregar más peligro a la ya de suyo tan compleja situación que se había planteado con el caso del programa de energía nuclear de Ahmadinejad en Irán, que es mucho más riesgoso de lo que pudo ser en su tiempo el asunto de Irak.

Por otra parte, no se puede pasar por alto que una primera consecuencia de todo esto es la vuelta al mercado de petróleo con precios cercanos a 70 dólares por barril para el marcador WTI, ni las complicaciones que se pueden agregar a la economía mundial como consecuencia de fondo.

 
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