Usted está aquí: sábado 31 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia Agrupación de EU premia a científico de la UNAM

Agrupación de EU premia a científico de la UNAM

La Air & Waste Management Association (A&WMA, por sus siglas en inglés), una de las agrupaciones internacionales de mayor prestigio en el estudio de la contaminación de aire, agua y suelos, otorgó el Honorary Membership Award al investigador de la UNAM Humberto Bravo Alvarez, primer mexicano en recibir tal distinción.

En un comunicado, la máxima casa de estudios destacó la trayectoria académica del investigador, jefe de la sección de contaminación ambiental del Centro de Ciencias de la Atmósfera, quien en 1960 presentó el primer trabajo en América Latina acerca de la polución ambiental.

El premio será entregado en junio próximo, en el marco de la celebración por el centenario de la fundación de la A&WMA -con sede en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos-, cuya función es expandir la respuesta tecnológica y científica a situaciones ambientales y asistir a profesionistas en decisiones críticas.

Con esta distinción se reconoce la trayectoria de Bravo Alvarez y su equipo de colaboradores, quienes en la década de los 80 fueron pioneros al detectar el problema del ozono y los efectos de la lluvia ácida en monumentos prehispánicos. El jurado internacional que lo eligió entre candidatos de todo el mundo, decidió concederle este galardón, que se otorga a los profesionistas que han alcanzado eminencia en disciplinas relacionadas con la misión y objetivos de la asociación, o bien a la producción de servicios invaluables a la comunidad.

El científico recordó que no sólo descubrió la situación del ozono, sino "que ese compuesto se formaba en la atmósfera debido al cambio de gasolina, lo cual no se ha corregido por completo".

Bravo Alvarez también ha sido pionero en determinar la lluvia ácida y sus efectos en monumentos mayas y de otras culturas, como la totonaca, en El Tajín. "Desde los años 80 se midió la calidad de las precipitaciones, primero en el DF, y luego en la costa, en sitios como Tulum, Palenque y otros monumentos nacionales", aseveró.

Ahora continúa investigando el efecto de ese líquido en los monumentos. Se ha extendido a Calakmul, en colaboración con la Universidad de Campeche, y a San Juan de Ulúa, Veracruz. También se introdujo el efecto de "biodeterioro", es decir, la acción de bacterias y hongos sobre las piedras, explicó.

 
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