Usted está aquí: sábado 31 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia Con el pretexto de ayudarlos, Fox endeudó a miles de discapacitados

Buscaba integrarlos en cooperativas, pero terminaron vendiendo galletas y zapatos

Con el pretexto de ayudarlos, Fox endeudó a miles de discapacitados

El proyecto sólo benefició a empresarios sin relación con el sector

"Muchos decidimos sumarnos porque era nuestra oportunidad de dejar de ser dependientes", señala un participante

ANGELES CRUZ MARTINEZ

El Plan Emprendedores con Discapacidad (Ecodis) impulsado por el gobierno de Vicente Fox se distinguió por la falta de planeación y escasa o nula sensibilidad hacia este sector, pues pretendió convertir a estas personas en vendedoras de zapatos, galletas y otros productos, aunque sólo terminó endeudándolas.

"Al final muchos no pudieron vender esos productos, pero sí incurrieron en deudas, que en algunos casos son muy severas", relata Adrián, quien participó en el proyecto con el cual la pasada administración pretendía dar empleo a 6 mil discapacitados.

Recordó que desde 2005, a través de la Oficina de Promoción e Integración Social para Personas con Discapacidad, de la Presidencia de la República, que dirigía Víctor Hugo Flores, se convocó a personas para incorporarse a este programa, que "parecía muy bueno" en principio.

El proyecto se limitó a ofrecer cursos de administración, ventas y distribución, que se impartieron en el Conalep. Se suponía que los participantes tendrían apoyos para crear cooperativas, pero "al final todos quedamos como empleados de empresas dirigidas por gente que no tenía ningún tipo de discapacidad".

Los demás fueron habilitados para vender galletas, zapatos y enseres de limpieza. Aunque el proyecto generó expectativas entre los minusválidos, "desde que iniciaron los cursos sólo se habló de ventas y se omitían explicaciones sobre la forma en que las personas que dependían de una silla de ruedas se podrían mover para realizar estas actividad", señala el entrevistado.

"Pese a esto, los compañeros se entusiasmaron; creyeron que podrían salir adelante, pero no fue así. Muchos se quedaron con la mercancía y enormes deudas". Lo peor era que no podían regresar a la cooperativa nada de lo que se comprometieron a vender.

Auditoría a Ecodis

Adrián recuerda que en octubre de 2005 el entonces presidente Vicente Fox anunció que su gobierno aportaría 40 millones de pesos para que Ecodis empezara a operar, pero después ninguna autoridad asumió la responsabilidad de explicar el destino de esos recursos.

Señala que desde entonces quienes participaban en el proyecto solicitaron una auditoría sobre el manejo del dinero.

El pasado jueves, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó de diversas irregularidades en la Cuenta Pública 2005, que involucran supuestos desvíos por 26 mil millones de pesos.

El informe señala que Ecodis no cumplió con sus objetivos de dar empleo a las personas con discapacidad y tampoco cubrió sus obligaciones fiscales, pues omitió entregar comprobantes fiscales por 17 millones de pesos.

En su informe, presentado ante la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, la ASF también recordó el exorbitante costo de la mochila de trabajo que se entregó a los discapacitados: mil 800 pesos que tuvieron que pagar de su bolsa.

El equipo estaba conformado por un teléfono celular, catálogos de zapatos y una playera. "Con esto ya podíamos salir a vender", indica. En un segundo momento, los representantes de Ecodis -particulares sin discapacidad- ofrecieron a los agremiados que vendieran galletas. "Sólo que teníamos que pagar otros mil pesos por el kit de cinco cajas de galletas y 10 de cacahuates".

"Lo intentamos..."

"Muchos lo intentamos; de verdad queríamos hacerlo, porque para la mayoría era la única oportunidad que teníamos de ser independientes por primera vez en nuestras vidas", señala.

Relata que algunos padres de discapacitados -que también se entusiasmaron con el proyecto- dejaron sus empleos para poder acompañarlos a vender.

Luego recuerda esta escena que aún lo estremece: "Un señor llegó llorando a la Cámara de Diputados y suplicaba que lo ayudaran porque había perdido su empleo y tampoco tenía dinero para pagar una cirugía que le podría ayudar a su hijo a recuperar la vista".

 
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