Usted está aquí: lunes 19 de marzo de 2007 Cultura Guillermo Tovar: estamos acostumbrados al asistencialismo cultural del Estado

EL MECENAZGO CULTURAL A DEBATE

"Hay ricos que buscan agradar el poder y gente con inteligencia para ayudar"

Guillermo Tovar: estamos acostumbrados al asistencialismo cultural del Estado

La sociedad debe desarrollar formas de patrocinio privado, asegura el cronista

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Para Guillermo Tovar de Teresa la sociedad debe evitar constituirse en palera de grupos políticos y apoyar de manera independiente la cultura Foto: José Carlo González

Ampliar la imagen Lucrecia Borgia, emblemática patrocinadora de artistas durante el Renacimiento Foto: Archivo

Ampliar la imagen Cayo Plinio Mecenas quien, al apoyar proyectos culturales en Roma, dio nombre al término Foto: Archivo

En México hay pocos mecenas, considera Guillermo Tovar de Teresa, quien ubica en dos grupos a las personas que se dedican a las causas altruistas: "hay ricos con deseos de quedar bien con el poder, pero también existen personas con recursos que tienen la inteligencia de apoyar lo que vale".

Impulsor de diversas fundaciones y asociaciones civiles en favor de la cultura, el historiador señala en entrevista con La Jornada -a propósito del reportaje publicado el pasado lunes en estas páginas sobre los donativos que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes otorgó en 2006 a unas 126 asociaciones civiles con el fin de "promover la cultura"-, que durante años "hemos vivido acostumbrados al asistencialismo cultural por parte del Estado".

Por ello, agrega, "nuestra sociedad civil, para actuar con independencia de intereses políticos, tiene que aprender a desarrollar formas de patrocinio privado. En el siglo XX, con un solo partido político en el poder, era práctica común realizar apoyos, hasta cierto punto condicionados, que terminaron en formas de 'cooptación'.

"Luego mejoraron los sistemas de apoyo y se logró una metodología con el Fondo Nacional para la Cultura y la Artes (Fonca), pues comités gremiales definieron el otorgamiento de beneficios.

"Hoy día, con la política tan dividida, la sociedad civil tiene que redoblar su independencia para no constituirse en palera de grupos de diferentes tendencias; por usar una metáfora, se debe salir del círculo del fuego para entrar al círculo del aire. La sociedad se debe volver productiva y no parásita."

El presidente honorario de la recién creada Fundación Conmemoraciones 2010 Asociación Civil y cronista emérito de la ciudad de México subraya que los proyectos culturales tampoco deben depender "de patrocinadores que sustituyan al partido único, los cuales sólo apoyarán a quien les conviene de acuerdo con sus intereses; por eso, hay que buscar formas más creativas de promoción cultural".

Y enfatiza: "hay de fundaciones a fundaciones. Existen algunas que son grotescas, que sólo utilizan esa etiqueta para lograr beneficios. Pero existen otras que son nobles y realmente filantrópicas. Las primeras están atentas a los señalamientos del poder; las segundas, a fines y valores como motivos de acción sensata".

Escasez de mecenas

El historiador explica que el "mecenazgo" se refiere "más bien a un personaje de la antigüedad latina que con su fortuna apoyó a los literatos: Cayo Plinio Mecenas. Muy cercano a César Augusto, Mecenas proporcionó recursos con su fortuna, patrocinando, en una parte significativa, las operaciones de Octavio, y colaboró con él en la puesta en marcha de las reformas propuestas por Julio César.

"Promovió la actividad cultural de su época apoyando materialmente a Virgilio y Horacio, entre otros hombres de letras de su preferencia.

"La promoción de la labor de artistas y literatos originó que su nombre sea relacionado desde entonces con la actividad de apoyo a las artes y las letras. En México hay pocos mecenas: hay ricos con deseos de quedar bien con el poder y personas con recursos y con la inteligencia de apoyar lo que vale, más similares a Mecenas, el personaje referido.

"En el caso de nuestra fundación y del Consejo de la Crónica, son cosas muy distintas. La primera está formada por un grupo ciudadano que tiene el empeño de conmemorar algo para que nos una y nos afirme en valores.

"La segunda agrupación, existente desde hace 20 años, siempre fue un órgano consultivo que, de pronto, por la torpeza de la administración cultural del gobierno capitalino en la gestión anterior, trató de burocratizar una vocación para volverla 'chamba'. Todos los miembros del consejo han aceptado participar, entre otras causas, por motivaciones personales que los acercan a su vocación, su convicción y su trayectoria; es gente consagrada, en su mayoría, que no necesita hacer carrera de popularidad ni dar explicaciones de por qué decide participar en algo que le parece correcto: la ciudadanización de la memoria capitalina.

"No estamos acostumbrados a vivir sin el collar, y como he dicho hasta la saciedad: lo importante en la vida no es cambiar de collar sino dejar de ser perro. Una ventaja que tenemos (en el Consejo de la Crónica, constituido ahora como Asociación Civil) es la de ser libres para expresarnos y contribuir a nuestro propósito.

"¿Como lo lograremos? Se irá viendo en cada caso, y no tenemos por qué dar explicaciones, porque, por el momento, no estamos empleando recursos públicos, ni directos, ni deducibles, ni nada por el estilo. Cuando éstos se llegaran a utilizar, entonces se verían los resultados y se le harían cuentas a quien nos apoye.

"Las actividades requieren tiempo, lo mismo que los resultados. Por el momento no vamos a andar proclamando pretensiosamente que vamos a redimir a la ciudad y su memoria, se hará lo que se pueda y creo que será mucho, pues se trata de un grupo de gente que ha demostrado no pretender figurar ni ser popular, aunque sus frutos ya formen parte de la historia cultural del país en el siglo XX.

"En el Consejo de la Crónica no hay 'videointelectuales', por ejemplo, ni arribistas, ni funcionarios públicos, sino gente con trayectoria, auténtica y de buena fe. Pretendemos que David Huerta pueda hacer la revista de poesía que siempre ha soñado y se le ha negado realizar por diversas circunstancias; que Emmanuel Carballo y José Luis Martínez publiquen un libro sobre la ciudad, lo mismo que Guillermo Arriaga sobre la danza, al igual que aquello que proponen otros tantos miembros y que no anunciaremos para lograr sorprender favorablemente a la ciudadanía, que es a quien nos interesa servir", concluyó Tovar.

 
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