Usted está aquí: miércoles 14 de marzo de 2007 Espectáculos Regresados, comedia feroz sobre la crisis de 2002 en Argentina

La cinta de Cristian Bernard y Flavio Nardini, se proyectó en Mar del Plata

Regresados, comedia feroz sobre la crisis de 2002 en Argentina

Algunos abordan temas tratando de señalar que todo está bien, pero el desastre sigue: expresan

JORGE CABALLERO ENVIADO

Ampliar la imagen Cristian Bernard, en la cámara, durante la filmación de la cinta

Mar del Plata, 13 de marzo. En la competencia Latinoamericana Ernesto Che Guevara, del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó la cinta Regresados, dirigida por la mancuerna integrada por Cristian Bernard y Flavio Nardini, que es una comedia evidentemente feroz/bizarra con un subtexto atroz, que resulta una especie de resaca social/ontológica de la crisis padecida por el pueblo argentino en 2002.

En entrevista con La Jornada, la dupla coincidió en señalar: "El establishment siempre se recompone como si fuera El terminador de mercurio, eso siempre es lo primero que se restablece, pero en cuestión de cine la percepción es que de lo que no se está hablando es del aquí y ahora. Algunos abordan temas tratando de señalar que todo está bien, pero el desastre argentino no está solucionado... sigue latente".

Regresados cuenta la historia de un grupo de ex compañeros de generación de la secundaria (nivel medio superior en el caso de México), que se rencuentra después de 20 años, para protagonizar tres historias en una sola noche.

La primera trata sobre Guido y Melina, ex pareja de novios; él no es más el chico prodigio de antaño, que tocaba en un piano-bar, y ella es "una ama de casa un poco triste" (Serrat dixit), que le pesa la infelicidad de su matrimonio. La otra historia está protagonizada por Luis María, el ex chico malo de la clase que quiere cambiar tras haber leído El guerrero de luz, de Paulo Coelho, y desea redimirse cuidando al chico que aterrorizaba en la escuela y quien sufre una extraña enfermedad que lo hace comportarse como bebé.

La tercera historia es sobre Lito, un porteño nostálgico que forjó una exitosa carrera empresarial en el extranjero, pero perdió la capacidad de sorprenderse cuando emigró a España. Asiste a la cita con gran ilusión: volver a emocionarse, pero sus dos entrañables amigos (un cineasta y un científico) están en la lona por la crisis financiera que provocó el banco que dirige.

Regresados es una película sobre una generación que asesinó sus sueños, pero intentará recuperarlos esa noche

Cristian continúa con la charla: "La crisis no está planteada de una manera literal; es el entorno por el cual caminan los personajes; uno la ve en los aparadores anuncian 'nos vamos', en las calles incendiadas, en los que buscan comida en los botes de basura... Pero siempre estuvieron, ante todo, los personajes; tratamos que el discurso político nunca se diga, que funcione en el relato, pero dramáticamente... La crisis está en los costados, en los márgenes y, de forma dramática, hace actuar a los personajes".

Un cineasta que no filma y un científico que no investiga

Agrega: "Está también el tema de la salvación, representado en el artista de cine y el científico, si alguien necesita salvación en una sociedad son ellos. Un cineasta que no filma o un científico que no investiga son unos impotentes. Es muy importante la crisis en la película, pero no se dice".

Flavio precisó las transformaciones que sufrió el guión: "La idea de reunir ex alumnos ya estaba desde el principio, después vino la crisis y la historia de los tres amigos; la rescribimos después del conflicto; la primera versión de ese guión era menos localista, inclusive Alfonso y Carlos Cuarón quisieron comprar el guión, pero era otro; tenía menos localismos. A partir de la crisis fue que convertimos la historia más violentamente, metiendo a un banquero. La de amor también cambió, no la protagonizaba un gordo, pero fue para tratar la obsesión del tema del físico".

Abundó: "No cambiamos los personajes por humanidad, sino porque tuvimos mucho tiempo para repasar las ideas y darnos cuenta de que se parecía a nuestra primera película; como no conseguíamos plata para hacerla, la rescribimos. La mejoramos delimitando cada una de las historias".

Intervinó Cristian y dijo: "Pero sí, la historia es más profunda, y rodeada del contexto, pues humaniza".

Regresó la palabra a Flavio: "Para mí, realmente en el cine no está contada la problemática ni la crisis de la clase media; existe, pero menos maniquea: los malos son únicamente los militares y los político; no es tan así".

Cristian dijo: "Creo que es bueno encontrarnos con nuestros demonios, y en general el cine argentino tiende a retratar con excesiva buena intención las historias de la clase media... una mirada muy complaciente, pero creo que es necesaria la crítica. Con justa razón en Argentina siempre le echamos la culpa al que gobierna, pero también hemos solapado esos gobiernos, y no somos críticos. Gran parte de la población apoyó que los milicos tomaran las calles en la crisis. Si no reflexionamos en eso es imposible cambiar. Cada que hacemos una película tratamos de profundizar en esa clase media que tiene muchas cosas muy jodidas, que tiene obsesiones como la constante desesperación por la salvación económica".

Flavio completó: "Pocas veces existe la mirada crítica; todos salimos a las calles con cacerolas cuando los bancos se quedaron con los ahorros, pero ahora 70 por ciento de esa gente volvió a poner la plata en el banco; no hay conciencia cívica: siempre estamos con el sálvese quien pueda y al corto plazo, eso es lo que denunciamos en Regresados. Somos incapaces de tomar medidas inteligentes, como organizarnos".

 
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