Usted está aquí: miércoles 14 de marzo de 2007 Cultura Toman dos cuadros del Carrillo Gil ''para decorar Los Pinos''

El museógrafo Armando Sáenz Carrillo denuncia esa acción ''irregular''

Toman dos cuadros del Carrillo Gil ''para decorar Los Pinos''

Funcionaria del INBA refuta la versión del nieto del fundador de ese recinto cultural

Se trata de El retrato de un poeta, obra cubista de Rivera, y Cabeza de caballo, de Siqueiros

ANGEL VARGAS, MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen El retrato de un poeta, 1916, de Diego Rivera, y Cabeza de caballo, 1948, de David Alfaro Siqueiros son las dos obras que se retiraron de la bodega del Museo de Arte Carrillo Gil para destinarlos ''a las oficinas de la Presidencia en la residencia oficial de Los Pinos''. Al respecto, el denunciante relató que ''no se siguió lo que dispone el manual de procedimientos del Instituto Nacional de Bellas Artes'' Foto: Archivo Armando Sáenz Carrillo

Ampliar la imagen El retrato de un poeta, 1916, de Diego Rivera, y Cabeza de caballo, 1948, de David Alfaro Siqueiros son las dos obras que se retiraron de la bodega del Museo de Arte Carrillo Gil para destinarlos ''a las oficinas de la Presidencia en la residencia oficial de Los Pinos''. Al respecto, el denunciante relató que ''no se siguió lo que dispone el manual de procedimientos del Instituto Nacional de Bellas Artes'' Foto: Archivo Armando Sáenz Carrillo

Sendos cuadros de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros fueron tomados ''de manera irregular de la colección permanente del Museo de Arte Carrillo Gil para ser destinados a decorar las oficinas de la Presidencia en la residencia oficial de Los Pinos".

Así lo denunció a La Jornada el museógrafo Armando Sáenz Carrillo, nieto del fundador de ese recinto museístico, Alvar Carrillo Gil, y consejero de la sociedad de amigos del mismo.

La versión fue negada de manera categórica por la directora del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lucía García Noriega, instancia a la que el especialista imputa la remoción de esas obras.

Al confirmar la información, Mercedes Iturbe, directora del Carrillo Gil, se refirió a ese ''hábito de tantos y tantos y tantos años que se ha hecho una costumbre en general de los museos", aunque aseguró que esto se hace con ''todas las garantías".

Retiro sin mediar documentos

Entrevistado vía telefónica, Sáenz Carrillo relató que los hechos ocurrieron la mañana del pasado lunes 5, cuando técnicos de ese centro del INBA tomaron de la bodega del museo ese par de cuadros y los sacaron del inmueble sin ningún trámite de por medio ni la presentación de documento alguno.

Es un hecho irregular, explicó, porque ''no se siguió lo que dispone el manual de procedimientos del Instituto Nacional de Bellas Artes -instancia de la que depende dicho centro-; sin la autorización del subdirector de éste, sin dictamen del estado de conservación de las piezas, sin póliza de seguro y sin el contrato de comodato, que es el que estipula las fechas de préstamo".

Las obras tomadas de dicha colección, según el museógrafo, son El retrato de un poeta, obra cubista pintada por Diego Rivera en 1916, en óleo sobre tela de 163 por 130 centímetros, y Cabeza de caballo, creada por Siqueiros en 1948, en piroxilina sobre madera comprimida, de 122 por 100 centímetros.

Relató que el jueves de la semana pasada el Museo de Arte Carrillo Gil recibió una llamada del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble dando la instrucción de que pasarían por unos cuadros para llevarlos a Los Pi-nos, pero como el telefonema fue a las 16 horas y la bodega del recinto cierra a las 17, los técnicos ya no pudieron cumplir ese día la tarea.

''El viernes llegaron los técnicos, entraron a la bodega e hicieron una selección de 10 cuadros. En esa selección se encontraban un Siqueiros, un Rivera, dos Gerzsos, tres Paalen, y de las colecciones contemporáneas, obras de Mario Rangel y Gilda Castillo. Pero como no había ninguna solici-tud ni documento oficiales, no se pudieron llevar nada", prosiguió Armando Sáenz Carrillo.

''Finalmente, la mañana del lunes, los técnicos sacaron sólo dos piezas, se las llevaron a vistas, porque tenían cita a las dos y cuarto de la tarde en Los Pinos.

''No presentaron documento ni autorización alguno y dijeron que éstos los enviarían en el transcurso del día siguiente."

Tras calificar esta situación como un retroceso, Armando Sáenz Carrillo se dijo alarmado por el destino de las obras a mediano y largo plazos. Comentó que existen antecedentes de lo peligroso que resultan este tipo de acciones irregulares.

En específico se refirió a lo sucedido con la pintura titulada La mujer de verde, la cual, dijo, fue tomada del Museo de Arte Carrillo Gil en condiciones similares a las de ahora, también para ser llevada a la residencia oficial de Los Pinos, y se pudo recuperar apenas hace un par de años, después de más de una década de estira y afloja.

Trámite regular: García Noriega

Entrevistada de igual manera, vía telefónica, Lucía García Noriega enfatizó que la información del museógrafo ''es incorrecta", y explicó que, en efecto, el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble se encuentra actualmente recogiendo obra de diversos museos del INBA, pero sólo aquella que no pertenece a las colecciones de los recintos a cargo del instituto.

Esta tarea se debe, manifestó, a que se está iniciando una nueva administración sexenal, los comodatos de las piezas llegaron a su fin y deben ser devueltas a sus acervos originales.

''Existe inconformidad y seguramente levantamos ámpula, porque estamos recogiendo obra, pero éste es un trámite regular que se da sobre todo a principios de sexenio; así es de un ejercicio a otro", reiteró.

Precisó que el centro que dirige es la instancia responsable del acervo artístico del INBA, la encargada de registrarlo y de surtir a todos los museos del instituto.

Mercedes Iturbe dijo no saber todavía si el par de cuadros se vayan a quedar o no en Los Pinos. ''No sabemos si se quedarán por un tiempo o se regresan, pero en todo caso si el museo los requiere para una de sus próximas exposiciones -hace muchas revisiones de su colección permanente-, pues en ese caso los solicitaremos para que el cuadro venga de regreso".

Al parecer, los cuadros de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros no son para la casa del Presidente, sino para sus oficinas.

De acuerdo con García Noriega, el planteamiento de cuáles cuadros se van a llevar ''está hecho por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, luego ellos eligen los que se queden y los que no. Lo que no les interesa lo regresan de inmediato a los museos".

Se busca que sean ''pintores importantes, además, que tengan una proyección histórica, por ejemplo, el retrato de algunos de los héroes, y que en ese sentido tengan una lógica".

Técnicos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble también visitaron los museos Nacional de Arte y el de Arte Moderno.

Preguntado al respecto, Ramiro Martínez, director del Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo, se limitó a contestar ''no, con nosotros, no".

 
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