Usted está aquí: martes 13 de marzo de 2007 Ciencias Escasez de agua y hambrunas, de seguir el ritmo de cambio climático

The New York Times difunde borrador de un informe de destacados expertos

Escasez de agua y hambrunas, de seguir el ritmo de cambio climático

El grupo de especialistas, integrado por la ONU, alerta sobre la desaparición del hábitat de diversas especies, como el oso polar

Africa y Asia, los continentes más afectados

DE LA REDACCION

Ampliar la imagen Para 2050, los osos polares quizá sólo sean vistos en los zoológicos Foto: Reuters

Cientos de millones de africanos y decenas de millones de latinoamericanos que hoy tienen agua sufrirán escasez de ella en menos de 20 años.

Para 2080, entre 200 y 600 millones de personas podrían padecer hambruna debido a los efectos del calentamiento global.

Para 2050, los osos polares se podrán encontrar sólo en zoológicos, ya que su hábitat habrá desaparecido. En cambio, algunas pestes se reproducirán en abundancia.

Este es el desolador panorama si continúa la actual tendencia de calentamiento global, plantea un borrador del informe internacional científico, el segundo de una serie de cuatro, elaborado por el reconocido Intergovernmental Panel on Climate Change, en el que participan destacados científicos del mundo y que será presentado en Bélgica el próximo abril, publicó The New York Times este lunes.

Estos científicos tienen bases para creer que muchos de los actuales problemas (cambios en los hábitos y hábitat de los animales, océanos más acidificados, entre otros) puede ser atribuido al calentamiento global.

"Los cambios climáticos ya afectan a sistemas biológicos y físicos en todos los continentes", informa el documento. En contraste, ese mismo grupo internacional, en un reporte de 2001, dijo que "sólo había dispersos efectos regionales".

"Las cosas están pasando más rápido de lo que esperábamos", dijo Patricia Romero Lankao, del National Center for Atmospheric Research, en Boulder, Colorado.

Los científicos advierten -según el diario estadunidense- que los efectos dañinos del calentamiento global sobre la vida diaria ya comienzan a verse. Se reflejan, por mencionar un caso, en fenómenos como los huracanes y los incendios fuera de control en Estados Unidos.

El borrador prevé que en Asia, para 2050, más de mil millones de personas podrían enfrentar escasez de agua.

Amenaza mundial

En todo el planeta, para 2080, la escasez podría amenazar de 1.1 a 3.2 mil millones de personas, dependiendo del nivel de gases de efecto invernadero que las industrias y los coches emitan.

Pero, mientras una parte de la humanidad podría sufrir escasez de agua, "es probable que decenas de millones sufran inundaciones cada año".

Por otro lado, las enfermedades tropicales como la malaria se difundirán.

Otro de los científicos citados dijo: "Estamos al borde de una extinción masiva" de especies. (La mitad de las especies de plantas en Europa podrán estar en estado vulnerable, en peligro de extinción o extintas para 2100.)

Durante un tiempo, va a haber suficientes alimentos, porque será más larga la época para cultivar en las regiones al norte del planeta, "pero para 2080, cientos de millones de personas podrían enfrentar hambrunas, según el reporte que aún está bajo revisión", explica el diario.

Las muertes de pobres, a raíz de un agravamiento de las condiciones provocadas por los cambios que trae el calentamiento global, como desnutrición y diarrea, se incrementarán para 2030.

Si bien estos cambios van a afectar a todos los habitantes del planeta, serán los animales, las plantas y los seres humanos con escasos recursos económicos los que sufran más sus consecuencias.

Severos daños

Además, los continentes que más sufrirán serán Africa y Asia. También serán severamente afectadas las pequeñas islas y algunos ecosistemas cerca de los polos.

¿Hay esperanza? Según el borrador, sólo si la humanidad cambia -ya- su comportamiento. Pero las tendencias actuales no dan pie al optimismo.

Muchos de los efectos -aunque no todos- pueden prevenirse si dentro de una generación el planeta reduce las emisiones de dióxido de carbono y el nivel de gases de efecto invernadero. Si eso ocurre, "la mayor parte de los impactos al bienestar humano podrían evitarse; pero algunos impactos grandes sobre los ecosistemas probablemente ocurrirán".

Si bien se trata de un borrador, según The New York Times, se espera que el mensaje general siga siendo el mismo cuando sea presentado en Bruselas el próximo mes.

El informe es escrito y revisado por más de mil científicos de docenas de países. La red científica, organizada por las Naciones Unidas, fue establecida en 1988.

Hablando de cambio de comportamiento, en Bruselas, el viernes pasado, los dirigentes de la Unión Europea acordaron reducir las emisiones de gas de efecto invernadero sustancialmente para 2020.

Algunos grupos ambientalistas, sin embargo, mostraron escepticismo respecto de las intenciones europeas.

Los dirigentes del viejo continente presentarán su plan al presidente George W. Bush y otros líderes mundiales en una cumbre en junio.

Cada vez se escucha con mayor frecuencia el cuento de que si uno mete un sapo en agua tibia y va subiendo lentamente la temperatura, es posible cocerlo sin que éste siquiera intente saltar hacia afuera de la olla. Habrá que ver si la humanidad termina comportándose como el sapo.

 
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